Liberar la aviación en México no provocará una disminución automática de los precios de los boletos, pero sí puede dañar gravemente a la industria nacional, advirtió Miguel Ángel Valero, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM).

"Independientemente del grado de liberación que se llegue a dar, los precios de las tarifas no van a bajar per se", afirmó.

"El costo más caro del transporte aéreo es el combustible; la turbosina no va a bajar. Los servicios complementarios de los aeropuertos tampoco van a bajar", agregó durante su participación en el foro Modernización de la Política Aeronáutica de Cara a la Liberación de los Cielos de México.

El evento fue organizado por el CPAM y la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) para mostrar su inconformidad con la intención que el gobierno mexicano tiene de otorgar quintas libertades a aerolíneas extranjeras, a cambio de que vuelen desde y hacia Toluca.

Las quintas libertades implican que los aviones de esas empresas podrían llegar a México procedentes de un país, descargar pasajeros, cargar otros y continuar su camino hacia un tercer país.

Hasta ahora las aerolíneas extranjeras sólo pueden transportar pasajeros entre México y su país de origen.

Valero aseguró que las aerolíneas mexicanas no pueden competir en condiciones de equidad con sus contrapartes estadounidenses, pues las más grandes tienen flotas que exceden en número de aeronaves a la flota aérea comercial de todo México.

De hecho recordó que las aerolíneas extranjeras ya transportan a cerca del 80 por ciento de los pasajeros internacionales que vuelan desde o hacia México.

Si se libera el mercado, dijo que podrían quedarse con el 20 por ciento restante.