Son tan ‘civilizados’ que legalizan la barbarie

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Bajo eufemismos como: ‘gran tradición cultural’, ‘importante derrama económica’, ‘ícono de la cultura popular local’ y otras soserías, el grupo parlamentario del PAN en el Congreso de Veracruz, junto con sus aliados del PRD, hicieron modificaciones a la ley de Protección Animal, para permitir de nuevo la celebración de eventos sanguinarios como las corridas de toros y peleas de gallos, cuando ya habían sido prohibidas en la entidad.

La motivación principal para buscar erradicar está prácticas primitivas, se dieron, principalmente, por la difusión de imágenes de las fiestas de Tlacotalpan, donde enardecidos y embrutecidos celebrantes, se dan a la insana tarea de vejar a un puñado de toros cebús, so pretexto de ser una usanza en el mentado pueblo mágico.

Aunque el hecho de que se prohíban por la ley no implica su desaparición, al menos se tenía el avance de qué quien o quienes, fueran sorprendidos en las funestas actividades, pudieran ser objeto de una sanción.

Hoy, con la regresión aprobada, todos estos eventos contrarios a la evolución del proceso civilizatorio, quedan fuera del marco normativo de la ley citada en el primer párrafo, lo que da patente de corso a todos los que lucran con el maltrato animal.

La corrupción gubernamental, el fraude electoral, los ‘presuntos culpables’ han sido perniciosas costumbres del sistema político mexicano ¿por ello deben persistir?

Por cierto, el crimen organizado también genera derrama económica.

¡Qué torpes justificaciones!


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