Ante la presencia de las redes sociales en nuestra sociedad, la vida privada de cualquier persona, ahora incluyendo a los políticos y funcionarios públicos de alto nivel, en nuestro país ha pasado a ser, la mayoría de las veces sin que éstos lo quieran, una caja de cristal en la cual los usuarios de Internet y más de las redes sociales, pasan a descubrir las verdaderas vidas, muchas veces de doble moral, de quienes ostentan un cargo público; esas personas que juran al momento de rendir protesta cumplir y hacer cumplir las leyes que emanen de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y/o las de los estados, a los cuales deberían servir apegados siempre a la buena conducta, principios y valores para ser representantes populares o administradores de los bienes e impuestos de quienes son contribuyentes, es decir, los ciudadanos.
Y es que a decir verdad, miembros de la clase política actual, algunos pertenecientes a la llamada “vieja guardia” y otros no tan experimentados en el arte de la “truculencia, los amarres y la negociación”, han sido exhibidos por algunos malintencionados usuarios de redes sociales, todo con la finalidad de poner en evidencia la forma de conducirse de estos “próceres” de la democracia y la legalidad.
Si bien es cierto que en épocas anteriores no existían, o eran mínimos los casos de escándalos políticos, también lo es que hace 20 o 30 años no se contaba con las herramientas tan sofisticadas de espionaje y difusión como las que existen ahora. En lo personal recuerdo que el caso de corrupción más sonado para mí, que pertenezco a la generación de los 90, fue el que protagonizara René Bejarano, mejor conocido como “El señor de las ligas”, luego de que el 3 de marzo de 2004 se divulgara un video en el cual aparece el cómplice político de Andrés Manuel López Obrador recibiendo fajos de billetes del empresario de origen argentino Carlos Ahumada, presumiblemente para ser utilizado ese dinero por los operadores “pejistas” para las campañas de los candidatos del partido del sol azteca.
Hoy en día quien se ha vuelto un constante protagonista de videoescándalos en las redes sociales es Servando Gómez, alias “La Tuta”, líder de Los Caballeros Templarios, el cual se ha visto conversar con diferentes miembros de la clase política michoacana. Por ejemplo, el 28 de junio de 2014 se dio a conocer el tan sonado escándalo de Rodrigo Vallejo, hijo del ex gobernador michoacano Fausto Vallejo, con el cual conversa sobre la situación política de su entidad. En otra grabación que también circula en YouTube, se le escucha platicando con el ex mandatario interino Jesús Reyna, y qué decir del audio donde es el hermano del ex gobernador Leonel Godoy el que habla con el capo más buscado de nuestro país.
El video más reciente de los escándalos suscitados en Michoacán es el de la alcaldesa de Pátzcuaro, Salma Karum Cervantes, en el cual dialoga con “Tony”, uno de los jefes de la plaza de dicho municipio y le solicita una entrevista con “la dirección de la empresa”, refiriéndose así a quien dirige la organización de los templarios.
Y bueno, qué decir de Veracruz, donde hace unos días se filtró un audio del ex director del ISSSTE en el sexenio de Felipe Calderón, Miguel Ángel Yunes Linares, hablando con el panista de Querétaro, Miguel Martínez Peñaloza, el cual informa al ex abanderado de Acción Nacional a la gubernatura de esta entidad que llegará en un vuelo de Aeroméxico a las 6:15 por los documentos, cuestionando al originario de Soledad de Doblado ¿cuántos documentos son? A lo que Yunes Linares responde que entre 7 y 7 500, refiriéndose presumiblemente a dinero. El audio que circuló como reguero de pólvora ya ha sido desmentido por el ex aspirante a la gubernatura de Veracruz, aunque no ha dado una explicación clara y concisa en cuanto a este tema que no es la primera vez en el cual se ve enrolado el ex secretario de Gobierno de Patricio Chirinos.
Alguna vez platicando con mi amigo Everardo Páiz, me comentaba sobre una lectura que tuvo sobre los protocolos de inteligencia y seguridad que realizan en la embajada mexicana en los Estados Unidos de América. Everardo me decía que se habla de la existencia de una sala de juntas diseñada especialmente para inhibir y evitar grabaciones con aparatos telefónicos o grabadoras sofisticadas. Sin embargo, aunque parezca una ocurrencia, el protocolo de seguridad y discreción más efectivo y eficiente para tratar temas de carácter confidencial es el de las caminatas, es decir, acordar por los jardines de la embajada caminando al tiempo que se abordan los temas relevantes y secretos de los cuales sea objeto la reunión. Así de sencillo.
Que quede claro para los miembros de la función pública que en la casa del jabonero el que no cae resbala, es decir, todos están expuestos a la exhibición de las redes sociales, instrumentos masivos de comunicación, a ser sorprendidos en lo “obscurito” y ser expuestos a la luz del día.

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