Amadeo Palliser Cifuentes / Barcelona 

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Es el colmo del cinismo que este lema, que he tomado como título del presente escrito, que se traduce como ‘una mente sin restricciones en la deliberación’ o ‘espíritu libre para decidir’, sea el lema de la OTAN, una organización militar, cuando todos sabemos que los ejércitos, precisamente, son una clara muestra de todo lo contrario, ya que no se permiten los espíritus libres (los soldados son simples números, eslabones de una cadena) y menos para decidir, ya que prima el ‘ordeno y mando’. Y, en este momento armamentista actual, a todos los niveles, me parece interesante comentar ese cinismo generalizado.

Y una nueva muestra de ese cinismo la ha mostrado hoy Pedro Sánchez, en su visita oficial a Helsinki, diciendo:

‘El planteamiento es de ‘360 grados’ por lo que hace la suguridad. ¿Qué quiere decir eso? Que hablar de defensa es hablar de seguridad, y la seguridad es también defenderse de la crisis energética y las catástrofes climáticas (…) y que trabajará para que la UE acepte esta visión más amplia de la defensa de los países del sur, como España, Portugal e Italia, cuyas necesidades no son las mismas que los países nórdicos y los bálticos, donde sí que hay un problema militar tradicional por sus fronteras con Rusia. En este sentido, España busca que los criterios para considerar qué se computa como gasto militar se amplíen y entren otras materias, como la ciberseguridad o la lucha contra el terrorismo, con el fin de que la cifra del 1,2 % del PIB que la OTAN reconoce a España para el 2024, crezca por sí sola.’

(Ot Serra, Ara, 12 de marzo del 2025)

En ese pensamiento hiperbólico de Sánchez, en primer lugar, es preciso señalar que un giro de 360 grados te deja, exactamente en el mismo lugar donde estabas. Pero él se ha referido al pensamiento de 360 grados, que se basa en evaluar todos los problemas, es decir, de los evaluadores y de los evaluados, de los productores y de los consumidores, etc., si bien, vemos que pedro Sánchez se ‘olvida’ de los intereses de la ciudadanía, pues, por más etiquetas de marketing que imponga, sigue con su mensaje monocolor, desde arriba. Y ampliar aspectos en la contabilización de la contribución, no es efectuar un análisis de 360 grados.

Y claro, sea como sea, que le digan a la población de Ucrania, que nuestra ayuda, para su defensa, consistirá en protegernos nosotros: ciberseguridad, lucha contra el terrorismo, etc.; es para llorar, pues, en el actual conflicto, lo que necesitan son tanques, aviones, y todo tipo de armamento; pero, en la política, como sabemos, prima el cinismo, la falsedad, la desvergüenza, en definitiva, la obscenidad.

En mis últimos escritos ya me he referido a la conveniencia de abandonar la OTAN (y, si es preciso, de la UE), especialmente, tras el giro efectuado por el mamporrero Donald Trump.

Asimismo, me parece interesante recordar las antidemocráticas prácticas de nuestros políticos, para formar parte de ese club de guerreros:

Leopoldo Calvo Sotelo (1926 – 2008), en su discurso de investidura como presidente, efectuado el 25 de febrero de 1981, expuso su consideración de ingresar en la OTAN.

Es preciso recordar que ese discurso de investidura fue justo dos días después del golpe de estado del teniente coronel de la guardia civil Antonio Tejero Molina (n. 1932), entrando en el congreso pegando tiros. La entrada en la OTAN no había formado parte del programa del UCD de Adolfo Suárez González (1932 – 2014), así que no fue votado por la ciudadanía.

El 2 de diciembre de 1981, España comunicó a la OTAN su intención formal de adhesión; y el 30 de mayo de 1982, España se convirtió en el miembro 16 de esa organización (si bien es preciso señalar que las ciudades de Ceuta y Melilla quedaron al margen del paraguas de esa organización militar)

El PSOE de Felipe González hizo una campaña con el lema de ‘OTAN NO’, como hicieron otros partidos de ‘izquierdas’.

Tras las elecciones del 28 de octubre de 1982, Felipe González, vencedor de los comicios, cambió de opinión (el poder lo puede todo; y el chantaje de la CEE, ahora UE, fue potente, ya que era un requisito básico para entrar en ese mercado económico) y así, pasó de su ‘OTAN NO’ a ‘OTAN, de entrada, NO’, y en su discurso a la nación, de octubre del 1984, presentó su ‘Decálogo de Paz y Seguridad’, que estableció las líneas políticas a seguir:

‘La participación de España en la Alianza no conllevaría su incorporación en la estructura militar integrada, que se mantendría la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en el territorio español y que se procedería a la reducción progresiva de la presencia militar de los EUA en España.’

El referéndum del 12 de marzo de 1986, con la pregunta: ¿Considera conveniente para España continuar en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación? (es decir, una pregunta trampa y abierta, ya que, en general, se desconocían esos términos acordados, salvo su mensaje mencionado anteriormente)

En ese referéndum, el censo fue de 29.024.494 personas; y el resultado fue: Participación, 17.246.458 (59,42%); SI: 9.054.509 (52,5%) y NO: 6.872.421 (39,85%); votos en blanco 1.127.673 (6,54%) y votos nulos 191.855 (1,11%). EL NO ganó en Catalunya, País Vasco, Navarra y Las Palmas (Canarias); el presidente de la plataforma cívica que propugnaba el NO, fue liderada por el escritor Antonio Gala Velasco (1930 – 2023), entre otros.

