El Secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció una reunión sobre la crisis migratoria para el 30 de septiembre durante la sesión anual de la Asamblea General.

Además de exhortar a los gobiernos a intensificar su respuesta ante la crisis migratoria en Europa y decir que se encuentra "horrorizado y afligido por la muerte de refugiados e inmigrantes" en la región del Mediterráeno, en alusión al descubrimiento de 71 cadáveres de inmigrantes abandonados en un camión en Austria y al naufragio que dejó por lo menos 76 muertos entre emigrantes que intentaban llegar a Italia desde Libia.

"Lanzo un llamado a todos los gobiernos implicados para que proporcionen respuestas globales, que desarrollen los canales legales y seguros de migración y actúen con humanidad, compasión y respeto de sus obligaciones internacionales"

El secretario también dijo que al examinar las solicitudes no deben hacerse diferencias por la religión o la identidad, además de que no pueden forzar a los migrantes a regresar a sus lugares de origen si huyeron por riesgos patentes de persecución o ataques, puesto que se trata no sólo de una cuestión de derecho internacional, sino de un deber como seres humanos.