25 de Abril de 2024
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Sólo un pueblo unido y exigente le devolverá la alegría a Veracruz
Agencias
2016-06-20 - 09:42
La inseguridad está haciendo que Veracruz pierda su tradicional alegría pues se ha convertido en un pueblo "silencioso" que no está unido ni exige al gobierno.
Miguel Pizarro, actor cordobés, lamentó además que la sociedad se deje tratar como "menor de edad" por la clase política, la cual está más interesada en pelearse por posicionar su marca que en escuchar los reclamos de los veracruzanos.
"En Córdoba y en general en Veracruz hay una vibración muy extraña, donde hay desconfianza, se ha perdido como la alegría. No hay una vida nocturna, las personas tienen temor a salir de noche, la vida ha cambiado mucho y francamente sí se está estrangulando la situación porque yo no me quedo nada más con los empresarios, no, no, sino con el sentir de la sociedad", expresó al sumarse este domingo a la marcha por la paz, convocada por la sociedad civil.
Refirió que en términos generales "somos un pueblo muy silencioso", un pueblo que a pesar de que parece unido no lo está tanto. Y México a nivel histórico desde las primeras páginas de nuestra historia, ha sido traicionado mil veces, entonces digo que ya es conveniente recordar algo, que es el amor al terruño”.
Lamentó que aquellas personas que abren un local con mucho esfuerzo, es decir, que emprenden proyectos nuevos con las ganas de salir adelante, de pronto se ven en la necesidad de cerrar porque las cuentas no les cuadran, “porque llegan las extorsiones y demás, son empresarios humildes y no se vale que les pase eso, lamentablemente estamos expuestos todos”.
Llamó a la población a no quedarse nada más viendo lo que sucede, sino a que encamine los reclamos a movimientos de bien para la sociedad en general, y es que las nuevas generaciones también necesitan un mejor mundo, pues no basta con inconformarse desde los escritorios o redes sociales, sino de alzar la voz y participar en la exigencia.
En este sentido, dijo, hace falta hacer mayor compromiso, pero por parte de todos, incluso empezando por el mismo ciudadano, por ello la apuesta es a la participación ciudadana y a no quitar el dedo del renglón, pues de alguna forma las autoridades tendrán que entender los mensajes de una sociedad que se cansa de aguantar.
Durante el desarrollo, Pizarro caminó cercano a su familia; por momentos portó una pancarta que decía “Quiero un Córdoba donde la gente viva en paz y sin miedo”.

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