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TIEMPO Y ESPACIO - Maricarmen Delfín Delgado
EL LIENZO QUE ENVUELVE EL ALMA
2023-08-05 - 18:56

María del Carmen Delfin Delgado


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El mandil o delantal es una prenda de vestir utilizada para cubrir la parte delantera del cuerpo, desde el cuello o desde la cintura hacia abajo, que generalmente se ata en la espalda. Ha sido una prenda ampliamente utilizada en diferentes culturas a lo largo de la historia y tiene diversos usos y significados dependiendo de la región y el contexto en el que se utilice.


El origen del mandil o delantal se remonta a la antigua civilización sumeria alrededor del año 2500 a.C., su uso en la antigua civilización se basa en registros encontrados en tablillas de arcilla cuneiforme y representaciones artísticas de esa época, en las imágenes sumerias se puede observar a hombres y mujeres usando prendas similares a mandiles en diversas actividades, como la agricultura, la caza, la pesca y la cocina. Se utilizaba tanto por razones prácticas como simbólicas, como prenda de protección el mandil ofrecía una capa adicional de resguardo contra la suciedad, las manchas y los elementos en trabajos manuales o actividades al aire libre. También se consideraba un símbolo de estatus y autoridad en ciertos contextos.


En el antiguo Egipto, el mandil era una prenda de vestir utilizada con diversos propósitos y tenía diferentes usos según la ocupación y el estatus social de la persona; se han encontrado representaciones de trabajadores y artesanos usando mandiles en sus labores diarias. Como vestimenta de trabajo, los mandiles eran comúnmente utilizados por, albañiles, carpinteros, canteros y otros trabajadores manuales llevaban mandiles para evitar que sus túnicas y prendas se ensuciaran con polvo, suciedad o materiales de construcción. Los cocineros y ayudantes de cocina podrían haberlo utilizado aun cuando no haya evidencia plasmada.


Como símbolo de estatus también podían tener un significado y estar asociados con el estatus social o jerarquía de una persona. Algunos altos funcionarios, nobles y miembros de la realeza usaban mandiles elaborados y decorados con símbolos que reflejaran su posición en la sociedad.También tenían un uso fúnebre, en algunas ocasiones, también podían ser incluidos en el ajuar funerario y se colocaban junto con el difunto en su tumba como parte de sus pertenencias para el más allá.


A lo largo de los siglos, el mandil continuó evolucionando y adaptándose a las diferentes culturas y necesidades. En la Edad Media, por ejemplo, los mandiles adquirieron un carácter más especializado y se utilizaron en actividades como la alquimia, la sastrería y la medicina, también se convirtieron en parte del atuendo de gremios y cofradías, identificando la ocupación de los individuos.


Como vestimenta de trabajo para campesinos, herreros, albañiles, cocineros y otros profesionales que estaban expuestos a suciedad, polvo o chispas; para los cocineros, sirvientes y camareros en las cocinas de castillos, monasterios y tabernas. Los artesanos, como sastres, curtidores, zapateros y otros.


Como prenda distintiva en algunos contextos, el mandil podía utilizarse como una prenda distintiva que identificaba a miembros de ciertas hermandades, gremios o cofradías. Cada grupo podía tener su propio diseño y color, lo que ayudaba a reconocerlos y distinguirlos.


Durante la Edad Moderna, que abarca aproximadamente desde los siglos XV al XVIII, el mandil continuó siendo una prenda de vestir con diversos usos y funciones, aunque su estilo y diseño evolucionaron con el tiempo; para el trabajo manual y artesanal, en las labores domésticas, en el ámbito de las profesiones de la salud, en las cofradías y hermandades. En el ámbito militar y naval, ciertos rangos y posiciones llevaban mandiles como parte de su uniforme, especialmente en actividades navales.


Es importante destacar que, a medida que avanzaba la Edad Moderna, la moda y las tendencias en la vestimenta evolucionaron y variaron según las distintas regiones y culturas de la época. Esta prenda siguió siendo práctica y funcional, y su uso se adaptó a las necesidades específicas de cada ocupación y medio social. Con el tiempo, la apariencia del mandil pudo haber cambiado, pero su utilidad como prenda protectora se mantuvo constante.


El mandil ha sido un elemento significativo en muchos trajes folclóricos alrededor del mundo, y su presencia puede variar según la región y la cultura específica, en algunos casos es más que una simple prenda práctica, ya que a menudo tiene un valor simbólico como parte importante de la identidad y tradición de una comunidad. En la masonería, el mandil tiene un gran significado, simboliza un fuerte sentido de comunión espiritual entre los hermanos.


En México, es un elemento destacado en el traje típico de algunas regiones, como en el traje de china poblana, atuendo tradicional del estado de Puebla; en el atuendo de la jarocha en Veracruz, en el traje de tehuana la región del Istmo de Tehuantepec, en el traje tradicional yucateco, en los diversos atuendos de las regiones indígenas de nuestro estado y del país, por citar algunos.


Sin embargo, en nuestro diario acontecer el mandil significa más que un paño protege la ropa, puede tener un fuerte significado simbólico y emocional para quienes lo utilizan, representando aspectos como identidad, sacrificio, orgullo, cuidado, humildad, tradición y sentido de pertenencia.


En ti veo el recuerdo, veo el que portaba mi abuela, con el que limpiaba el sudor de mi cara después del juego, recogía mis lágrimas infantiles y las suyas cuando la vida no se portaba bien con ella, donde secaba mis pequeños brazos mojados por la lluvia, el que escondía dulces y deliciosos premios en las tardes de merienda, acunaba los huevos recogidos del gallinero, transportaba el recaudo imprevisto al ir al mercado, el que simboliza la entereza de la mujer mexicana, el lienzo que envuelve el alma.


 


 

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