Desde el sábado pasado, Felícita Salazar Apodaca espera a las afueras del Hospital Civil de Xalapa noticias positivas sobre el estado de salud de su sobrina.

Originaria de Vista Hermosa, del municipio de Jilotepec, ha tenido que hacer guardias nocturnas en compañía de su familia.

La mañana del sábado, la menor de edad fue trasladada por su padre a este nosocomio debido a una fuerte apendicitis.

Al ser operada por el padecimiento, los doctores diagnosticaron que este se había complicado hasta convertirse en una peritonitis, lo que quiere decir que el apéndice estaba perforado; al sacarlo detectaron que la zona abdominal ya se encontraba infectada.

Felícita Salazar y su familia han pasado cuatro días y tres noches afuera del hospital, pero desconocen por cuánto tiempo se vaya a quedar su sobrina en recuperación.

Durante esos días han tenido que dormir afuera de las instalaciones del hospital, lo más cerca de la sala de urgencia.

"Es muy pesado, hay que estar viendo que lo atiendan a uno, preguntando por el paciente". El Hospital Civil cierra sus puertas a las 8:00 horas.

El único acceso abierto es el área de urgencia, donde apenas hay un total de 12 asientos para todos los familiares que esperan noticias de sus enfermos.

Una familia de escasos recursos como la de Felícita debe turnarse para hacer guardia, acostados en el piso o, si corren con suerte, en una de las bancas del hospital.

Aunado a esto, han tenido que comprar medicamentos que el hospital no puede suministrar.