David Cameron anunció su dimisión tras la victoria del Brexit.
El primer ministro británico reconoció que el país necesita "un liderazgo nuevo" y que él no será el "capitán" que llevará al Reino Unido a un nuevo destino: fuera de la Unión Europea.
Durante una breve alocución a las puertas de Downing Street, Cameron confirmó que seguirá transitoriamente tres meses en el poder y cederá el cargo a un nuevo líder en la conferencia del Partido Conservador en octubre.
El ex alcalde de Londres, Boris Johnson, el auténtico artífice de la victoria del Brexit por cuatro puntos (52 a 48 por ciento), se perfila como su posible sucesor con el apoyo de la mitad euroescéptica del partido que ha hecho valer su peso en las urnas.
"El Reino Unido ha votado a favor de abandonar la Unión Europea y su voluntad debe ser respetada", dijo Cameron, flanqueado por su mujer, Samantha, y conteniendo la emoción.
"Siempre he pensado que las grandes decisiones hay que afrontarlas y no esquivarlas", indicó en el momento de defender la convocatoria del referéndum y de hacer repaso a sus seis años de gobierno.
"Sigo creyendo que el Reino Unido estaría más seguro y sería más fuerte y próspero dentro de la Unión Europea", afirmó.
Cameron reiteró su confianza en que el Reino Unido pueda salir adelante fuera de la UE, pero se ofreció a permanecer los tres próximos meses en Downing Street para garantizar la estabilidad necesaria al país y a los mercados.