Javier Roldán Dávila
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Ya se comprobó que percepción no ‘mata’ realidad, sólo a los confiados
Al recibir su constancia como gobernadora electa, Rocío Nahle, decidió terminar de una vez por todas, con los cortesanos que buscaban sembrar de escollos su ascenso al poder.
Ante las amenazas vertidas, en un escrito anónimo, contra un variopinto de periodistas y medios de comunicación, que presuntamente constituyen una ‘lista negra’ de la futura mandataria, Nahle atajó el despropósito, cuando en un video posteado en su muro de Facebook, afirmó lo siguiente, de acuerdo al informado columnista Arturo Reyes Isidoro:
“La elección ya concluyó. La relación con las distintas fuerzas políticas va a ser de respeto y de trabajo, incluso con los que disienten de nuestra visión. En Veracruz hay pluralidad y hay que convivir con ello. Nunca más debe transitar el odio y la discriminación, nunca más debe de sembrarse la calumnia y la difamación para dividir a nuestra sociedad por mucha ambición que se tenga”.
En efecto, las campañas terminaron y, debido a los acuciosos problemas que hay en la entidad, lo urgente es trabajar para solucionarlos, para lo cual, entre más manos mejor. En términos prácticos, la triunfadora de los comicios ganó dos a uno a su rival Pepe Yunes (con un aproximado de dos millones de sufragios), sin embargo, entre los que votaron por el peroteño y los que se abstuvieron, hay alrededor de cuatro millones de electores, mismos que se debe intentar incorporar al proyecto de gobierno.
El encono no conviene a nadie, ni aún a la clase gobernante, por lo tanto, esperemos que la oferta discursiva trascienda a la realidad. Por lo pronto, el rumor de que Ricardo Ahued ocuparía la secretaría de Gobierno es alentador, el alcalde de Xalapa, le entiende muy bien a la construcción de consensos.
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