21 de Noviembre de 2024
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Apuntes desde el suelo - Lenin Torres Antonio
La desaparición del PRIANISMO la única forma de salvar a México
2024-09-08 - 10:37

 


 


Dr. Lenin Torres Antonio


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Pensaríamos que México necesita un proceso de “reconciliación”, y es, para muchos, la respuesta al tan traído escenario que se insisten en mostrar y yo diría en construir de la “polarización” de la vida pública y política de México, escenario que estoy convencido que no es así, que no hay dos polos contrarios, ni mucho menos dos visiones de la vida pública, ni dos proyectos de país, hay uno sólo, y es la 4ª Transformación pacífica de México desde el humanismo mexicano y la economía social.


 


Han pasado 6 años de la ruptura histórica del relevo en el poder público de la clase política mexicana PRIANISTA, de la caída de la pirámide del poder PRIANISTA post revolucionaria, y la llegada al poder de un hombre que, aun teniendo el mismo origen cuando menos partidista, pudo presentar otra forma de gobernar y hacer política desde el sentido común, y desde la simplicidad y honestidad republicana.


 


6 años, que, viéndolos detenidamente, han sido de una lucha permanente del gobernante AMLO contra una casta política, mediática y económica, no tan sólo local, sino también internacional, por desbarrancarlo de la presidencia y derrotarlo electoralmente, con tal de volver al “pinche poder”.


 


La polarización supuesta, ha sido por la incapacidad de esa élite política y casta social de convencer a la mayoría de los mexicanos de sus mentiras e infundios, y esto se ha reflejado que, en lugar de lograrlo, el efecto ha sido contrario, el obradorismo ha venido consolidando la preferencia electoral y el poder público territorial, siendo hoy la mayor fuerza política en México.


 


Esa dialéctica sofista mediática del conservadurismo ha causado si bien no empoderarlo, cuando menos, provocado cierta amnesia sobre quiénes han encabezado esa oposición traumada y patológicamente enferma, pues ahora, aquellos bandidos, hoy convertidos en “férreos demócratas”, cuando menos en la literalidad; son aquellos quienes causaron la degeneración de la política como el instrumento para resolver los problemas que se dan en la vida en sociedad de los mexicanos, y, quienes con sus actos de gobernanza situaron la vida pública mexicana en una grave crisis de subsistencia, seguridad y perspectiva de futuro.


 


Hoy, como las culebras, renovada su piel, esa clase política ha intentado ocultar su pasado, y emulando a aquellos quienes los sustituyeron, toman las calles para protestar por lo que consideran un “atropello a la vida republicana ilustrada”, sin vergüenza, hablan y vociferan con tal moralidad que sólo el buen entendedor y quienes los conocen, saben que sus palabras y argumentos se caen por su propio peso, y la falsedad de su moralidad no resiste una revisión de sus perfiles y biografías.


 


Pero seis años no ha podido borrar del todo quiénes son esa clase política que hoy es oposición, ni desdibujado la ruta que transitaron cobijados por el poder factico, económico y mediático, tanto nacional como internacional, llena de despropósitos, montajes, falsedades, sofismas, organizados en una “guerra sucia mediática”, a tal grado que nos cansamos los mexicanos de verlos “escupir y que la saliva les cayera en sus cabezas”, con sus causas insalvables hechas a vapor, urgidos de lanzar la mayor cantidad de “mierda” que terminaron por no tener la suficiente agua para limpiarse las manos.


 


Marko Cortez, Alito, los Cuchos, la Narcisa esquizoide Lily Téllez, la botarga psueda indígena Xochitl, la eterna pluri Rabadán, las caras visibles del PRIAN, Loret de Mola, López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, el ex payaso tenebroso Brozo, las voces visibles de los medios de comunicación, y, Claudio X González el personaje visible designado por la pequeña élite económica, el jefe de jefes de la oposición política al obradorismo, no se han cansado de continuar la misma estrategia de su “guerra sucia mediática y política”, ahora con su defensa irracional para evitar la reforma al corrupto Poder Judicial, para, si no se puede volver al “pinche poder” a corto plazo, pues la contundente derrota del 2 de junio del presente año, pospone hasta el 2030 la otra intentona, cuando menos, “amedrentar” a la próxima presidente obradorista de México, la Dra. Claudia Sheinbaum, y, tomar un respiro y nuevos aires, ahora envalentonada por el respaldo directo de la derecha internacional encabezada por el mismo EEUU, y así advertirle que “hay oposición para rato”, aunque la realidad y el despertar del pueblo mexicano diga todo lo contrario y otra cosa, que ve y verá a Sheinbaum quién consolidará la 4ª T. pacífica de México. Pues no se puede hacer política sin presentar una propia visión y proyecto político de nación con el que puedan competirle al obradorismo.


