Agustín Contreras Stein
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CUENTAN, de acuerdo a la evaluación política del momento, que ni Beatriz Paredes Rangel, será candidata de la coalición por la presidencia de la república, ni tampoco lo será Claudia Sheinbaum, por parte de Morena, pues en ambos casos no existen condiciones, para ambas aspirantes. La coalición estará, seguramente, pensando en otra posibilidad mucho más viable, debido a que la experimentada tlaxcalteca, no está al cien por ciento en materia de salud. No aguantaría, ni siquiera, el ajetreo de la campaña política. Para el caso de Morena, el presidente de la república, parece estar encubriendo al verdadero candidato, haciendo que todos los golpeteos y descalificaciones se dirijan hacia la jefa de gobierno, quien bien está enterada de esta estrategia presidencial y la acepta por razones política, de amistad y de lealtad al mandatario nacional. No será sacrificada, como aseguran algunos, puesto que así está dispuesto desde el primer momento, quizá, desde que Adán Augusto López Hernández, fue traído a la ciudad de México, para ocuparse de la segunda posición dentro del organigrama político de la administración.
Para el caso de Beatriz Paredes Rangel, la que más ha sonado para encabezar la candidatura de la coalición, se topa con dos grandes problemas, es decir, el primero ya comentado y que se refiere a su salud. El otro tiene que ver directamente con los acuerdos de las dirigencias de los partidos políticos que integran el bloque opositor, en el sentido de que el PRI, propondría candidatos para el Estado de México, y para Coahuila, cediendo al PAN, la oportunidad para que pueda disponer, en primera mano, para proponer a su propio candidato, aunque esta versión no es del todo cierta, porque, finalmente, las tres dirigencias nacionales de los partidos en coalición, analizarían profundamente la propuesta, pues se trata de llegar a las elecciones completamente convencidos de que los esfuerzos de todos los partidos, serán encaminados a obtener la victoria electoral. De ahí que pueda haber, todavía, algunas modificaciones, pero en términos generales, será el PAN, quien decida la candidatura, con acuerdo pleno del resto de participantes en eta unidad política.
Como consecuencia de este panorama político, la pregunta se antoja de inmediato, es decir, ¿entonces quién o quienes serán los candidatos en el proceso electoral del dos mil veinticuatro?
El camino para estarse despejando para Adán Augusto López Hernández, de Morena, de acuerdo a lo que se ha venido observando a nivel nacional, y principalmente lo que parece estarse concretando en el altiplano, de donde se expresará, como se sabe, la última palabra. Por lo que se refiere a la coalición política, tal y como ya lo comentamos, las dirigencias nacionales, están trabajando en este asunto, es decir, buscando al mejor perfil, que bien podría ser de entre destacados panistas, o bien de alguna otra opción que vendría, sin duda, de algún personaje externo, con carrera política, pero que no tuviera, de alguna manera, ligado directamente a cualquiera de los partidos políticos de oposición. Esto suena interesante, porque se estaría atendiendo al reclamo de la población en general, que quiere ver caras nuevas, frescas y con una capacidad a toda prueba, independientemente de la experiencia que pueda tener acumulada. De estos personajes, hay muchos en todo el país, de donde podrían escoger el que tenga mejor perfil, donde se incluya la honestidad, la capacidad y la experiencia, sobre todo, alguien con plena voluntad para servir al pueblo mexicano. Es así, como la coalición política podría ser mucho más competitiva en la sucesión presidencial.
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EN VERACRUZ, LA MISMA HISTORIA.
QUIZÁ, LO MISMO QUE PODRÍA estarse pensando a nivel nacional, sucedería en la sucesión gubernamental en la entidad veracruzana. ¿Porqué?, bueno, hay razones para pensar que también en Veracruz, las cosas podrían salir distintas a lo que ahora se han presentado. En primero, si el candidato de Morena, a nivel nacional, lo es Augusto López Hernández, es posible que Rocío Nahle, sea la candidata a la gubernatura de Veracruz, sencillamente, porque no sería una posición del secretario de gobernación, sino del mismo presidente, quien obligaría a López Hernández, aceptarla. Quedaría pendiente, la posibilidad de Ricardo Ahued, por aquello de las circunstancias políticas, que también, como se ha dicho, tienen que ver mucho en los procesos electorales. Para Sergio Gutiérrez Luna, quedaría reservada una posición en el altiplano, o bien aceptar la posición número dos del gobierno en Veracruz, dejando para el actual presidente municipal, la secretaría de finanzas, o bien la secretaría de gobierno, aunque parece más lejana esta posibilidad.
En la coalición política de Veracruz, el candidato lo será, sin duda alguna, Pepe Yunes, aunque habría que revisar, con cuidado, alguna cuestión relacionada con la paridad de género. Hasta ahora es el mejor perfil, pero estaría condicionado a esta circunstancia. Aquí, en el caso de ganar las elecciones el político de Perote, veríamos en la segunda posición, precisamente a Julen Rementería, o a una mujer, por primera vez, en la secretaría de gobierno. De Movimiento ciudadano, es un tema que podríamos comentar posteriormente.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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