Ana Alicia Osorio
Veracruz, Ver.

"Policía Federal, por México hasta el final", corearon los elementos de esa corporación para decir adiós a su coordinador Camilo Castagné tras su asesinato en la ciudad de Cardel.

Con el féretro presente los familiares, autoridades y compañeros de la Policía Federal, Marina y Ejército despidieron a los dos policías federales por cuyos asesinos se ofrece una recompensa de un millón de pesos.

Antes de las 10 de la mañana, una gran cantidad de camionetas y coches de todos los modelos y colores estaban en el interior y fuera de la base de la Policía Federal.

A quienes ingresaban registrándose por el área de visita, un gran moño negro les daba la bienvenida. El moño en señal de luto fue puesto desde el pasado sábado y aún permanece en la entrada principal.

Pasadas las 10 de la mañana una gran caravana de autos llamó la atención de todos, entre ellos la camioneta de una funeraria que transportaba el cuerpo de quien hasta el sábado fue el encargado de coordinar a la Policía Federal en el estado.

Entre algunas camionetas y coches de la propia policía, iban otros de familiares, amigos e inclusive funcionarios que fueron a decir adiós en el que fue la despedida oficial.

El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el coordinador general de la Policía Federal, Manelich Castilla Cravioto, el fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz, y otras autoridades se unieron a la ceremonia, sin decir palabra alguna ni a la despedida ni a los medios de comunicación.

Entre los mensajes, se exaltó la labor de Castagné al frente de la policía en la zona y el trabajo que tiene la Policía Federal en todo el país.

Algunos policías navales, soldados y marinos se formaron también para despedir al mando federal que formaba parte de las tareas de seguridad y al final algunos de sus familiares acompañaron al féretro y una fotografía hasta la camioneta donde sería llevado a su sepultura.

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