Francisco Cabral Bravo

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Con solidaridad y respeto a Ricardo Ahued Bardahuil

Apareció el estado. Siempre son preferibles los hechos a los discursos. Pocos, muy pocos, son los discursos que producen un cambio.

Los ha habido en la historia, pero son escasos.

Casi siempre los discursos, buenos, regulares y malos quedan atrapados en su propia banalidad y suelen ser tan fugaces como el instante en el que son pronunciados. A pesar de ello o quizá por ello, abundan los políticos que parecen estar convencidos de lo que los discursos solucionan.  Hablan y se van muy satisfechos, seguros de que han salvado a la patria.

Pero los verdaderos agentes de cambio son los hechos.

Es ya una tradición celebrar los encendidos e irónicos discursos qué pronunció Demóstenes en contra de Filipo II  y luego de su hijo Alejandro, y sin embargo, Alejandro avanzó y venció a Atenas sin que las palabras del orador lo impidieran.

Por cierto le comentó la 4T  ensaya los métodos para acabar con los blindajes que pretenden dejar los mandatarios de oposición  luego de terminar su gobierno.

Con 17 gubernaturas aseguradas  para finales del presente año, en especial para sustituir a los fiscales transexenales que heredarán los nuevos gobiernos.

La punta de lanza de esta estrategia es el caso del fiscal Estado de Morelos, Uriel Carmona Gándara,  con posibilidades de ser desaforado y vinculado a proceso, según la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero, por enriquecimiento ilícito.

El funcionario es una herencia del ex gobernador perredista Graco Ramírez y un rival declarado del actual mandatario Cuauhtémoc Blanco, quien a nivel local y federal tiene también sendas investigaciones.

Carmona Gándara es acusado directamente por la FGR, que solicitó en primera instancia información a la Unidad de Inteligencia Financiera, de Santiago Nieto, para engrosar un expediente de lavado de dinero.

Pero el personal de Hertz Manero decidieron finalmente solicitar el desafuero del funcionario local por no haber presentado en 2018 un examen de control de confianza para desempeñar su cargo.

La solicitud de desafuero,  según diputados, carece de fundamentos sólidos para asegurar su procedencia. Pero en la Sección Instructora de la Cámara baja propusieron  darle trámite por considerar que la Constitución no otorga fuero a los fiscales locales.

La propuesta encendió alarmas en los 32 estados del país, Incluso en los gobernados por Morena, pues aceptar la interpretación del presidente de la Sección Instructora, Pablo Gómez, implicaría retirar la protección a todos los fiscales locales y, por lo tanto, su sencilla remoción.

La Constitución establece que tienen fuero los ejecutivos de las entidades federativas, diputados locales, magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia de las entidades federativas, en su caso los miembros de los  Consejos de las Judicaturas Locales, y los miembros de los organismos a los que las Constituciones Locales les otorgue autonomía.

Como cabezas de organismos a los que las constituciones locales otorgan autonomía, los fiscales estatales cuentan con fuero en una interpretación general del texto constitucional.

Pero en Morena se impulsa intencionalmente una interpretación diferente, qué podría derivar de aquí a 2024 en el encarcelamiento de una decena de gobernadores.

El más interesado en impulsar esta estrategia es  Gertz Manero, quien es consciente de que ninguno de los 29 fiscales locales y todavía traes procuradores realizaron exámenes de confianza antes de iniciar sus funciones.

En otro orden de ideas, todos los funcionarios de la 4T  así como sus subalternos tiene la instrucción de participar activamente este próximo 1 de agosto en la consulta popular para juzgar a actores públicos, y no solo acudiendo a la casilla respectiva para votar, sino llevando al mayor número de personas para el mismo efecto.

Desde ahora se puede asegurar que no acudirán más de 37  millones de personas para manifestarse en favor de que sean juzgados “actores políticos del pasado”, aunque lo relevante será el año que viene con la renovación de mandato del propio presidente.

Está visto, por ejemplo, que en la CDMX ese arrastre popular que tenía el Ejecutivo Federal se ha perdido y ello se podrá ratificar o no, este próximo 1 de agosto.

Como están las cosas en la capital del país, en donde ni siquiera los alcaldes de oposición que ganaron se han podido reunir con los alcaldes salientes para dar paso a la transición, pues ya se imaginará estimado lector, cómo está el ánimo besos capitalinos que votaron por los candidatos del PAN,PRI y PRD, en tomo a la actitud de Morena y de  Claudia Sheinbaum.

La participación de la ciudadanía en la consulta popular también permitirá dar  luz a ese nuevo activismo de la sociedad que el próximo año se verá reflejado en la revocación de mandato.

El derroche de recursos económicos y humanos en torno a la consulta popular que, en un primer momento era para enjuiciar a los expresidentes, pero que al final la SCJN  replanteo la pregunta y con ello, hasta el presidente cae en la misma consulta, ya que sus decisiones tomadas en 2019 y 2020 afectaron para mal la vida de millones de mexicanos y por ello el alcance de la pregunta tendría que ser vinculante para él también, en caso de que se alcancen los 37 millones de participantes.

Mucho dinero, demasiada movilización para nada, no quiero imaginar lo que harán el próximo año.

Como se observa en esta consulta popular del 1 de agosto no sólo está en juego la democracia participativa, como así la llama la 4T, sino la propia permanencia del presidente en su cargo.

¿Se ha fijado, respetable lector, que el tiempo pasa cada vez más rápido?

No sólo se tiene esa sensación de que los años se acaban más pronto, de que ya es julio y apenas estamos acomodándonos en el año,  sino que todo a nuestro alrededor va más de prisa, de que estamos en medio de una carrera frenética por llegar al futuro.

En el campo de la política parecen estar a las carreras.

Ya lo dice el refrán: No por mucho madrugar amanece más temprano. ¿Para qué queremos que se acabe el hoy y comience el mañana?  ¿Acaso estamos tan incómodos con el presente que por eso no lanzamos en estampida hacia el futuro?

Hay filósofos que consideran que el único tiempo existente es el presente, decía San Agustín es el único tiempo con el que contamos; el pasado es una creación de la memoria y el futuro una invención de la imaginación.

Correr hacia el futuro es de alguna manera un intento de huir del presente.

No es lo mismo escapar que perseguir.