PRÁCTICAMENTE, en materia de seguridad pública, el pueblo veracruzano, vive espantado.

No hay nada concreto desde hace muchos años, primero, con el pasado gobierno que le valió un gorro, que la mayoría de familias en toda la entidad, se quejaran de este mal, pero ahora, también, pues el cambio de gobierno y de administración, se ha visto rebasado por los altos índices de inseguridad que persisten en hogares, calles, caminos, carreteras y hasta en zonas urbanas, supuestamente alejadas de la delincuencia.

Nada camina en sentido correcto en lo que se refiere a la seguridad de los veracruzanos.

Hay constantes casos generados por la delincuencia que se ha generalizado en toda la entidad, así como las consecuencias que se tienen que sufrir por los permanentes encontronazos de la violencia organizada.

En todos los casos, la autoridad, se ha visto reducida y obligada a replegarse, pues es evidente que la carga es mucha y que no se puede ya con el paquete.

No es culpa solamente del gobierno, también de la sociedad que ha dejado, desde hace muchos años también, de cumplir con el papel regulador de las conductas de quienes forman parte de ella.

Así, Veracruz, muere también todos los días en cada persona que aparece ejecutada y abandonada a su suerte.

Muere, indiscutiblemente, con las acciones que perjudican a la sociedad en todos los sentidos y se ve amenazada, cada día, por este fenómeno social que nadie ha logrado parar por más esfuerzos que se han hecho.

Pero, de la inseguridad se ha dicho mucho. Se han analizado sus causas y efectos, pero no se han tenido en las manos las acciones que corresponden para enfrentarla. El problema ya es grave.

Y no es que apenas estuviéramos dando cuenta de todo lo que pasa, sino que causa sorpresa que sabiéndolo desde hace tiempo, no haya resultados positivos en esta lucha que se ha emprendido y que parece no tener fin, porque no hay nada que pueda solucionar este problema, hasta en tanto no se tomen las medidas relacionadas para detener el crecimiento poblacional, el principal elemento que ha sido y es el causante de todos estos y diversos problemas que se presentan. No hay, que se sepa, programas y proyectos que tengan como principal objetivo detener el crecimiento poblacional. Por eso, es que el mundo se acaba y permanentemente está al borde de la explosión, porque ya no puede con tanta gente, con tantos compromisos que tiene que soportar para poder mantenerse en pie.

La inseguridad, es, hasta hoy, la misma historia, porque nada ha cambiado en este sentido y porque nadie ha puesto, verdaderamente, el dedo en la llaga para decir claramente que es lo que está pasando y porque cada día Veracruz, muere, como también muere el propio país que se ha visto envuelto en tanta violencia, hambre, pobreza, falta de oportunidad, empleos para la gente y la manera más honesta de poder subsistir.

La solución es hasta cierto punto, sencilla, pero es de largo plazo, ya que sus resultados no serán contemplados en breve tiempo, pues para alcanzar estos frutos se tiene que pasar, primero, por un proceso de convencimiento que es además, mucho más difícil cuando hay corrientes, creencias e intereses personales que impiden que una tarea de estas dimensiones se pueda cumplir, sobre todo, al pie de la letra.

Reducir la población, es el tema, pero al mismo tiempo, las acciones de plena voluntad que están a cargo de la autoridad, para que la inseguridad, en vez de seguir siendo la misma historia, tenga en el futuro, otra versión más clara de lo que significa el valor de cada persona y la razón más poderosa para salvar a Veracruz, a México, y desde luego al mundo.

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ESO DE LA CORRIENTE eléctrica…perdón de la corriente crítica que se le ocurrió aparecer en momentos difíciles para el Partido Revolucionario Institucional, fue tan confusa que mejor hubiera sido esperar a que los tiempos políticos fueran otros y que de alguna manera encontraran acomodo.

La verdad de las cosas, es que se le fueron encima a los que se reunieron para constituirse en corriente crítica del tricolor, cuando en realidad, tal y como lo manifestaron muchos, porque no aparecieron cuando vieron que el Estado, estaba siendo saqueado impunemente y a través del partido, criticar severamente el robo más grande que se estaba cometiendo en contra del patrimonio del Estado, y de los propios veracruzanos, en general.

Bien se dieron cuenta que, prácticamente, la regaron.

Pues inmediatamente se les fueron a la yugular, exigiéndoles, más que nada, que busquen apoyar al partido que un día les dio todo, para unirse en el trabajo y el respaldo que se requiere para que el tricolor, salga adelante.

Y También se dieron cuenta, que de plano se callaron y sus voces críticas se quedaron en medio del pantano, que no fueron de esas aves que lo cruzan y no se manchan, pues éstas si se quedaron con las plumas embarradas sin poder, siquiera, volar sobre el pantano.

En fin, que los críticos han entendido, según se sabe, que es mejor unirse en torno al partido, pero como este no es su interés, pues han preferido quedarse callados y hasta el momento, dichas voces, parecen ahogadas en el tiempo.

Han entendido que es mejor esperar a que vengan los mejores tiempos y aprovechar las coyunturas políticas, pues de esa manera, habría las posibilidades de que pudieran incorporarse a las tareas que su propio partido les demanda, tanto a nivel nacional, como local.

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DOS PERSONAJES DE LA vida política de Xalapa, podrían ser candidatos del PRI, a las senadurías de la república.

Por un lado, un ex alcalde que si volviera a competir por la alcaldía, seguramente que volvería a ganar. Se trata de Ricardo Ahued Bardahuill.

Por otro lado, un alcalde en funciones, quien a pesar de su trabajo material y político en este municipio, no se logró ganar nuevamente la alcaldía.

Sin embargo, son dos políticos honestos, limpios, trabajadores, queridos por la población, por lo que en poco tiempo tendrían la oportunidad de buscar una posición como la que hemos mencionado. Harían, sin duda, un buen papel en el altiplano, donde se requiere el conocimiento y la experiencia para poder aportar con sus gestiones, importantes apoyos a la capital del Estado.

El nuevo alcalde, aún siendo de la oposición, necesitará una manita, pues en esto de gobernar es muy difícil, tanto que hay quienes a la fecha no han logrado hacer bien su papel, muy a pesar de traer una larga historia dentro de la vida política de Veracruz.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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