Lenin Torres Antonio

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Los gobiernos conservadores “neoliberales” prianistas no tan sólo saquearon las arcas públicas de México, sino también entregaron al extranjero los principales recursos del país, como el petróleo, el agua, la luz eléctrica, los minerales, los ferrocarriles, e incluso, hasta la extracción de tierra privatizaron, entre otros; y encubiertos esgrimieron la mentira de la “modernización” e implementaron un esquema de privatizaciones que beneficiaron primariamente a los grandes oligopolios extranjeros y a la minoritaria casta económica y mediática, por eso fue que poco a poco México fue cayendo en una espiral de decadencia de la que todavía no sale, a parte, fueron gobiernos retrogradas y apátridas que se vendieron principalmente al vecino del norte, y perdieron el liderazgo regional que tenía México en Latinoamérica.

Esta es la triste historia de un país con su clase política desalmada prianista y un pueblo explotado y sufrido que despertó de su sueño dogmático, que está tomando en sus propias manos la construcción de su futuro, y que sabe que tiene que extirpar el resto del tumor maligno que lo condenaba a la muerte.

Restos de la clase política prianistas, que ahora vueltos demócratas a ultranza, aunque nunca fueron demócratas, acérrimos defensores del marco del derecho y la legalidad, cuando todas sus vidas fueron unos “pillos” fuera de la ley, sin calidad moral se atreven opinar y ponerse como ejemplos de probidad, patriotismo y éticos. Un mundo al revés como “Alicia en el país de las maravillas”; aunque ignoren o sufran demencia, México es otro, que sabe distinguir “lo bueno” de “lo malo”, que está informado, que perdona, pero nunca olvida a quienes hicieron de la política un instrumento perverso para hacer el mal, a los que hicieron de la democracia un proceso para legalizar la corrupción, a quienes, aunque se vista con pieles de cándidas ovejas sabe que son lobos hambrientos de poder, que reconoce el buen gobierno del presidente Obrador porque hizo de los excluidos, marginado y pobres de esos periodos aciagos de gobiernos prianistas, el objeto principal de la gobernanza.

Al anterior sistema político prianista no le interesaba realmente “la modernidad”, en el entendido de ir construyendo a partir de la ideas de la ilustración las figuras políticas, legales, psicológicas y culturales que fortaleciera la democracia, usaba “la modernidad” como un slogan de un marketing con que intentaba vender movimientos cualitativos hacia un mejor sistema político mexicano, aunque en la realidad, era una retórica vulgar de una dictadura democrática que permitía que se relevarán el poder público un camarilla de sin escrúpulos políticos; para esa clase política ir hacia las reformas políticas de fondo que fortalecieran la democracia era un tema tabú.

“Llegar tarde a las luces de la ilustración” es una de las características del anterior sistema político mexicano que fue encabezado por esa banda de facinerosos prianistas, y lo fue premeditadamente más que por ignorancia, porque simplemente así convenía a sus intereses personales y de grupo, sino hubiera sido así, México hubiera evolucionado a estadios más democráticos, por ejemplo, en muchos países de Latinoamérica existe la figura de revocación de mandato, la segunda vuelta electoral, como en muchísimos países existe la relección de los gobernantes; y en México con la llegada al poder público del visionario Andrés Manuel López Obrador estamos apenas explorando y ejecutando nuevas figuras políticas, legales y electorales para fortalecer la democracia y la política, pese a la férrea resistencia de lo retardataria oposición prianistas portavoces ab aeterno del poder económico que prefiere que el statu quo no se mueva ni un milímetro.

