Con una pistola tipo revólver, un hombre decidió suicidarse en plena vía pública, presuntamente por problemas económicos, personales, además de que padecía de los nervios.

Cabe señalar que en 2012 su hermana también se quitó la vida.
Vecinos del fraccionamiento Casas Fantasma, ubicado al norte de la ciudad, reportaron la tarde de ayer a las autoridades el hallazgo de una persona tirada sobre un charco de sangre en la banqueta, luego de haber escuchado un disparo.

A la calle Pedregal, entre Río y Arroyo, acudieron elementos de la Policía Naval y paramédicos de la Cruz Roja, sin embargo sólo confirmaron la muerte de un hombre que se había disparado en la cabeza.

El finado se encontraba sentado recargado en una barda de un terreno baldío y en su mano derecha se alcanzaba a ver un revólver.

Momentos después arribó personal del Ministerio Público, de Servicios Periciales y de la Policía Ministerial para realizar las diligencias correspondientes.

Durante la investigación, llegó, llarando, una mujer que identificó al muerto como su esposo, y dijo que éste se llamaba Lázaro Peña Tamayo y contaba con 52 años de edad.

Expuso que su marido estaba desempleado, pero esperaba un nuevo contrato en la empresa donde trabajaba como operador de maquinaria pesada, sin embargo al padecer de los nervios se desesperaba y angustiaba por la falta de dinero.

Por último comentó que en 2012, la hermana de Lázaro también se suicidó a causa del mismo padecimiento de los nervios y otros motivos.

El cuerpo fue levantado y llevado en la ambulancia de Periciales al Servicio Médico Forense para que le practicaran la necropsia de ley.
Pie de foto 1: El hombre fue encontrado muerto por transeúntes que pasaban por la zona y escucharon el disparo con el que se quitó la vida.