 


Hoy enfrascados en la imposible defensa a la reforma constitucional del Poder Judicial obradorista, lo vemos tirar el resto, sin tiempo para una auto reflexión por la perdida de la preferencia electoral y el rechazo activo (los 36 millones de votos al obradorismo) o pasivo (lo que resta de la población mexicana, que si bien no creen en la vía electoral tampoco creen en el PRIAN como una opción política) de los mexicanos; inertes se mueven hacia el mismo lugar, a la defensa del status quo de los privilegios y prebendas de esa élite conservadora que detenta todavía la mayoría de las riquezas de México, y quienes han preferido compartirla con los grupos de poder neoliberal mundial que con sus propios connacionales, siendo unas apátridas encubiertos y malévolos.


 


Uno pensaría que hay la posibilidad que se civilice esa oposición, pero los últimos acontecimientos en torno a la perdida electoral estruendosa ante el obradorismo, y el comportamiento a las últimas reformas constitucionales del presidente Obrador, demuestran que seguirán ejerciendo una oposición irracional y apátrida, ausente de debate de las ideas, y ejerciendo una actitud política gubernamental, legislativa y ciudadana de un “no” pernicioso a todo lo que provenga del obradorimo, aunque haya todas la evidencias y los argumentos a favor, como fue la reforma educativa, la energética, la electoral, y ahora, la reforma al podrido Poder Judicial, que por cierto, no afectará los derechos de los trabajadores, y que, previo a cumplimentar los aspirantes al escrutinio popular con los requisitos rigurosos de conocimiento, experiencia y control de confianza, se puedan someter a la voluntad del pueblo la elección de jueces y magistrados y estos sean los más idóneos y correctos, y además, contiene dicha Reforma, el respeto a la profesionalización del servicio civil de carrera del Poder Judicial, entre otras garantías para el saneamiento del corrupto Poder Judicial, y todavía verlos azuzar al anarquismo, coludirse con las voces extranjeras que defienden sus intereses de sus empresas privadas asentadas en México, que ahora sí tendrán un estado de derecho real y un marco constitucional que garantice la justa impartición de justicia para todos por igual, y no selecta, como ahora, con el beneplácito de los corruptos miembros de la Suprema Corte de Justicia.


 


Verlos asumir las causas extrajeras como sus causas, continuar con su pobre estrategia política y mediática de la “guerra sucia” y su “no” sistemático e irracional nos lleva a los mexicanos a pensar que la única opción para consolidar la 4ª Transformación pacífica que hereda sus bases el presidente Obrador, y salvar a México de sus graves problemas públicos que tienen su origen en ese periodo neoliberal liderado por los actuales lideres del PRIANISMO, es la desaparición de esa clase política PRIANISTA, no hay forma de pensar que esa obsoleta clase política pueda regenerarse, pues trae en sus genes y comportamientos la forma de hacer política que nada tiene que ver con un proyecto de país, ni con una ideología, ni siquiera con una reconversión espiritual verdadera, es su esencia de la oposición PRIANISTA, “luchar por el poder por el poder”, y eso lo sabe el pueblo de México.


 


La necesaria Reforma al Poder Judicial se dará tarde que temprano, ya sea por la consciencia de uno de los senadores de oposición, o, por el cambio con el tiempo de los ministros de la suprema corte de justicia, o, por la desaparición del PRIAN en el 2027, esto último, es lo más probable.


 


“Tiempo al tiempo”, como bien diría el periodista veracruzano Edgar Hernández.


 


Septiembre de 2024.


 


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