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“Pedí 10 mil pesos y querían que pagara 200 mil pesos”: Felicia
Hace dos años cuando fue invitada por una vecina a entrar a un préstamo con una financiera popular.
AVC / Noticias Noticias
2015-08-29 - 21:59
Los últimos meses han sido para Felicia, una pesadilla, contrató una deuda de 10 mil pesos, pero la financiera le quería cobrar 200 mil pesos, y le embargó parte de sus muebles, y hasta el rotoplas.

La historia comenzó hace dos años cuando fue invitada por una vecina a entrar a un préstamo con una financiera popular.

Estas financiera o Sociedades Financieras de Objeto Múltiple utilizan el método de crédito solidario, y prestan pequeñas cantidades a grupos de amas de casa – en su mayoría­ que se junta en casas particulares. Cada semana se paga el crédito, aunque por los pagos no dan ningún tipo de comprobante legal.

Para acceder al crédito solo necesitó su IFE, un recibo de luz y el 10 por ciento del préstamo. “No supe que hubo un problema, entro doy el 10 por ciento, hago los pagos puntuales en 16 semanas, más un ahorro”.

Relató que en los últimos pagos, la señora de la casa donde asistían a pagar se fue, por lo que siguieron pagando en otra casa.

Felicia terminó de pagar su deuda, pidió sus ahorro – que eran 600 pesos­, pero nunca se los devolvieron.

Casi dos años después, en noviembre del año pasado una persona de la financiera tocó a su puerta, era para decirle que el crédito no estaba pagado y ahora tenia una deuda de 200 mil pesos.

“Yo le dije eso había sido hace dos años, que había pagado y que no me habían dado mis ahorros”, dijo.

Pero el cobrador solo le informó que tenia una demanda, y hasta le pidió ir a buscar a las integrantes del grupo para que le ayudaran a pagar, por ser deudoras solidarias.

Desesperada y sin saber qué hacer, Felicia se atrevió a ir a casa de sus vecinas para intentar que el adeudo se pagara “ Después supe que eso era ilegal, y hasta la cárcel podría haber ido por acosadora”.

Felicia reconoce que firmó el contrato del crédito si leer ni entender, luego se enteró que había firmado un pagaré.

La financiera nunca le dio un comprobante legal de los pagos realizados, solo la anotaban en una libreta, tampoco le dieron una carta finiquito cuando terminó el pago.

La demanda siguió su curso, y llegó hasta un proceso judicial, donde los cobradores embargaron parte de sus muebles.

“Mi esposo es mecánico y tiene coches en reparación, pues también eso me embargaron, hasta la televisión del vecino y los rotoplas, se portaron prepotentes, me intimidaron y no permitieron que me defendiera”.

Felicia, llegó al barzón sin nada, y con una gran carga moral. Ahí la apoyaron y la asesoraron jurídicamente. No pagó los 200 mil pesos que la financiera quería, y la demanda fue retirada, pues se demostró que había ilegal en los cobros.

Ella recomienda a la ciudadanía informarse antes de contratar un crédito, y leer lo que se firma para evitar caer en abusos.

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