Matizada la divergencia de opiniones y lucha política con Héctor Yunes Landa, el senador José Francisco Yunes Zorrilla decide ahora guardar distancia con el primer priista de Veracruz, Javier Duarte.
Señales diversas y mensajes contundentes ha enviado el legislador en los últimos días al atacar por el flanco más débil de la administración duartista, las finanzas públicas.
Como lamentable calificó que Veracruz se encuentre bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación por las denuncias contra servidores y ex servidores públicos, pero más grave, es que las irregularidades cometidas en 2011 y 2012 se hayan repetido en 2013, "eso si preocupa", dijo en valiente declaración.
Y agrega que no debe existir impunidad para aquellos funcionarios que causaron daño, pero también exhortó al gobernador Javier Duarte a no solapar estas situaciones.
Ello en buen romance no tiene más que una lectura clara.
Javier Duarte es el responsable de las instituciones estatales; es el garante de las finanzas y la vida pública, honorabilidad incluida de sus colaboradores, consecuentemente es quien avala, solapa, cubre o entrega complicidad de cara a una situación poco clara como es el caso de las irregularidades por siete mil millones de pesos denunciadas por la Auditoria Superior de la Federación.
“Lo grave es que las observaciones que ha hecho la ASF sean recurrentes, lo que observa la ASF del año fiscal 2013 son prácticamente las mismas de los problemas que se presentaron en 2012 y en el 2011 y esto no se puede estar observando año con año”, dice Pepe.
Pone el dedo en la llaga ya que desde 2011 el empresariado nacional había adelantado de manera pública desvíos y no comprobaciones por 12 mil millones de pesos tan solo en el rubro de la educación pública y para el 2012 irregularidades en los dineros destinados a la seguridad pública, salud y obra municipal.
Ya para la cuenta 2013 como es del dominio público, registra daños al patrimonio público por 7 mil millones de pesos en donde se ubica a los responsables en Sefiplan, SSP y el Seguro Popular.
Y aunque este último reporte es preliminar y mientras no se concluya sólo deja entrever –según Pepe- alguna irregularidad, “las entidades tienen un plazo para solventar y presentar pruebas y alegato que a su derecho convengan”.
“Hay que ver en qué termina, sin duda es preocupante ver que esas anomalías se repitan pero el problema de todo esto, es que haya impunidad y no se castigue a quien infringe la ley o tenga un costo por hacer esto, que es incurrir en actos de corrupción”.
Ese es en realidad, el callejón sin salida el que plantea Pepe. Ello de tal suerte que o la PGR manda a los responsables tras las rejas o será el propio ejecutivo estatal quien pague los platos rotos y ello en política, no pasará... bueno eso al menos es lo que dice el histórico en donde acaso no sean peces gordos los que vayan ante un juez ministerial, pero de que alguien pagará por ello, no hay duda.
Por ello insiste el senador de la república en que “quien incumpla la ley debe enfrentar un castigo legal, eso urge que se aplique en el país, por eso, el llamado al gobernador es a que no se proteja a nadie, que se castigue el daño, y si se solventan esas observaciones y se corrigen, entonces todo eso se desecha, de no ser así tendrán que conocer otras instancias como la PGR”.
Ya de días atrás Pepe se había manifestado e insistido en una clarificación de cuentas.
Institucional, pero no cómplice, el senador José Francisco Yunes Zorrilla llamó el pasado martes al gobierno de Javier Duarte a clarificar qué pasó con los dineros de la bursatilización ya que andan bailando 570 millones que no fueron entregados en tiempo y forma a 199 municipios veracruzanos.
En inédita declaración el recio opositor a la reforma constitucional que impone una próxima gubernatura de dos años dejó muy en claro a la opinión pública veracruzana, sobre todo a los alcaldes que el anuncio hecho por el gobernador Javier Duarte en torno a entrega a municipios de 147 millones de pesos presenta un sesgo ya que “solo corresponden al segundo semestre del 2014”.
“¡Falta por aclarar dónde quedaron los remanentes del 2013 y el primer semestre del 2014 que alcanzan los 600 millones de pesos!”, aseveró.
Con ésta es la tercera reacción recia del legislador que en una primera instancia censuró el año pasado el pago tardío de las participaciones municipales en el marco de un reclamo de recursos que él mismo bajó para Perote por más de 400 millones de pesos que fueron jineteados.
En una segunda oportunidad en Poza Rica llamó, ya este año, al gobierno del Estado a entregar de manera puntual los primeros cinco días, una vez hecha la transferencia de fondos federales, la entrega de los dineros federales.
Y en días anteriores por tercera ocasión aludió el tema aduciendo que no es posible que la Secretaría de Finanzas no cumpla con la entrega de las participaciones federales “ya que la federación no es la que incumple sino Sefiplan”.
Más recio fue su reclamo cuando se refirió a la bursatilización, operación que se realizó de parte del gobierno del estado con Deutsche Bank, 2012 avalado por 199 ayuntamientos que involucran a más de siete millones de veracruzanos.
Ahí las partes se comprometieron a entregar los remanentes, el dinero pues, a los ayuntamientos una vez cumplidas las transferencias alemanas producto de la bursatilización.
“¡Pero algo pasó!”, dijo tras adelantar que pedirá al Senado de la República haga un exhorto a la institución bancaria extranjera a fin de que informe de manera directa a los ayuntamientos veracruzanos por qué la dilación en la entrega del dinero.
“Vamos a exigir que se rindan cuentas claras”, dijo Pepe, a quien se le ha acusado de tibio, pero no lo es tanto cuando de defender los recursos financieros de los veracruzanos se trata.
Con esta admonición queda claro lo que él mismo ha sostenido en el sentido de que la falta de transparencia en la ministración de los dineros públicos es un asunto de “gravedad extrema”.
Por respuesta el senador ha recibido una serie de periodicazos de parte de la parte afectada, sin embargo, en el ánimo de la opinión pública queda la percepción de que se impone una respuesta contundente de parte de la autoridad hoy está en entredicho.
Hay mucho ruido en el ambiente político y financiero. Hay también preocupación en el centro del país y si es tal la alianza entre Pepe y Luis Videgaray son previsibles dos escenarios.
Por una parte impostergable llevar hasta el final el entramado de irregularidades financieras que tienen en una virtual bancarrota a Veracruz y por la otra poner candados a la entrega de recursos para evitar la recurrencia en el desvío.
Para ello habrá que llamar a cuentas a los responsables no en esa desgastada figura del caiga quien caiga, sino la real cárcel a los defraudadores de Veracruz.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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