Un sapo de 22 metros de altura y 34 de longitud colocado hace dos días en un parque de Beijing, se ha convertido en la sensación del verano, temporada en la que la capital china recibe miles de visitantes.

Los turistas abordan pequeñas embarcaciones para mirarlo de cerca, incluso mujeres con vestido de novia se tomaron la foto del recuerdo con el enorme anfibio inflable.

Para las culturas de oriente, el sapo es símbolo de abundancia y prosperidad.

En el Feng Shui se le representa con una moneda en la boca y sentado sobre un lecho de lingotes.

El gobierno chino ha decidido borrar todas las referencias al monumental sapo.

Se presume que esta determinación pudo originarse luego de que los pekineses comenzaron a llamar jocosamente al sapo Jiang Zemin, en honor al ex presidente de China.