Es decir, en realidad, los votos afirmativos, sobre el censo total, fueron del 31,2%, pero, claro, ningún gobierno contempla los resultados de esta forma, que es la más pura y democrática.

A pesar del resultado del referéndum (consultivo), Felipe González se fue aproximando a la OTAN, incumpliendo sus promesas, así, el 8 de setiembre de 1995, España se adhirió al Protocolo de París; en diciembre de 1995, Javier Solana Madariaga, ministro de asuntos exteriores de España, fue elegido secretario general de la OTAN, y el 14 de noviembre de 1996, el congreso de diputados aprobó (con el 91,5 % de los votos a favor) la autorización al gobierno para que negociase el ingreso de España en la estructura de mandos, es decir, la plena participación en la estructura militar integrada; integración que se hizo efectiva el 1 de enero de 1999.

Esta historia nos confirma la desfachatez de los políticos como Felipe Sánchez, que, cambiando de opinión (éste sí, de 180 grados), pasó del no al si; y, después, poco a poco, fue traicionando los postulados votados en el referéndum, hasta introducirnos totalmente en el club militar.

Asimismo, la OTAN también ha ido cambiando, olvidándose de sus postulados iniciales de ‘asociación para la Paz’ (1949) y de defensa común, pues la Guerra Fría hizo que los EUA redefinieran la estructura militar, bajo la dirección de sus generales, claro.

Aún así, en el 2022, el ‘Concepto Estratégico de la OTAN’ describía a la UE como un ‘socio único y esencial’, y abogaba por una asociación estratégica mejorada y reforzada’, pues ambas organizaciones comparten 22 estados miembros.

Pero ahora, Trump ya no considera a la UE como un socio preferente (en ningún área), más bien, la considera un estorbo, un incordio, por eso sus insolentes y repetidos insultos.

Todo es puro cinismo, está claro, desde el propio lema adoptado por la OTAN, que he tomado como título del presente escrito Animus in consulendo liber (‘una mente sin restricciones en la deliberación’ o ‘espíritu libre para decidir’), frase tomada de ‘La conspiración de Catilina’ (‘De coniuratione Catilinae’ o ‘Bellum Catilinae’) escrita aprox. en el 42 a. C., por el historiador romano Gai Sallusti Crispus (Salustio, 86 a. C. – 35 a. C.)

Y no deja de ser ‘curioso’, por decirlo de forma suave, que la OTAN tomara (y siga manteniendo) el lema de esa obra, que narra el intento de Luci Sergius Catilina (108 a. C. – 62 a. C.), instigador de la conspiración que lleva su nombre, un intento fallido, para intentar tomar el control de Roma en el año 63 a. C.; descubierto, abandonó la ciudad para unirse a la rebelión, luchó en la batalla de Pistora contra las fuerzas republicanas, donde fue asesinado y su ejército aniquilado.

El nombre de Catilina se convirtió en sinónimo de rebelión condenada y traidora; pasando a ser el símbolo de la decadencia moral de la República Romana, tanto de víctima como de agresor: ‘vastus animus’ (mente devastada)

(fuente: varias páginas Wikipedia)

Y me parece interesante señalar que los apoyos de Catilina, provenían de los agricultores pobres, desposeídos de sus posesiones por las confiscaciones del dictador Lucius Cornellius Sulla (Sula, 138 a. C. – 78 a. C.), después de la guerra civil, y veteranos de Sula, arruinados e impopulares, que buscaban fortuna. Y eso es una muestra más de que los demagogos, desde los tiempos más remotos, han utilizado a las clases más bajas e ignorantes.

Y en estas estamos, que Felipe González en su momento, y Pedro Sánchez ahora, no dejan de engañarnos, a la ciudadanía en general, para, así, conseguir el cierre del bucle, y conformar / tranquilizar su inconsistente e inmoral conciencia; pues vemos que ahora, Sánchez, como el perfecto vendedor de humo, se viste con el ‘análisis de 360 grados’, pero sólo cuando le interesa, ya que ese análisis global, nunca lo aplicará en otros temas que nos afectan a los catalanes, para realizar un referéndum de autodeterminación, por ejemplo, ni para analizar, globalmente y con visión y perspectiva histórica, el caos de los trenes de cercanías (rodalies)

Según el nazi Joseph Goebbels (1897 – 1945): ‘Miente, miente, miente, que algo quedará, y cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá’ (…) ‘Toda mentira de importancia necesita un detalle circunstancial para ser creída’

Y por eso, según Lope de Vega Carpio (1562 – 1635): ‘En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso’

Y en estas estamos y estaremos, si optamos por seguir engañados por el reino español (que puede dar flores, pero no frutos, según un refrán popular); por eso, deberíamos convertirnos en el arma más perseguida (como dijo el actor Robin Williams (1951 – 2014): ‘En un mundo lleno de mentiras, la boca que se atreve a decir verdades se convierte en el arma más perseguida’)

amadeopalliser@gmail.com

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