CENTRADO, realista, preocupado y comprometido fue el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, enviado el pasado miércoles por la noche a toda la nación, con motivo de los acontecimientos que siguen ocupando la atención de todos los mexicanos y también de los pueblos solidarios del mundo que han enviado su ayuda y también sus mejores deseos de una pronta recuperación, luego del sismo que sacudió a la nación el martes diecinueve de este mismo mes.

En él, sin duda, se refleja, una atención inmediata y conforme a los pasos señalados para que se comience la reconstrucción, no sin antes, esperar que pasen los momentos de la emergencia.

A México, como ya hemos visto, le llueve sobre mojado, ya que los fenómenos naturales lo han devastado, como es el caso de huracanes y temblores, independientemente, de una permanente violencia e inseguridad que se percibe por todos los rincones de la patria, la propia corrupción imperante y la consabida impunidad, así como las grandes dificultades que se han venido presentando en relación al sistema económico nacional, que en mucho depende también, de los acontecimientos internacionales en esta materia.

Golpe, tras golpe, la nación camina, a veces con pasos lentos, pero seguros y en otras, con cierta rapidez por lo que se tiene que solucionar de manera prioritaria.

Al presidente de la república, no le queda más que una de dos, castigar a su gobierno con medidas superlativas en momentos de presión electoral, o bien dejar que todo pase, con la consecuencia inmediata del reclamo social por no satisfacer las necesidades más urgentes del pueblo, ante los daños causados por el fenómeno natural reciente.

Lo mejor, sin duda, sería que los esfuerzos generales se canalizaran a la reconstrucción del país, aunque electoralmente, se olvide de la sucesión presidencial y de todo el proceso que tendrá que ver con más posiciones como las gubernaturas, las senadurías, las diputaciones federales y en algunos casos, también de diputados locales.

El temblor, ha sido también, la intervención de la naturaleza en estos casos, pues todo caminaba conforme al programa político electoral de la nación, sin tener una mayor preocupación para el ejecutivo nacional, que estar pendiente de los acontecimientos de la vida política y tomar las mejores decisiones para enfrentar los retos de mantener el poder nacional y en algunas entidades del país, el poder regional.

El tiempo es corto para el desarrollo del proceso electoral, y por lo tanto, no se pueden atender dos casos, que para la vida nacional, son elementales. Por un lado, dedicarse, tanto en tiempo y preocupación constante, además de la aplicación de los recursos necesarios que demanda la reconstrucción, o bien, dejar que el tiempo sea quien se encargue de sanar las heridas que ha dejado el sismo.

Si se decide por el dejar hacer, dejar pasar, en relación a la reconstrucción del país, seguramente, que la derrota electoral de su partido, será inminente, pero si se decide por la atención de su gente, de los pueblos y ciudades afectadas por el sismo, entonces habrá esperanza de que las cosas puedan ser de otra manera, pero además, sería lo justo, lo humano, lo más conveniente para un gobierno que ha tenido sus propios obstáculos, pero que pretende, al final de cuentas, entregar buenos resultados.

Por eso, el presidente, se encuentra en estos momentos en la gran disyuntiva y aunque en nada ayudan, los demás partidos políticos, sí están esperando la reacción presidencial para aprovechar cualquier indicio de equivocación en aras de sus propios intereses político electorales.

Hasta el momento, ningún partido político de oposición al PRI, ha manifestado su solidaridad con el pueblo mexicano. Como si ellos no lo fueran, han dejado solo al presidente, pues en estos momentos, lo más prioritario para ellos, es el proceso electoral, más no la situación de catástrofe que vive el país.

----------------------

SE ESPERAN MOVIMIENTOS políticos en el país, pero no precisamente por los acontecimientos de la madre naturaleza, sino por las condiciones políticas que se están presentando y que, necesariamente, al Presidente de la República, le urgen, porque de alguna manera, y aún estando ocupado con la reconstrucción, su partido tiene que participar con el mejor candidato hacia la Presidencia de la República, que hoy ocupa.

Como bien se sabe, hay por lo menos, cuatro Secretarías de Estado, que podrían quedar acéfalas en el final de este año, por aquello de que es preferible que los titulares de estas dependencias federales que tienen aspiraciones presidenciales, dejen sus respectivos cargos para no entorpecer el proceso electoral y así, de una manera libre poder contender, primero dentro de su propio partido político y después en una elección constitucional que esta señalada para llevarse a cabo el primero de julio del año que viene.

Estos movimientos se harán de manera estratégica, con la finalidad de no afectar los trabajos del gobierno federal, sobre todo, en materia de reconstrucción nacional. Serán movimientos calculados y con certeza política para no dejar al país sin la presencia de un Secretario de Educación, por ejemplo, o bien sin un Secretario de Salud o de la propia Secretaría de Gobernación, donde se toman, de la misma manera, decisiones importantes para la buena marcha del país.

De todos modos, los movimientos políticos serán indispensables para dar el acomodamiento inmediato del equipo presidencial para poder seguir en la atención de las necesidades de los mexicanos en general, principalmente, de aquellos que estarán esperando el apoyo del gobierno, para poder salir adelante en este país, que como se ha dicho permanentemente, aún esta de pie.

------------------------

DESDE LUEGO, QUE LA propuesta popular en el sentido de canalizar los recursos aportados a los partidos políticos para el desarrollo electoral del próximo año, debió molestar a muchos dirigentes partidistas, sobre todo, de aquellos que han estado acostumbrados a vivir, solamente, de las canonjías que genera un proceso electoral.

Dicha propuesta es viable, aunque no en los términos totales del presupuesto destinado a estas funciones, pero sí en una parte considerable de los siente mil millones de pesos, que según parece podrían ser repartidos entre las organizaciones políticas.

Una buena parte de estos recursos podrían ser canalizados a la ayuda para la reconstrucción y de esa manera participar, también, en estas prioridades del gobierno federal.

Hay que ver, en lo sucesivo, quién de todos, dice que esta de acuerdo, porque tal parece que sin el dinero aportado en estas prerrogativas, no tienen esperanzas de ganar una elección.

De los partidos chiquitos, ya se sabe que van por el billuyo, solamente, porque saben de antemano que solos o mediante una coalición gran parte de estos recursos son para ellos, exclusivamente, es decir, para los bolsillos de los dirigentes. No hay más.

-------------------------

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx



_______________________________________________________________________________________________________