Para el señor Trump, el único ‘calentamiento global’ es el que provocan las minifaldas

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A principios de junio pasado, Donald Trump ordenó retirar a su gobierno del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, lo cual significa que todos los esfuerzos hechos en ese sentido los tiró por la borda.

La lógica del locuaz mandatario es ramplona: su país sale perjudicado con dicho tratado, lo cual redunda en pérdida de empleos. Con ello, da vía libre a los grandes empresarios que no quieren invertir en tecnologías ‘limpias’. ¡Viva el capitalismo salvaje!

Uno de los principales argumentos de los impulsores de la lucha por el desarrollo sustentable, radica en que la emisión incontrolada de gases de ‘efecto invernadero’, provoca un calentamiento de la atmosfera, que implica peligrosas modificaciones del clima global.

Justamente, el registro de prolongadas sequías, por un lado, y el aumento del poder de los huracanes, por el otro, son una demostración de tales alteraciones, de acuerdo a rigurosas investigaciones científicas.

Al margen de que en términos geopolíticos los Estados Unidos abdica del liderazgo en esta materia, la sabia naturaleza ya le está dando muestras de su equívoco al envalentonado supremacista de closet.

En días pasados, el huracán ‘Harvey’, rompió el record de precipitaciones impuesto por ‘Amelia’ en 1978, con alrededor de mil 270 milímetros de lluvia, lo que se reflejó en inundaciones atípicas en la zona de Houston, con un costo en vidas humanas y daños materiales de los cuales, aún, no se tienen datos finales.

Mañana y el sábado, el huracán ‘Irma’ podría convertirse en uno de los más devastadores de la historia de la vecina nación, al tocar tierra en Florida.

¿Cuál será el costo para los estadounidenses, y el resto del mundo, de las babosadas del magnate?

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