20 de Abril de 2024
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El mundo, en manos de un desquiciado
Washington: / Agencias
Agencias
2017-01-20 - 08:51
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, inició ayer la agenda de actos oficiales de su investidura con una ofrenda floral en la tumba del “soldado desconocido” en el cementerio militar de Arlington, Virginia.
Este viernes toma posesión del cargo en una ceremonia en la que, a falta de grandes estrellas como las que arroparon la llegada de Barack Obama, el magnate buscará reforzar su perfil institucional con las arraigadas tradiciones que se repiten en cada investidura y apelar, igual que en su campaña, a lo que los organizadores han llamado "los americanos normales que se ven reflejados en él".
En Washington todo está listo para la ceremonia de investidura del 45 presidente de Estados Unidos. El balcón occidental del Capitolio, en donde el magnate prestará juramento al mediodía de este viernes, ya está adornado con las banderas de los 50 estados, y miles de policías y agentes le están dando los últimos retoques al vasto esquema de seguridad que se tiene preparado.
Sobre Pennsylvania Avenue, la ruta directa entre el Congreso y la Casa Blanca que recorrerá el presidente durante la “gran parada”, hay inmensas estructuras de metal que fueron edificadas especialmente para albergar a los cientos que obtuvieron un tiquete para el famoso evento, en el cual participan bandas marciales de todo el país.
Sin embargo, y a diferencia de la posesión de Barack Obama, hace ocho años, cuando el ambiente era de fiesta y esperanza, el que se respira ahora es tenso e incluso lúgubre.
En un acto con pocos precedentes en la historia, al menos 65 representantes a la Cámara del Partido Demócrata (un tercio de esta colectividad) han decidido boicotear la ceremonia con su inasistencia. La irreverencia la inició el congresista John Lewis, uno de los héroes de la lucha por los derechos civiles y amigo de Martin Luther King, cuando dijo que Trump era un presidente ilegítimo.
Eso, en alusión a información de inteligencia según la cual Rusia intervino en las elecciones para favorecerlo y al hecho de que perdió el voto popular por más de 3 millones de sufragios.
Según la última encuesta de Gallup, sólo el 44 por ciento del país aprueba a Trump, el peor índice de popularidad en toda la historia de las mediciones para un presidente a punto de asumir el cargo.
La gran pregunta es si Trump verá en esto un llamado al orden o, por el contrario, trasladará el tono polémico de la campaña a su gobierno. La respuesta, es probable, comenzará a despejarse esta misma tarde.

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