TIERRA DE BABEL - Jorge Arturo Rodríguez
De que somos…somos
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2017-07-27 - 00:03
Cuando a la escritora estadounidense Joy Williams se le preguntó, a propósito de su libro Cuentos escogidos, que si veía a la sociedad devastada por causas de “una corrupción buscada, deseada por el propio ser humano”, ella contestó: “Me gusta eso que dice: una ‘corrupción deseada’, exactamente. Ya no podemos ser descritos como meramente descuidados, irreflexivos o miopes. Consumimos, desperdiciamos, nos reproducimos y construimos en un delirio estéril. Realmente, a estas alturas sólo puede considerarse una psicopatía”.
¿Psicopatía? Me quedé pensativo y me acordé de los descuidos, irreflexiones y miopías cuando ciertas personas hablan a lo puro pen…, para no referirnos a sus obras, actos y omisiones. Quizás esto es así porque, como dijo Thomas Carlyle, hablar es el arte de sofocar e interrumpir el pensamiento. Y tal parece que ya ni pensamos, mucho menos antes de hablar. O como señaló el príncipe Carlos José de Ligne, a los hombres se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo, y los que dicen algo por hablar. En otros términos, decimos idioteces que ni nos damos cuenta, total, vivimos en una sociedad donde poco o nada valen las consecuencias, pos sabemos que nomás es un decir que hasta nos vanagloriamos de que suenen bonito y “justo en el blanco”. Esto se da, sobre todo, en los políticos. ¡Eureka!
Como saben, hace unos días el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que “hay que tener fe en la PGR”, con lo cual lanzó que hay que tener fe en nuestras instituciones. Me quedé atónito -¿atontado?-. Lao-tsé escribió que “poca fe se otorga a los que tienen poca fe”. En todo caso hay que tener confianza, pero ésta se logra con resultados positivos, con “justicia justa”, me comentara alguna vez un viajero. Pero los mexicanos estamos hasta la madre de la enorme ineptitud -¿buscada?- de nuestras autoridades.
Friedrich Nietzsche afirmaba que tener fe significa no querer saber la verdad. Y sí, hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias, ¿o no Alfred Tennyson? Pero, la verdad, sonó lindo el dicho de Osorio Chong, hasta de chiste. ¿O acaso burla? Porque, ¿es una fe sincera la fe que no actúa?, preguntó Jean-Baptiste Racine.
El otro dicho fue del obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo: “Dios perdona todo y a todos, incluso a Javier Duarte de Ochoa, siempre y cuando el ex gobernador devuelva lo que presuntamente se robó. (versiones.com.mx/24-07-17). O sea, puedes hacer todo, siempre y cuando te arrepientes y devuelvas a la “normalidad” lo hecho, ¿y si matamos? ¿Acaso no estamos haciendo eso, pecando? No hay purrum, igual seremos perdonados. ¿Todos somos psicópatas? O que alguien me lo explique.
Y qué tal el senador por Veracruz, Pepe Yunes Zorrilla, quien aseguró que la política es de causas: “Y cuando son causas justas, sentidas, siempre abren canales de esperanza y permiten seguir trabajando. La manera de poder servir a la gente es ponerse en los zapatos de la gente. Saber qué tipo de respuesta está esperando quien está haciendo un planteamiento, y que la está esperando en los mismos términos que a uno nos gustaría”. (gobernantes.com/23-07-17). Chido, seguro que se ha puesto huaraches, chanclas elaboradas a mano con botellas de plástico o de llantas y ha andado en lodo, bajo la lluvia o el tormento del sol, sin comer durante tres días, quizás nomas tortillas con sal y puro chile.
De que somos… somos.
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