Dr. Lenin Torres Antonio

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Fui invitado a participar en la construcción de un periódico académico por el rector del Colegio Veracruz, Mario R. Mijares Sánchez, proyecto que me pareció oportuno, principalmente por la ausencia de análisis profesional y académico en los asuntos de la cosa pública, y particularmente, de la política en todas sus expresiones, el poder, la democracia, el proceso electoral, etc., y máximo que el Colegio Veracruz su eje trasversal académico, educativo y profesional son las ciencias políticas.

Platicando con el rector del Colegio Veracruz sobre el espacio que significaría para escribir artículos académicos en el periódico “El Republicano” como decidimos nombrarlo, no tan sólo para los académicos y docentes, sino principalmente, para los alumnos, le comentaba que era necesario y sumamente importante, pues esos análisis de la política habían quedado para opinólogos, periodistas y comunicólogos que sin rigor científico ni humanístico, y si, con cortes tendenciosos, amarillistas e imparciales. Y los que podía aportar análisis serios, profesionales y académicos, que bien deberían surgir de los mismos centros educativos, no lo han hecho, y que evadían con esto, el compromiso que se tienen con la verdad y el conocimiento argumentativo e investigativo.

Otrora en Xalapa Veracruz, el difunto padre Quintín, con una mentalidad progresista, hablaba del salario mínimo, el desempleo, la educación, esto era mínimo con lo que podrían haber hecho desde hace tiempo, la Universidad Veracruzana con sus centros e institutos de investigación, la Normal Veracruzano, los Tecnológicos, e incluso, Centros Educativos Particulares, y hasta la fecha no lo han hecho.

Hay que tomar en cuenta que la vida pública implica una permanente revisión de sus marcos conceptuales y epistemológicos, que permitan retroalimentarse para no caer en la improvisación y, en el capricho y la ocurrencia personal del gobernante en turno, y que hablar desde instituciones educativas que se encargan exactamente de analizar crítica y académicamente, como en este caso, las humanidades, las ciencias sociales, la psicología y las ciencias políticas, lo que implica la vida en sociedad, el poder y las diferentes formas de gobernar, entre otros tópicos, resulta sumamente importante buscar formas en que esas instituciones educativas participen en la reflexión académica en común buscando desechar la demagogia, la mentira, y principalmente, que esos medios de comunicación vuelvan a los cánones éticos de imparcialidad, oportunidad y veracidad, además de crear en la sociedad mexicana un pensamiento crítico desde la ciencia y la ética.

Desafortunadamente el proyecto académico de “El Republicano” se topó con el poder ciego y torpe de los órganos encargados de conducir la democracia, ya que una labor académica la tachan de proselitista y tendencioso, ignorando que podemos escribir artículos académicos desde las instituciones educativas con rigor científico que en nada tiene que ver con un panfleto ni mucho menos con una tendencia o preferencia ideológica.  

Pero esos órganos electorales, lo que no hacen, no dejan que nadie lo haga, como el OPLE Veracruz, que se suma a la censura a una institución académica y educativa como es el Colegio Veracruz, por el simple hecho que creó un espacio académico para que su comunidad estudiantil y docente pudiera expresarse y generar su propio espacio de visualización como lo es su periódico “El Republicano”, esta acción de censura y torpe nos deja ver el grado de descomposición de los órganos electorales, que deberían promover estos espacios académicos para educar a los veracruzanos en las cuestiones de la vida en la ciudad, o, en las dimensiones de la cosa pública (res publica), educar a la sociedad en política implica generar una cultura critica para que la pseudo política y el sofisma no tenga cabida en la toma de decisiones de los veracruzanos a la hora de ir a votar y elegir a sus representantes, pues, ¿de dónde provendrán los criterios para la toma de decisiones?, o, acaso, ¿provendrán de los humores, del sofisma y la imparcialidad de la gran mayoría de los medios de comunicación y los “columnistas, o de la propaganda fascista?

Hay una gran ausencia de profesionalismo, y si, una carga grave de intereses y conflictos de intereses en esos órganos electorales, que bien deben por empezar a democratizarse y que no sean el resultado de grupos de poder, y que se comience a educar en cuestiones de lo público, y esto implica en política.

Lamento profundamente la decisión torpe y sesgada del OPLE Veracruz al ordenar medidas cautelares a un órgano académico de una institución científica, educativa y académica como lo es el Colegio Veracruz, y a su periódico “El Republicano”.

Esto nos deja ver a parte de los intereses políticos y económicos que atraviesan la política y el poder, la ignorancia de los hombres y mujeres que dirigen esos importantes órganos de decisión y árbitros que deberían ser más inteligentes e imparciales, además del prejuicio de juntar la ciencia con el arte del poder, que por cierto, deberían ir juntos para que no se permita atender encuestas compradas y pagadas para cambiar la percepción del electorado, y, dejar de tener miedo de tocar los temas que genera la vida pública y política sin prejuicio, es como pensar, que la Independencia de México, el movimiento de Reforma o la Revolución Mexicana tienen dueños y no pueden ser tratadas científicamente desde las humanidades, las ciencias sociales, la psicología y las ciencias políticas.

México vive una ruptura histórica que debe estudiarse científica, humanística y psicológicamente. Sino seguiremos en ese estado de degeneración de la política, la democracia y el poder público.

¡Alto a la censura retrograda del OPLE Veracruz al “Colegio Veracruz” y su periódico “El Republicano”.

Mayo de 2024.

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