El mirar puede ocurrir en tres tiempos. Antes de los hechos, se dice prever; durante y frente a ellos, es contemplar; después que han pasado, es retrover.
El primero y el último, se acercan a la profecía y a la nostalgia; sólo el segundo demanda la plena claridad, la luz meridiana, que es la lucidez misma. Esta crisis económica y de valores políticos que hemos vivido y estamos sintiendo, ha sido como una tempestad: primero se presentó en gotas fuertes, anchas, pero dispersas; luego se abatió con intensidad y abundancia de lluvia sobre nosotros; y no vemos siquiera una luz tenue que anuncie su disminución, al contrario, sigue en picada para tomar nueva fuerza. No obstante, ya podemos, en algunos de sus caracteres, enunciar juicios generales susceptibles, por supuesto, de errores de apreciación y de validez.
Son tiempos para reflexionar sobre las cosas que nos han sucedido y siguen pasando, emitiendo juicios en gran parte despojados ya de resentimientos o de justos deseos de castigo y sanción a los culpables. Esto tal vez pudiera aclarar la mente y abrirnos el corazón a los nuevos aires que debemos sentir para poder mantenernos vivos hacia el inmediato futuro.
Este sábado 19, el periódico Reforma de la ciudad de México publicó que la Procuraduría General de la República (PGR) ha integrado 15 denuncias por simular reintegrar recursos de fondos federales que habían desviado a otros rubros, contra el gobierno de Veracruz. Por esta razón, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) lo denunció penalmente. Estos recursos, sobre los cuales se simularon los reintegros, pertenecen a los fondos de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) y de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), entre otros, por la cantidad de 8 mil millones de pesos.
El mecanismo de simulación que se utilizó consistió en que el Estado depositaba a la cuenta los recursos señalados y enviaba comprobantes a la Auditoría, una vez que se daba por solventada retiraban el dinero para darles un uso distinto de aquel para el que están etiquetados sin que se tenga conocimiento preciso sobre el destino final.
La Auditoría se dio cuenta de esta práctica al realizar un seguimiento de observaciones hechas en las revisiones de las cuentas públicas de los años 2008, 2009, 2010 y 2011 y al requerir al estado que informara sobre la utilización de esos dineros que habían reintegrado, no pudo comprobar porque efectivamente ese recurso ya no estaba en sus arcas porque fue destinado para otros fines.
La denuncia ha sido ratificada y corresponde a la PGR determinar qué tipo de delito es el que se configura y quiénes son los responsables, aunque el pueblo veracruzano ya lo sabe.
Lo que sucedió, y que podemos enunciarlo en un juicio tosco y previo, no es que nuestros gobernantes provocaron por ellos mismos la crisis, sino que no supieron los hechos con objetividad para resguardarnos de los peligros agudos. Esto sí estuvo en sus manos hacerlo y en sus mentes pensarlo; pero siempre que hubieran actuado con sentido patriótico y pensando, también, con lealtad a Veracruz y su gente.
Los muchos de ellos que sólo pensaban en enriquecerse y que a menudo estuvieron dentro de los dos que ahora mandan en la cúpula, tenían oscurecida su mente con la ambición y torcida su conducta con la vanidad, la prepotencia y el autoritarismo. Obraron como reyes dueños del Estado, y los que quedan lo siguen haciendo, no como siervos del pueblo y sus destinos.
La falta de modestia les nubló la cabeza, les envenenó las vísceras y les torció la voluntad. Ya empantanados, perdieron el rumbo y la medida; era lo mismo para ellos dar vueltas a la izquierda que a la derecha; sólo pensaron en el sálvese quien pueda. Abandonaron la barca a la deriva y soltaron el timón, prefiriendo el naufragio para que nada o muy poco pudiera aclararse de sus fechorías. En el desastre pretendieron esconder su impunidad haciéndose diputados electos para escudarse bajo el fuero, la mayoría de ellos. Los que quedan darán la cara, tal vez, pero seguirán adorando la crisis económica y política como una visión que tendrá su pausa con la llegada del nuevo virrey que ya se asoma en el vértice de la pirámide o en la cresta del tiempo.Lo estamos viendo.

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