Se oyen las voces más disímbolas en torno a la captura de “El Chapo”, que si todo fue un escenario montado, que si Estados Unidos fue quien lo atrapó, que cómo una persona así no se agarró a balazos con la autoridad; lo real, es que son detalles acumulables de un hecho que da oxígeno puro al estado mexicano, un ejemplo valioso de menor impunidad, de aplicación de la justicia y de evitar ahora sí que se vuelva a escapar de un presidio como lo fue hace 13 años en lo que armó una red de tráfico delicuencial tan sofisticada como tan cuestionada.
Ninguna instancia de gobierno está cruzada de brazos porque evidentemente que esta detención traerá muchas secuelas a corto y mediano plazos, pues nada escapa a ajustes, reajustes en toda la escala en la que se mueve el trasiego de estupefacientes en el país y hacia Estados Unidos, en donde hay cuando menos 26 millones de consumidores que pagan allá sin la violencia de acá.
Por cifras no paramos, aunque dan una idea de la magnitud del tema: El narcotráfico en México lava unos 10 mil millones de dólares al año, según un estudio de la Cámara de Diputados, que recoge cifras de las autoridades mexicanas y estadounidenses. Un 90 por ciento de las ganancias ilícitas se lavan en Estados Unidos y una tercera parte de los ingresos que generan los cárteles en México se reincorporan a la economía formal.
Así de sencillo. En un país con 7 millones de jóvenes entre los 18 y 30 años de edad, insiste el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, los cuales no pueden trabajar de manera estable y no pueden seguir sus estudios por muchas causas, la más elemental es la falta de recursos a la mano, pues ahí hay carne de cañón para un buen rato.
Por eso es evidente que el presidente Enrique Peña Nieto, con las obligaciones y derechos del poder, tiene muy claro el escenario de volcarse al desarrollo y de abatir la inseguridad, pues a cuanto foro asiste sale a relucir este difícil tema, lo cual afecta la estabilidad social y ahuyenta a no pocos inversionistas.
Además, ya raya en el hartazgo de la sociedad el número de secuestros y extorsiones en muchas entidades de la república y en el mismo Distrito Federal. Son bandas que actúan otra vez en la impunidad y lamentablemente coludidas no pocas veces con las fuerzas que se supone están encargadas de hacer cumplir la ley.
Por eso en la última reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores se expuso que en el caso del señor Guzmán Loera, “El Chapo”, se va por todo el aparato de complicidad que le rodea, se investiga si hay contubernio con el sector privado y el ámbito público en México, Estados Unidos y otras partes del mundo.

ATRAQUES

1. En Veracruz tampoco se puede soslayar que es un lugar de paso, así que aprender que esto es serio y se trata de bajar la impunidad en muchos niveles.
2. Más allá de las legítimas aspiraciones políticas personales, muchos alcaldes veracruzanos están faltos de sentido común, más que aumentar los años de gobierno bien valdría a los partidos, todos, capacitar más a sus cuadros.
3. La cuenca del Papaloapan sigue en el abandono casi total, más que muchas otras regiones.