El debate político de la oposición se traduce en posturas torpes y vacías, apostando más al flatus vocis que al argumento y las ideas, una ausencia de rigor intelectual que se traduce en un lastre a la transición hacia una democracia fuerte y completa, pronto veremos defender a los emisarios del pasado del INE, en lugar de hacer una reforma electoral y política que sea menos costosa y que funcione con imparcialidad y eficiencia; ya lo hicieron obstaculizando la reforma eléctrica que haría retomar la soberanía de los energéticos perdidos con la reforma energética peñistas, y entre más se acercan las elecciones del 24, más cerrazón veremos en la oposición en México, con la esperanza que sus falacias logren engañar al pueblo de mexicano, cosa que está muy lejos que suceda, y los estertores del final se oirán como un momento lamentable de lo que pudieron ser y nunca fueron los partidos políticos otrora predominantes, el PRI y el PAN, en “la cruz llevarán su penitencia”, tampoco no se puede esperar otra cosas de las caricaturas de sus líderes.

En Veracruz vemos otro bochornoso espectáculo de la oposición prianista, apoyados por los ecos levantados a nivel nacional por el poder mediático, que está en franca campaña electoral a favor del pasado y del prianismo, sobre el tema de la reforma al artículo 11 de la Fracción III de la Constitución Política del Estado de Veracruz que permite que pueda ser candidatos a puestos de elección popular personas que tan sólo hayan nacido en México y que demuestren vecindad en el estado de Veracruz de cuando menos cinco años, que favorecerá legítimamente a la secretaria de energía Nahle, quien tiene una probada vecindad en el sur del estado de Veracruz, desde donde ha luchado junto al presidente Obrador por la 4ª T. para cambiar a México. Lo que no dicen los “severos críticos” que dicha reforma fue apoyada, a parte por toda la fracción parlamentaria de MORENA y sus aliados, por diputados del PAN y del PRI, y que dicha ley es progresista que beneficiará no tan sólo a Rocío Nahle, sino a todos los veracruzanos que por vecindad que llegaron asentarse en Veracruz y a amar su tierra, gente y costumbres, y que justamente tendrán derecho de poder representar a su gente si así lo desean y el voto les favorece.

Una ley vanguardista, lejos de los prejuicios y falsas posturas, que más que construir buenos argumentos en contra, reflejan la impotencia de no tener con qué competir en el 2024 por la gubernatura de Veracruz y demás puestos de elección popular, así vemos patéticamente las mediocres declaraciones de los Yunes priistas, Héctor y José (Pepe), quienes responsables de la debacle del PRI en Veracruz, ahora se dedican a cachar temas oportunistas para intentar ganar atención, aunque sus historias los aplastan no tan sólo sus posturas sino también sus posibilidades de ser protagonistas y poder “ganarse otro hueso” como están acostumbrados, así como tampoco de la amenaza de la cúpula panista en Veracruz de castigar a los diputados panistas que aprobaron dicha Reforma, por cierto, tampoco se habla del trabajo fecunda de la actual legislatura de Veracruz, que hace poco aprobó el derecho de los veracruzanos y las veracruzanas al “matrimonio igualitario”, culminando de forma positiva la lucha que por años han hecho los movimientos de las diferencias, sobre este tema, el silencio de los partidos de oposición y los actores como los que menciono; el instinto de “grilla” puede más que el sentido común y la razón, bien por la reforma a la constitución de Veracruz que permite entender que se es más veracruzano no por haber nacido en Veracruz sino por haber vivido aquí y tener el arraigo no tan sólo en la tierra veracruzana sino con su gente y sus problemas, y más cuando se quiere construir un mejor Veracruz.

En Veracruz sigue la 4ª T., así que la reforma a la constitución de Veracruz no tan sólo beneficiará a Rocío Nahle sino a todos los mexicanos y las mexicanas que tengan arraigo y sientan a Veracruz; y al obradorismo, que seguro verán en Rocío Nahle la mejor opción de congruencia política, inteligencia para continuar la lucha en Veracruz por consolidar la 4ª T., probada vocación de servicio, a una extraordinaria funcionaria federal que logró que tuviéramos en tiempo récord la refinería de "Dos bocas" para lograr la autosuficiencia energética,  y a una acérrima obradorista que seguro ganará la gubernatura de Veracruz.