“Enseñar a los que menos tienen es un acto de amor y patriotismo”
Tenía un mes que acababa de cumplir los 17 años de edad y un poco más de un año de haber iniciado formalmente mi militancia en las filas del Partido Revolucionario Institucional.
En abril de 2008 me inscribí al Certamen Estatal de Oratoria organizado por la Fundación Colosio Veracruz presidida en ese momento por el maestro Inocencio Yañez Vicencio. Aunque no recuerdo exactamente qué día que se llevó a cabo el concurso en mención, si recuerdo cada uno de los detalles que acontecieron en las instalaciones del hotel Howard Johnson de Xalapa Veracruz a partir de las 18:00 horas. Llegué apurado 5 minutos antes de que iniciara el protocolo como lo marcaba la convocatoria, descendí del taxi en el que iba con mi abuela y subimos al salón donde se llevaría a cabo la justa de oratoria.
Ahí ya se encontraba el Profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez puntual como siempre, personalidad más sobresaliente del salón entero, siendo el Presidente del Honorable Jurado Calificador en ese momento. Fue la primera vez que lo vi, aún no alcanzaba la mayoría de edad y tuve frente a mí a un hombre que sin duda me motivo a prepararme y actualizarme constantemente para hablar ante los escenarios con fluidez y elocuencia.
Después del concurso de oratoria, pasó poco tiempo para que volviera a saludarlo, debido a que esa ocasión me proporcionó su número de celular al cual llame por primera vez para pedirle consejos. Generosamente me citó en el hotel Palacio de la Avenida Ávila Camacho para tomarnos un café. Ese día le comenté que el PRI Estatal estaba elaborando un proyecto de radio por internet el cual se escucharía por www.latidosporveracruz.com y que yo participaba, por lo que le dije que de resultar electo en el esquema planteado yo quería que mi primer invitado fuera él, a lo que accedió con mucho gusto y deferencia.
Y si, logré entrar a Latidos por Veracruz, la directora de la radio era la Maestra Karina AguiluzKasas y el Presidente del Comité Directivo Estatal del partido era José Francisco Yunes Zorrilla quien se enteró que llevaría al maestro Zúñiga a mi programa por lo que instruyó que la entrevista se hiciera en su oficina como atención para mi invitado. Con el maestro hablé cerca de una hora, se transmitió en vivo por la página en mención y en video se reprodujo un fragmento por Telediario de Francisco Rivera. Al terminar la entrevista le comenté que tenía ciertas dificultades en el sector juvenil del partido, le pedí que me asesorara a lo que accedió y me invitó a Matlalapa comunidad del municipio de Xico, la cual visitaba al día siguiente, cabe resaltar que el Maestro no tenía en ese momento cargo, realmente hacía las cosas por vocación de servicio y altruismo. A dicha comunidad solo fuimos él, quien conducía la camioneta y un servidor; comimos pollo en adobo en casa de quienes eran ama de casa y albañil, el maestro siempre fue un hombre sencillo, convivía con los más humildes y de igual forma con las clases políticas o empresariales, para él no había distingo entre unos y otros.
De Guillermo Zúñiga Martínez puedo contar personalmente muchas cosas, lo consideré mi amigo sin importar la diferencia de edades o su trayectoria, él siempre me trató con muchas atenciones. Aún recuerdo cuando le llamaba a su número celular para decirle que me diera consejos para la oratoria y me citaba en su oficina de Pensamiento #4 de la colonia salud, juntaba a los trabajadores que ahí laboraban y me ponía a improvisar delante de ellos para perderle el miedo al escenario.
También hace relativamente poco, 2 años tendrá que recibí un premio de su parte por un concurso de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, o que decir de la columna titulada Rodrigo joven escritor que inmerecidamente me dedicó el 29 de octubre de 2011.
La última vez que platique ampliamente con el Maestro Guillermo, fue cuando me lo encontré saliendo de su casa rumbo a la oficina, iba a caminar de la calle Cempoala hasta Correos, me vio y me pidió que lo acompañara, ahí no hablamos casi de política, más bien iba bromeando y saludando a toda la gente que se detenía a expresarle sus respetos.
Días después, le tomé una llamada, quería hablar con el Presidente Municipal, los comuniqué y ya no volví a cruzar palabra con él.
El jueves que me enteré de la noticia realmente sentí la pérdida de un amigo. Se nos adelantó un pedagogo social a encontrarse con el creador. A Américo, Guillermo, Anilú, la maestra Guillermina y demás familiares mi cariño y acompañamiento en estos momentos difíciles.
Descanse en paz Guillermo Héctor Zúñiga Martínez.


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