Arturo Reyes Isidoro
______________________
Qué ni mandado a hacer, exacto quedó ayer el comentario del diputado local Juan Javier Gómez Cazarín ante las inundaciones a causa de las lluvias que tienen bajo el agua a más de la mitad del territorio estatal.
Pareció un severo reproche y reclamo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien insensible e indiferente a la desgracia de sus representados se la pasó en la comodidad del palacio de gobierno.
En su artículo semanal Parlamento Veracruz, que tituló “Lluvia”, le recordó que: “Como siempre, el sufrimiento se ensaña con los más vulnerables. Con los adultos mayores, con los enfermos, con las personas cuyas casas son más precarias y susceptibles al daño, con el que tiene que salir a trabajar a fuerza”.
El casi nuevo delegado de Bienestar expresó que “quienes tienen la fortuna de estar bien se toquen el corazón y le echen una mano a los amigos, a los vecinos y a los desconocidos que estén pasando por un mal momento. Cualquier ayuda viene bien. Créanme que cuando se está en una situación así, hasta una toalla y un cafecito con pan valen oro”.
Y es que en todo el día y ya en la parte de la noche que había transcurrido del lunes, por ningún lado se vio a Cuitláhuac coordinando labores de auxilio en las zonas prácticamente ya de desastre y llevando palabras de aliento a las familias en desgracia.
La única imagen que se tuvo de él relacionada con el tema fue una que él mismo compartió en las redes sociales a la que le pegó un texto en el que dijo que: “Protección Civil nos dio un resumen de las acciones llevadas a cabo por el temporal lluvioso y se reiteran las recomendaciones (no dijo cuáles) en estos días”.
En la foto se le ve acompañado del secretario de Gobierno, Carlos Juárez Gil; la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado; el secretario de Seguridad Pública, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, capitán de la Marina, ya gordo por la buena vida que lleva en lugar de andar auxiliando; y la fiscal general del estado, Verónica Hernández Giadáns.
Todos están en un salón del palacio de gobierno, a buen resguardo (qué bonito es ver llover y no mojarse), con café caliente, pan, fruta, vasos de jugo de frutas exóticas, un paraíso en el palacio de gobierno, lejos, muy lejos del sufrimiento de miles de veracruzanos, que este martes amanecen en plena desgracia.
En todo lo que va de su sexenio, que concluirá en seis semanas, Cuitláhuac nunca acudió en auxilio de los veracruzanos afectados por inundaciones, incendios forestales o sequía, pero sí en cambio se la ha pasado ensayando pasos de baile en el propio palacio de gobierno como lo han mostrado diversas imágenes en las redes sociales.
Además de incompetente resultó todo un irresponsable que dejó abandonado a quienes con su voto lo llevaron al palacio de gobierno, a pesar de lo cual presume de ser “humanista”.
El diputado Gómez Cazarín, también presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, dijo en su comentario que en el mapa de la Conagua más de la mitad de Veracruz, “de Nautla para abajo, está en color rojo”. Recordó que la lluvia que escurre del estado de Oaxaca (como la de las presas Cerro de Oro y Temascal) también nos afecta.
Y puso el dedo en otra llaga: “Y ya saben: el poderoso paso del agua se concentra en las partes bajas arrasando con infraestructura pública y privada. Los caminos se cortan, los cables de luz caídos son una amenaza de muerte (se cuenta, al menos, un electrocutado)”.
Deseó, “de corazón… que todas y todos superemos pronto y con bien esta contingencia sin más pérdidas humanas”, e informó que “con ayuda de amigos generosos, a quienes agradezco su respuesta, juntamos poquito más de 3 mil despensas que estamos listos para llevar a quien más las necesite” (en Bienestar, ya pronto, tendrá miles y miles para llevar a repartir).
La Cuenca, en peligro; crece el río Papaloapan
Como si la situación no fuera ya delicada y de gran preocupación, en la página del meteorólogo Isidro Cano, toda una institución en la materia, se podía leer que había “alertas esta noche en Cosamaloapan, Amatitlán, Tres Valles, Tlacotalpan y comunidades por crecimiento del río Papaloapan”, y que la imagen satelital del Servicio Meteorológico de los Estados Unidos de América/NOAA mostraba condiciones para más lluvias, de moderadas a fuerte intensidad, durante la noche del lunes.
