Dos jóvenes, de seis que caminaban en estado de ebriedad sobre la avenida 20 de Noviembre a las afueras del edificio conocido como La Esfinge, fueron brutalmente atacados por un grupo de vándalos de una pandilla enemiga.

Los otros cuatro alcanzaron a escapar y se libraron de la golpiza, que dejó con graves heridas a sus dos compañeros.

Eran las dos de la madrugada de este domingo, cuando en la central de emergencias 066 se recibió la alerta sobre una riña entre pandillas a la altura del edificio de La Esfinge, en la avenida 20 de Noviembre esquina con Maestros Veracruzanos.

En cuestión de minutos elementos de la Policía Estatal se trasladaron al lugar, pero cuando llegaron sólo encontraron a dos jóvenes, muy golpeados y semiinconscientes tendidos sobre la banqueta.

Casi al mismo tiempo, una ambulancia de la Cruz Roja y el jefe operativo de Protección Civil municipal, Iván Perdomo Macías, llegaron al sitio de la escena.

Los socorristas valoraron a los lesionados y le indicaron a las autoridades policiacas y de PC que no trasladarían a los lesionados pues argumentaron que no había camas en los hospitales y que por su estado etílico los jóvenes no serían recibidos.

Ante la negativa de atención, Iván Perdomo solicitó el apoyo de paramédicos del Escuadrón Nacional de Rescate, ya que uno de los jóvenes presentaba un severo traumatismo craneoencefálico.

Momentos después la unidad 15-01 del ENR, al mando de Vicente Leyva de la Cruz, llegó al sitio y los socorristas atendieron a los muchachos, que se identificaron como Alejandro González Álvarez y Juan Javier León Colorado, ambos de 18 años de edad, y posteriormente trasladaron a León Colorado a la sala de urgencias del Hospital Civil.

Tres jóvenes que se encontraban en el lugar argumentaron que momentos antes caminaban junto con León Colorado y González Álvarez, pero al llegar a la altura de La Esfinge un grupo de 30 jóvenes, de una pandilla rival, les salió al paso, por lo que alcanzaron a escapar, pero los lesionados fueron atrapados por los pandilleros y los golpearon brutalmente con piedras, cinturones y machetes.

Posteriormente regresaron y sólo encontraron a sus compañeros golpeados, por lo que de inmediato alertaron a las autoridades.