Vecinos del fraccionamiento Jardín y colonias aledañas exigieron a las autoridades del Mando Único poner un alto a la ola de robos que se registra en la zona, y es que hasta dos atracos a viviendas y comercios se presentan por semana, sin que la autoridad competente se empeñe en mejorar las condiciones de seguridad.
Daniela Rosas, habitante de dicho fraccionamiento, informó que la semana pasada asaltaron dos misceláneas.
Se presume que fueron los mismos delincuentes, quienes pasaron primero a una que se ubica casi colindante con el fraccionamiento Los Pinos, en donde despojaron de dinero al propietario, de un celular a un joven que se encontraba en el sitio, mientras que amagaron a otras señoras que también acudieron a comprar y las despojaron de pertenencias, todo esto ocurrió antes de las ocho de la noche.
Ese mismo día buscaron robar otra miscelánea más denominada Ely, la cual colinda con la unidad habitacional Indeco Shangrilá, donde con una pistola y un cuchillo interceptaron al encargado solicitándole todo el dinero.
No conformes, derribaron algunos exhibidores para ingresar a la vivienda que está enfrente de la miscelánea.
Afuera, un vehículo plata con un hombre de complexión robusta los esperaba a unos metros para retirarse del lugar a toda velocidad.
“Ya sin ningún conflicto los delincuentes están haciendo de las suyas, esto está imparable, a cualquier hora asaltan, porque saben que nadie los va a salir correteando, nadie los detiene, estamos identificando a bandas porque parece ser que son las mismas que han efectuado otros robos en viviendas en este mismo lugar, entonces ya nos agarraron de sus mensos, y la policía ni sus luces”, comentó otra vecina.
Explicaron que una verdulería de reciente apertura fue otra de las “saqueadas”, ya que un sábado, entre las cinco y seis de la tarde, un ratero llegó en una camioneta y se bajó para exigirle al encargado que le diera todo el dinero, “hasta contentos estábamos que teníamos ya verdulería cerca, para no ir hasta el súper, pero qué ganas dan de abrir negocios así, ninguna, llegan y se llevan lo poco que ganas en un día, además del susto que te pegan con una pistola”, mencionó Marcela Méndez.
Por su parte el maestro jubilado Ramón Hernández, quien también habita en la zona, manifestó que hace algunos años la situación estaba controlada, los menores podían andar hasta las diez de la noche jugando en las canchas cercanas o al pie de su banqueta, pero hoy en día la situación de seguridad es crítica y los obliga a estar casi “encerrados”.
“Yo no sé qué estén esperando nuestras autoridades, no deberían ser insensibles, las colonias se están ahogando en un mar de delincuencia, nadie hace nada, se ha desbordado todo y han rebasado a las instancias, queremos que pongan un alto, antes de que ocurran cosas mayores”, afirmó el señor Hernández, quien ha vivido en el fraccionamiento por más de 25 años.
Cabe mencionar que estos fraccionamientos y colonias se ubican cerca del complejo comercial Shangrilá, donde están establecidos desde Walmart, Sam´s, Cinépolis, hasta un área de bancos sobre el bulevar Córdoba-Fortín, y en donde el pasado 12 de junio se presentó un hecho violento que derivó en la muerte de un joven empleado al interior del cine.