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Benita y los periodistas, pobre
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2015-09-01 - 09:05
No solo triste, sino vergonzoso el papel que le ha tocado jugar a Benita González Morales, presidenta de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, quien a cambio de un plato de lentejas ha tocado desempeñar el indigno papel de alcahuete del gobierno.
Justo en el sexenio en que más se ha maltratado, violentado y sacrificado a los periodistas, Benita se erige en apóstol de la defensa de los comunicadores veracruzanos al declarar sin pudor que "hemos recibido y atendido más de 630 solicitudes de intervención de periodistas a quienes se ha intentado reprimir en su libertad de expresión".
Un hilillo de sangre escurrió por la comisura de sus labios cuando hacía tan contundente afirmación.
Con un poco más de dignidad y dos dedos de inteligencia esta desconocida "periodista" ya hubiera abandonado la plaza... pero "el hambre es cabrona" y más quien la aguanta.
Benita, con sus inopinadas intervenciones, deja pasar la oportunidad de oro de quedarse callada en momentos en que la opinión pública internacional, nacional y estatal tienen en la mira a Veracruz, justamente por atentados a la libre manifestación las ideas.
Y es que justo abre la boca cuando la denuncia internacional se hace manifiesta.
Periodistas, escritores, artistas creativos de todo el mundo y más de 700 mil ciudadanos de 192 países publicaron este lunes un desplegado bajo el título "#NoNosCallarán" en un diario nacional en el que exigen al presidente Enrique Peña Nieto investigar los asesinatos de periodistas en México y establezca mecanismos para protegerlos. Y citan a Veracruz con el tema del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril.
"Hasta ahora, las autoridades federales han sido omisas en investigar a fondo la línea sobre la labor periodística de Rubén Espinosa, fotoperiodista de Veracruz, así como los antecedentes de agresiones, hostigamientos y amenazas que sufrió, relacionándolos con su asesinato".
A la Comisión de Periodistas, su presidenta y miembros que la componen, mercachifles del periodismo, les ha tocado desempeñar el papel de simuladores y cortesanos del poder establecido que hoy vive sus peores momentos.
"Son más los que me quieren -mis papas- y me dan bendiciones que los que me critican", ha dicho esta mediocre ex-locutora de radio tras haber sido impuesta por el gobernadora Javier Duarte. Y ¿si no fue el gobernador, entonces quién decide esa titularidad al igual que la de sus miembros?
15 periodistas han sido asesinados desde que se creó este entuerto y si ello no le dice nada a la Comisión Estatal de Atención y Protección y Periodistas, pues ya valimos.
La Comisión y sus componentes van a pasar a formar las páginas más negras de la historia del periodismo.
La "académica" Namiko Matzumoto que más debería estar al cuidado de su hijo dedicado a la venta de "tachas" es la "Secretaria Técnica", misma que no pierde la oportunidad de agredir verbalmente a los periodistas cada vez que se encuentra con uno. Ella ha trabajado "por la defensa de los derechos humanos". Se nota.
Norma Gibb, propietaria y directora de La Opinión de Poza Rica, tiene a su hija, Gabriela Arango Gibb, colocada en una diputación; Baltazar Pazos, director corporativo del "Grupo Pazos", quien jamás se ha presentado a una sola sesión de la comisión y su apetito más bien va en función de que su hijo sea alcalde en Veracruz.
Rocío Ojeda Callado, hace honor a su nombre. Directora de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación deshonra a la UV con su silencio cómplice.
El resto están en esa tesitura.
Rogelio Pano, locutor de Telever, quien en la vida le brincará a Televisa por defender a un periodistas, al igual que Jorge Iván García Morato o el reportero local del Diario del Itsmo, Gerardo Enríquez Aburto.
El único que se salva es Jorge Morales Vázquez, una voz en el desierto, pero que no deja de cobrar sus jugosas quincenas.
Esa es la triste realidad de una Comisión que le ha tocado jugar el papel de cómplice de las circunstancias que han hecho de Veracruz la tierra más peligrosa en el mundo para el ejercicio del periodismo.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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