“Mientras los necios deciden, los inteligentes deliberan.”
Plutarco

La noticia de la cancelación de la gira del presidente Enrique Peña Nieto por Guatemala, vuelve a poner en entre dicho la condición de salud del mandatario mexicano.
Reestablecido de un cáncer linfático, el cual no se hizo público por razones de seguridad nacional, la noticia de una supuesta intervención quirúrgica para extirpar la vesícula abre nuevamente el espectro sobre su condición del jefe del ejecutivo.
El comunicado emitido por la Oficina de la Presidencia refiere que “Durante la madrugada de este 26 de junio, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, sufrió un malestar físico, por lo que acudió al Hospital Central Militar donde a las 7:30 horas fue intervenido quirúrgicamente con el propósito de extraerle la vesícula biliar.”
“El procedimiento se llevó a cabo exitosamente y el Presidente salió del quirófano hacia las 8:25 horas de la mañana.”
“La evolución postoperatoria ha sido muy favorable. El Primer Mandatario ya se encuentra en su habitación del hospital y se reincorporará a sus actividades el próximo lunes 29 de junio.”
Y es que pasado el proceso electoral, vendrá el replanteamiento de la estrategia para el segundo periodo de gobierno, donde se espera que el ejecutivo comience a cambiar el discurso y las acciones tomen un nivel más intenso, más enérgico que permita consolidar las reformas estructurales planteadas, pero que conecte su discurso con el tema que más polémica causa a nivel nacional como lo es el combate a la corrupción.
De entrada el mandatario mexicano no deberá de dejar de lado que está en el momento adecuado de comenzar a operar y manejar el proceso de sucesión de su gobierno, y para ello, requiere de personajes afines totalmente a su proyecto, que no inclinen la balanza a favor o encontra de algún grupo político.
El presidente Peña Nieto necesita por primera cuenta tener la operación política y sobre todo de partido de manera tal que no se sientan afectados los grupos interesados en participar.
Para ello, habrá de remover a su dirigente Nacional, César Camacho Quiroz más identificado con los intereses del grupo mexiquense y por ende inclinados al juego del secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, aun cuando en el fondo, Camacho Quiroz no le hace feos a la posibilidad de ser secretario de Gobernación.
De igual modo, la salida de Miguel Ángel Osorio Chong provocaría un cisma al interior del gabinete, pero también de las fuerzas políticas priistas, pues todo el bloque controlado por el hidalguense se saldría de control.
Por ello, los enroques deberán ser milimétricos, quizá quirúrgicos para evitar que se desangre el paciente que sería dado de alta el próximo primero de diciembre de 2018.
La posible llegada a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional del actual secretario de Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez y Martínez le daría la posibilidad de colocar a un personaje que forma parte de un grupo netamente peñista, que no responde a los grupos hidalguense o mexiquense y, que sería el fiel de la balanza.
Aunado a ello, la salida de Emilio Chuayfett para enrocarlo en la secretaría de Agricultura, no causaría molestia entre algunos cuadros.
Se especula ya en la Residencia Oficial de Los Pinos que al término de la Sexagésima Segunda Legislatura Federal, el actual líder del grupo parlamentario del PRI, Manlio Fabio Beltrones sería llevado a la Secretaría de Educación que dejaría el mexiquense Chuayfett y de su mano cerca de más de 40 ex diputados.
Pero volviendo al escenario político, el presidente Peña Nieto buscará a toda costa reposicionar su imagen, la cual fue vapuleada tras los escándalos de corrupción y tráfico de influencias por la compra de propiedades a empresas que desarrollaron obras en su administración.
La imperiosa necesidad de elevar como prioridad el tema de la transparencia y la rendición de cuentas, le llevará de la mano, a pegar varios manotazos sobre el escritorio, porque para algunos de sus gobernadores ha sí que traen un conflicto y desaseo financiero, caso Coahulia, Nuevo León, y Veracruz.
Por ello la estrategia Peña, resuena con más fuerza en la entidad, pues lo que está en juego en Veracruz no solo es cuestión de pesos, sino de mantenimiento y control del segundo bastión priista del país.
Ante ello, será a mediados del mes de agosto, una vez concluido el proceso electoral federal, que comenzaremos a tener noticias de cumplimiento de órdenes de aprehensión, a pesar de que en la entidad se afirme que no existen.
A este escribiente el propio senador José Francisco Yunes Zorilla ha sostenido en entrevista radiofónica que las denuncias existen y están vigentes por el presunto daño patrimonial contra el erario de la entidad.
Hecho que se confirma por la propia periodista Claudia Guerrero quien aseguró que el pasado 23 de junio se cito al ex secretario de Comunicaciones del Estado, Raúl Zarrabal Ferat ante la mesa dos de la propia Procuraduría General de la República para que explicará lo sucedido durante su gestión al frente en el manejo de recursos federales, que simple y lisamente no terminan de cuadrar.
A la lista seguirán personajes como Marcos Theurel Cotero, quien estando también al frente de la dependencia, habría realizado negocios con la obra del túnel sumergido de Coatzacoalcos, ante la necesidad de hacer, deshacer y rehacer uno de los bloques del mentado túnel de la ignominia, que le abrían costado a los veracruzanos al menos 300 millones de pesos.
Quizá el presidente Peña Nieto solo espera que concluya el proceso electoral federal en tribunales para comenzar apretar las tuercas, y Veracruz dará la nota.
Sextante
Comentan en los pasillos de Palacio de Gobierno, que el registro de la Asociación Política Estatal “Alianza Generacional” del senador Héctor Yunes Landa ante el Instituto Electoral Veracruzano, pareció más un arranque oficial de campaña, que otra cosa, pero la pregunta ¿no era así la jugada?

Al tiempo.

astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx

Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.