El presidente Barack Obama anunció las medidas ejecutivas migratorias en un discurso plagado de referencias patrióticas y emotivas.

Insistió en que Estados Unidos es un país de inmigrantes y que, por lo tanto, debería ser tolerante con los últimos en llegar.

"¿Somos una nación que tolera la hipocresía de un sistema donde los trabajadores que recogen nuestra fruta y hacen nuestras camas nunca tienen una oportunidad de hacer las cosas bien con la ley?", se preguntó.

"¿O somos una nación que les da una oportunidad de enmienda, de tomar responsabilidad y de darles a sus hijos un futuro mejor?", reivindicó.

Asimismo, defendió su posición ante las críticas vertidas por los republicanos, que cuestionan su autoridad para regularizar a millones de migrantes sin el apoyo del Congreso.

"Sé que algunos críticos le llaman a esto amnistía, pero no lo es. La amnistía es el sistema migratorio que tenemos hoy, con el que millones de personas viven sin pagar sus impuestos o fuera de la ley, mientras los políticos usan el tema para asustar a la gente y ganar votos", dijo.

"Las acciones que estoy tomando no sólo son legales, sino que son el tipo de acciones que ha tomado cada presidente republicano y cada presidente demócrata durante el último medio siglo", agregó.

"Y a todos los miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para hacer que nuestro sistema migratorio funcione mejor, o cuestionan la sabiduría de actuar ahí donde el Congreso ha fallado, les tengo una respuesta: aprueben una ley", concluyó.