Salvador Muñoz

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De un modo u otro, hay crisis en los partidos de Veracruz.

En el Sol Azteca, Manuel Bernal ya habla de un PRD “encadenado” al Gobierno estatal. Es más, acusa al dirigente Sergio Cadena de obstaculizar las manifestaciones a favor de Rogelio Franco Castán (que de cierto modo, son manifestaciones en contra del Gobierno del Estado) y la gota que derrama el vaso es el salto de las diputadas del Sol Azteca a Morena donde hubo mucho silencio del presidente del partido en este asunto.

Agregue que lo que pudo ser un gesto de cortesía política cuando se saludaron Bola 8 (Eric Cisneros Burgos) y Sergio Cadena Martínez, tras las declaraciones de Manuel Bernal y un grupo de perredistas, el apretón de manos se trastoca en una especie de Sol Moreno.

Como sea... la salida al escenario político de Manuel Bernal y Yazmín Copete Zapot pareciera un barrunto de tormenta que va tapando al Sol Azteca (Cadena) que ahora sí, ni se asoma por casualidad.

En el PAN, los candidatos a ocupar la dirigencia del partido están haciendo su chamba y si bien, hay de cierto modo un respeto tácito de uno para con el otro, a veces sus equipos se sueltan uno que otro madrazo que lejos de denostar a la figura del contrincante, se mina a la figura del partido ante los ojos del ciudadano que puede dejar de verlo como una opción de cambio.

Es claro que el Chapito y Tito tienen una enorme tarea que es la de convencer a la militancia azul que cada uno de ellos es la mejor opción… afuera del partido, a nadie.

Momento… la crisis del PAN no inicia con la disputa por la dirigencia… la viene arrastrando posterior al 2018 tras perder la gubernatura… De la anterior Legislatura que tenían 12 ó 13 diputados, hoy llegan a nueve. Sí, segunda fuerza en el Congreso, pero menguada.

Ya ni se diga en cuestión de Ayuntamientos… en estas elecciones, el PAN en sí tiene una veintena de municipios… hace cuatro años, 67.

Lo lógico es que se juzgue el trabajo de los alcaldes salientes… pero en términos generales la paternidad de las derrotas azules este 2021 se la adjudican al dirigente del partido, en este caso, al Chapito… y la tesis que plantean en las disputas es que nadie apoya a un perdedor.

Ahora sí, parafraseando ese eslogan de Alien contra Depredador, uno lo que menos espera de los panistas es que “gane quien gane, el ciudadano pierda una opción” por llevar sus diferencias más allá de la elección de dirigente… recuerden que ya nos han demostrado que saber perder, no es lo suyo.

El PRI de Veracruz, a diferencia quizás de los anteriores partidos, desde el 2016 está viviendo su primera crisis. Sí, tanto PAN como PRD saben ya lo que es la lona, el asunto es que muchas veces, cuando están arriba, se les olvida de lo que es haber estado abajo.

Es posible que en estos cinco años, el PRI haya tocado fondo y el ciudadano no lo haya notado... pero el militante sí. A ciencia cierta no sé si haya tocado fondo, pero si es así, sólo tiene un camino el Revolucionario: para arriba. Es el ciclo normal de nuestra política. Naces, creces, caes, sobrevives o mueres; si sobrevives, vuelves a nacer... el asunto es que los ciclos varían…

Por ahí alguna ocasión se habló de cambiarle el nombre al partido… incluso, Marlon Ramírez Marín pidió analizar si las siglas del PRI cambiaran de Revolucionario Institucional a Reconstrucción Institucional, “porque hoy la transformación que requiere este país implica que reconstruyamos lo que están destruyendo”.

Es cierto, el PRD vive una crisis en este momento; el PAN igual sufre la suya; y el PRI entiende los motivos de su crisis, los asume y entiende que hay que afrontarlos... 

Morena está en los cuernos de la luna pero quizás por prudencia política debería verse en estos “espejos de crisis” donde en uno, ni siquiera ha detentado el poder en el Palacio de Enríquez; otro, lo saboreó dos años; y el tercero, durante más de 80 años lo tuvo… debe echarle mucha cabeza para entender en cual se quiere ver...

smcainito@gmail.com