Colapsa obra del Aquarium y el Gobernador calla
El 3 de febrero de 2023, un norte de 104 kilómetros por hora hizo volar en pedazos ventanales y piezas de metal de la Torre Centro del puerto de Veracruz, entonces en construcción.
Aprovechó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez para criticar a un juez federal que amparó a los dueños para continuar con la construcción sin tener el dictamen técnico de riesgos de la Secretaría de Protección Civil, según dijo.
En realidad, estaba secundando al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien no le había gustado la obra porque, según él, constituía una “agresión” al centro histórico del puerto.
El edificio, de 20 pisos, el más alto de la ciudad, fue concluido y desde entonces no ha tenido problemas y ha resistido nortes de hasta 140 kilómetros por hora.
El sábado pasado (aunque se dieron cuenta hasta el domingo), otro norte, de apenas poco más de 80 kilómetros por hora, hizo colapsar la estructura que sostenía el colado de una obra de ampliación del Aquarium que realiza el gobierno del estado a través de la Procuraduría del Medio Ambiente.
Se trataba de una obra de un nivel en planta baja, que se supone que tenía una cimbra sólida precisamente por el riesgo de los nortes propios de la temporada de huracanes, pero, como todo lo que construye el gobierno, se vino abajo.
Extrañamente, en su conferencia de prensa de los lunes, el gobernador García Jiménez no exhibió el dictamen técnico de riesgos de la Secretaría de Protección Civil, que los exonera de cualquier responsabilidad, ni cuestionó la que le corresponde al procurador del Medio Ambiente, Sergio Rodríguez.
Ello, no obstante que la empresa a cargo de la obra, Arrendadora Constructo, S. A. de C. V., obtuvo un contrato para ello por 138 millones 898 mil 951 pesos cuando a lo que se ha dedicado ha sido a construir rellenos sanitarios y ya fue sancionada por la Secretaría del Medio Ambiente del Estado por contaminación generada en los rellenos de Nogales y Emiliano Zapata, que tuvieron que ser clausurados.
¿Por qué se quedó callado el gobernador? ¿De quién es la empresa? ¿Por qué le adjudicaron los trabajos si el mismo gobierno la sancionó en 2021? ¿A cuánto ascienden los moches que dio para ser beneficiada de nuevo y a quién o a quiénes les quedó el dinero? ¿Es cierto que Sergio Rodríguez dijo que eran recursos para la campaña de Rocío Nahle?
El colapso de la obra ocurrió a solo seis semanas de que concluya el gobierno de Cuitláhuac, y las fotografías y videos que circularon en las redes sociales, incluso en medios de la CDMX, no son más que la viva imagen del gobierno que, por fortuna ya se va: la de un gobierno colapsado que deja a Veracruz con graves problemas y en la impunidad a los responsables.
¿Se atreverá la gobernadora Rocío Nahle, una vez que entre en funciones, a investigar y de proceder a denunciar y llevar a la cárcel a quien o a quienes resulten responsables?
__________________________
Otras Entradas
2024-10-21 MC, opción novedosa y atractiva para lo que viene
2024-10-17 MC renueva su dirigencia; Dante encabezará la convención estatal
2024-10-17 ¿Estamos de vuelta ante el ejercicio de la política política en Veracruz?
2024-10-15 La política es de ida, pero también de regreso
2024-10-13 Han Kang, una mujer, Premio Nobel de Literatura, excepcional
2024-10-10 Bachetón o atole con el dedo
2024-10-09 El reacomodo en el PAN estatal
Lo más visto
13 Dic 2018 Convenio entre el Conmas y Club Rotario, en favor de quienes más lo necesitan
12 Dic 2018 #LaBasílicaMenor de Nuestra Señora de Guadalupe, en el barrio de El Dique
10 Dic 2018 Obtendrían descuento en el Predial discapacitados y adultos mayores
12 Dic 2018 Rinden protesta nuevos funcionarios municipales #Xalapa
13 Dic 2018 Pide Congreso al Orfis un informe sobre la adquisición del Sistema de Videovigilancia