César A. Vázquez Lince

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BINIZA: El líder del PT, Alberto Anaya, reiteró a AMLO que su partido se mantendrá en alianza con Morena y descartó lanzar un candidato presidencial propio. Existe fricción por la posible candidatura de Sheinbaum, mientras que Anaya inclina su preferencia por Marcelo Ebrard

La semana del 17 al 23 de abril resultó ser muy interesante para la 4T. Durante este periodo, la SEDENA se vio envuelta en el escándalo de los viajes millonarios del Secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y su familia. Si esto no fuera suficiente, el presidente López Obrador respondió a los cuestionamientos con un desafortunado "¿y qué? ¿Cuál es el problema?".

Mientras tanto, en el Estado de México, se llevó a cabo el primer debate entre las aspirantes a la gubernatura: Delfina Gómez Álvarez y Alejandra del Moral. Durante el debate, la candidata de Morena se vio cuestionada sobre los descuentos del 10% del sueldo a 472 trabajadores, y sobre cómo una parte de ese dinero fue a parar a las finanzas de Morena. Delfina se defendió argumentando que el fallo fue contra su partido y no contra ella, es decir, que ella no fue responsable directa de los hechos.

Pero la cereza del pastel fue la venta del Boeing 757, también conocido como el avión presidencial. El presidente López Obrador anunció que Tayikistán sería el comprador de la aeronave. Esto causó una serie de reacciones entre simpatizantes y opositores del tabasqueño.

Mientras que los simpatizantes brincaban y presumían la venta, la oposición, en lugar de quedarse callada, criticó las condiciones de la venta: que se lo vendieron a un país opresor, que lo vendieron a un valor mucho menor al costo, etc.

No obstante, lo que realmente importa es el mensaje. Mientras la oposición sigue buscando una forma efectiva de conectar con la ciudadanía, López Obrador sigue dando golpes simbólicos que, si bien no tienen un beneficio real, hacen que la venta del avión se convierta en una promesa más de campaña cumplida.

Porque, para doña Paquita que sale a las 5 de la mañana para alimentar sus gallinas, o para doña Tifo que vende tacos en la esquina, no importará si el avión se vendió por el 90% menos de su valor real o a quién se lo vendieron, solo sabrán que AMLO vendió el avión y ya. Y esto será un logro más para el presidente.

Si López Obrador sigue actuando así, no hay nada que la oposición pueda hacer para las elecciones de 2024. El factor AMLO pesará tanto en la urna que parecerá que él mismo está en la boleta electoral. La oposición necesita conectar fuerte y claro con la población si quiere tener alguna oportunidad de éxito en las próximas elecciones. Porque, mientras López Obrador lo hace muy bien, ellos parecen estar perdidos en el camino.