Agustín Contreras Stein

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SE ASEGURA que el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, empezó a soñar desde antes que comenzara la campaña política de Claudia Sheinbaum. Desde entonces asumió que su protector, a quien le envió recursos económicos del presupuesto estatal, compuesto con participaciones federales, a través del subejercicio, lo tendría en el número uno de la lista de posibles funcionarios federales si Morena, el partido político en el poder, ganaba. La historia es ampliamente conocida de lo que sucedió en el día de las elecciones, pero el mandatario veracruzano, por ser el más honesto y trabajador, además de ser el mejor gobernador que ha tenido Veracruz, tendría una posición de suma importancia para cuando se integrara el gabinete federal. Todo fue un sueño y cuando despertó…nada era cierto. De ahí que muchas conjeturas se comenzaron a dar entre la opinión pública, pensando en que los sueños de García Jiménez, eran una realidad y no una simple jugada de su sistema cerebral, llevada a cabo durante una noche.

Lo cierto es que Cuitláhuac García Jiménez, nunca estuvo en el ánimo de Claudia Sheinbaum, porque sencillamente, ella no creyó en los adjetivos calificativos que siempre le externó el presidente al gobernador veracruzano, de tal manera que no lo tomó en cuenta para un puesto de suma importancia como los que se tienen en el altiplano, desde donde se gobierna en mayor parte al país.

Sin embargo, ¿qué pasó con su protector político que sabiendo que su pupilo en la entidad veracruzana, era el mejor gobernador del país y de la historia política de Veracruz, no defendió una buena posición federal para el mandatario veracruzano?

Está claro que Cuitláhuac García Jiménez, le creyó al presidente, cada vez que venía a Veracruz, para adularlo. Por eso satisfizo todos los pedidos del mandatario federal, al grado de que nunca pudo ejercer el presupuesto de manera puntual para lo que venía etiquetado desde la federación para ejercerse en Veracruz.

Todavía no termina el reparto de posiciones federales y es posible que una vez comenzado el sexenio se le busque por ahí un espacio donde no tenga tanta responsabilidad, porque el gobernador veracruzano, no es de aquellos que pueden responder eficazmente ante los diversos compromisos que se adquieren al ocupar un puesto de importancia.

El sueño político se ha vuelto nada para Cuitláhuac García Jiménez y es por ello que ha echado marcha atrás, cuando menos momentáneamente y ha declarado que se queda en Veracruz hasta el último día de su mandato y de paso, si se lo permite la virtual gobernadora electa del Estado, participar de los eventos relacionados con la toma de protesta, para no irse triste y decepcionado directamente a su casa.

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ACOVER, CON LA GOBERNADORA DE PUEBLOS ORIGINARIOS

EFECTIVAMENTE, ayer, los integrantes de la Asociación de Comunicadores del Estado, se reunió con Rosita Martínez Facundo, gobernadora de los pueblos indígenas, para escuchar la exposición amplia y certera sobre las actividades del Consejo que preside, así como el plan de trabajo a realizar. Al dialogar con más de treinta columnistas y reporteros, sorprendió a todos los presentes por su talento y por el conocimiento que tiene de sus raíces y de todos los pueblos originarios de Veracruz, que siguen luchando por su legitimación y por erradicar la discriminación que tanto daño les ha hecho. La lucha de Rosita, como gobernadora, es concretar acciones contra la marginación y la pobreza.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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