Agustín Contreras Stein

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HAYA sido como haya sido, lo interesante del caso es que Morena, el partido político en el poder, ya tiene candidata a la gubernatura del Estado.

La decisión final fue tomada con antelación y la encuesta solo sirvió para darle la formalidad requerida, pero de antemano se sabía que Rocío Nahle García, ex secretaria de energía y todavía senadora de la república, con licencia, sería la coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación en Veracruz y en consecuencia la candidata oficial a la gubernatura.

No es, por lo tanto, nada extra extraño que se diera este resultado, al cual se le rodeo de la emoción correspondiente, alargando la noticia hasta el día viernes pasado como estaba programado por la dirigencia nacional morenista.

De esta manera, el Frente Amplio por Veracruz, que aún no se formaliza, ya tiene con quien enfrentarse en los comicios del primer domingo del mes de junio del dos mil veinticuatro, cuando los ciudadanos en general tengan que elegir al mejor candidato o candidata para gobernar a la entidad veracruzana en los próximo seis años del nuevo sexenio gubernamental que daría comienzo el primero de diciembre del mismo año.

Puesta la primera carta en la mesa del enfrentamiento político, solo se espera que surja, en cualquier momento, el representante del bloque opositor que a todas luces parece ser Pepe Yunes, un hombre con toda la experiencia política del mundo, pero, además, un perfil bastante adecuado para esta lucha política que se espera sea civilizada y de respeto para todos, sin que llegue a concretarse el temor de mucha gente en el sentido de que pueda darse una elección de Estado.

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SE VA O NO SE VA

SI NO SUCEDE OTRA cosa, este día también podría conocerse, finalmente, el destino político de Marcelo Ebrard, después de amenazar constantemente que se va de Morena, luego de no aceptar, tanto los resultados como la estrategia de la encuesta que se llevó a cabo y que todo mundo sabía, casi con precisión que la coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación lo sería precisamente Claudia Sheinbaum, lo que le dará el pase automático hacia la candidatura a la presidencia de la república.

Marcelo no termina todavía de hacer sus berrinches, cuando en realidad tenía conocimiento claro y preciso como la tenían los demás militantes de Morena, de que la ex jefa de gobierno de la ciudad de México, encabezaría el proyecto político del presidente López Obrador.

Si, podría ser cierto que el mismo presidente, le haya prometido la candidatura al carnal Marcelo, pero eso fue en otros tiempos cuando el propio López Obrador, necesitaba del ex canciller. Estos posibles acuerdos quedaron en el pasado como tantas otras promesas que hizo el mandatario con la finalidad de escalar a la presidencia de la república.

Marcelo, por ahora, está en espera de una propuesta decorosa que le permita seguir dentro de Morena. Si no la hay, posiblemente busque cobijo en otra organización política y hasta con la posibilidad de que pueda desarrollar su talento político.

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CLARA BRUGADA, MAL SÍNTOMA PARA SHEINBAUM

PUES YA SE VIÓ que Claudia Sheinbaum, no tiene poder todavía. El presidente le entregó el bastón, pero no el mando y esta es la hora en que se está dando cuenta la candidata, de que López Obrador es el que manda y que posiblemente tenga ella algo de que disponer cuando ya sea presidenta si es que llega a serlo, porque ahora tiene enfrente una candidata de la oposición que no la dejará pasar tan fácilmente.

Pues bien, el presidente metió las manos como siempre lo ha hecho, para decidir sobre la candidatura en la ciudad de México. No fue Omar, sino Clara. El mensaje fue más que contundente para Claudia. El que manda y seguirá mandando es López Obrador.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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