Buen día, apreciado lector:
En este espacio comentaba recientemente acerca de la urgencia de reforzar la seguridad pública en nuestra capital y las demás poblaciones del estado con importante desarrollo económico.
Sobre esta carencia, el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, señaló en su segundo informe que la construcción de un México en paz implica necesariamente la participación de todos los actores políticos, sociales y económicos, quienes mediante el diálogo y la construcción de acuerdos definan el rumbo del país.
Sobre este tema afortunadamente acabamos de enterarnos en el portal de Joaquín Rosas Garcés, por voz del regidor titular de la Comisión de Seguridad en el ayuntamiento, Lino Jiménez, que además de las 12 cámaras de videovigilancia que se instalarán con recursos del Subsemun, se comprarán otras 12 que serán pagadas por los empresarios de Xalapa, las que se sumarán a las 49 que ya están funcionando.
Esto, “ante los preocupantes hechos delictivos que se están presentando en la ciudad y más en vísperas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014”, explicó.
Es obvio que en todo el país el exceso de población y la falta de ocupación remunerada, independientemente de otros factores, propician que haya quienes en su desesperación por carecer de lo estricto, elijan el camino fácil a la búsqueda inmediata de ingresos.
“Es lo que estamos viendo a diario en casi todas las poblaciones de la república donde se presenten agresiones, asaltos, secuestros y asesinatos”, escribí y es precisamente lo que a todo Xalapa estremeció este pasado martes 2, con los impresionantes sucesos de ese día.
Por cómo sucedieron los hechos y la confusión que se generó, es precisamente que ciudades que antes eran conflictivas y peligrosas, como el Distrito Federal y Puebla, fueron cambiando su fisonomía y paulatinamente se volvieron seguras gracias a la instalación de equipos de videovigilancia con botón de emergencia y altavoz, para interactuar con la ciudadanía.
Cuando allá por el año 2000 el hoy diputado federal y hoy de nuevo aspirante a la gubernatura, Alejandro Montano Guzmán, estableció por primera vez en el estado el sistema 066 de emergencias, se instalaron las primeras 18 videocámaras que resultaron de enorme valía.
El centro de respuesta inmediata al que por razones de seguridad no podía tener acceso la población, quedó ubicado en el mismo lugar que donde está a la fecha, pero los que sí tuvimos esa distinción nos quedamos con el ojo cuadrado al apreciar en los monitores detalles tan nítidos que los que puede ver el propio telescopio Huble en el espacio exterior: un zomm que permitía (que permite) ver con claridad no sólo las placas de los vehículos, sino hasta las hormiguitas que atravesaban las calles; ya no se diga a los ocupantes.
Por eso es tan urgente copar la ciudad con estos equipos que sirven para mejorar el nivel de vigilancia y la acción policial; esas cámaras ayudarán a un trabajo coordinado de todas las áreas de gobierno.
Se calcula que el tiempo de respuesta de la autoridad se acota a cinco minutos desde el momento que se registra la emergencia o el ilícito.

URGE INTERVENGA, SEÑOR GOBERNADOR

Por otra parte, no se cree que haya ciudadanos que estén en contra de la práctica de revisiones semanales como ésa de los alcoholímetros, es indudable que detener a gente que conduce un vehículo en estado de ebriedad ayuda a evitar muertes como las que le han ocurrido a muchos jovencitos inexpertos.
Lo que sí molesta y hasta atemoriza hoy en día a la ciudadanía en tiempos de tantas noticias desalentadoras, es el exceso de autoridad de quienes carentes de toda sensibilidad lo practican.
A este reportero le tocó la experiencia el pasado viernes alrededor de las once de la noche y afortunadamente no como le pasaba a Gabino Barrera. Le platico al lector:
Esa noche, después de cenar con la familia regresaba a casa en mi coche por la calle de Maestros Veracruzanos.
Estaba el operativo antialcoholímetro.
Al pasar por el retén me pusieron el aparatito que mide el chupe. Me pidieron orillarme a la orilla, estacionarme y pasar a una carpa pegada a una ambulancia.
Uno de los dos doctores que había en turno me explicó que me volverían a poner en la boca el dichoso aparatito parecido a un silbato.
Me dijo que soplaría como siete segundos y que en esa especie de grabadora de periodista aparecería el registro de la cantidad de chupe que traía entre pecho y espalda, que si era de 40, me multarían y les tendría que dejar el coche.
¿Y qué cree?, saqué 26 de calificación. Me faltaron 14 caray.
Pero resulta que al decidir salir a cenar, estaba en mi casa en piyama, me cambié y dejé el saco donde traía la cartera con mis tarjetas y mi licencia, y pa´ acabarla de amolar, la tarjeta de circulación también la había sacado del coche para ver cuándo tocaba el chequeo de la agencia.
Debido a esa carencia me dijeron que el coche sería retenido y tendría que pagar una multa de no sé cuántos días de salario mínimo y ya en palabras cristianas la responsable del operativo me dijo que serían como 64 pesos por día. Pensé: mañana recupero mi coche.
Y, oh sorpresa, tenía que ser hasta el lunes porque los sábados no hay servicio de Hacienda del estado.
Tuvimos que caminar varias cuadras para encontrar un taxi.
De hecho el personal que hace la revisión es muy atento y respetuoso, pero los policías se tapan la cara y son demasiados para este tipo de operativos; no hubo siquiera la atención y la sensibilidad del personal responsable de esa dependencia de gobierno, para decirme ve a tu casa por los documentos y entonces te devolvemos el auto.
Bendita memoria de tener 62 años de edad.
De todas maneras, no se vale que si no anda uno manejando “teterete”, le quiten el auto todo el fin de semana.
Ojalá joven gobernador ordene usted a su secretario del área revisar actuaciones y al de Finanzas que abra una oficina para cobrar las infracciones, tan se puede que cuando Montano y Martínez Zaleta tuvieron esa tarea se colocó una oficina de Hacienda del estado.
Se ganaría muchas simpatías y se quitaría tanto rumor negativo del supuesto negocio de las grúas.
Ojalá se entere de esto el joven Duarte.

ENTREGA TOTAL

La Contraloría General del estado anunció la semana pasada una rotación total de contralores en las dependencias estatales y que próximamente incorporará a la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) y a otras seis entidades del gobierno, un contralor interno, ya que son dependencias que manejan recursos federales y deben estar verificadas cotidianamente para evitar observaciones de la Auditoría Superior de la Federación o de la Secretaría de la Función Pública.
Ricardo García Guzmán es un funcionario responsable que ha demostrado con creces a lo largo de su trayectoria, que es honesto y que sabe hacer bien las cosas.
Que sea para el lector el de esta ocasión, un fin de semana saludable y de bienestar.
gustavocadenamathey@hotmail.com


PIES

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Edmundo Martínez Zaleta
Oficina de Hacienda…