Javier Roldán Dávila
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La historia lo juzgará, pero, bajo los lineamientos de la reforma Judicial de la 4T
El acuerdo de los Yunes azules, con la 4T, para sacar adelante la reforma al Poder Judicial en el Senado, fue una carambola de más de tres bandas que, así como benefició a ciertos personajes, trajo daños colaterales a otros.
De entrada, el binomio Adán Augusto López-Manuel Velasco, cumple a cabalidad con el presidente López Obrador y con la presidenta electa Claudia Sheinbaum. En segundo término, los Miguel Yunes (más allá del linchamiento mediático y en las redes sociales), se reposicionan y la mejor forma de confirmarlo, es la frase de Sheinbaum sobre el voto del panista: la historia se lo va a reconocer…a lo que le faltó agregar: la historia soy Yo.
Sobre los damnificados, hay dos grupos en particular, el PAN estatal, que vio crecer exponencialmente su acopio de votos bajo la batuta de Yunes Linares, por lo que, al expulsarlo, será difícil que sigan controlando el bastión Veracruz-Boca del Río.
Por otro lado, en el partido Verde, ya que, de concretarse el rumor de que los Yunes se incorporarán a ese instituto, habría un principal perjudicado: Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador, Fidel Herrera Beltrán y mandamás, sin cargo, de dicha facción. Todos los conocedores de la política local, saben lo que significaría para Herrera.
En cuanto a MORENA-Veracruz, podrá no gustarles, pero, tienen claro, que es la línea de Palacio Nacional, por lo tanto, lo asumirán con filosofía, ejemplo que deberían seguir los verdes. De Cuitláhuac no hay mucho que decir, no se ha dado cuenta…ni se dará.
Posdata futurista: en lo referente a los abucheos en La Parroquia, está comprobado que no hacen perder elecciones.
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