SE RECONOCE, tanto en altiplano como a nivel local, que solamente dos aspirantes a la nominación del Partido Revolucionario Institucional, para buscar la gubernatura del Estado, son los que quedan, después de que con el tiempo se ha venido depurando la lista que llegó a tener más de ocho precandidatos, más los que nunca se destaparon a tiempo, pero que fueron, de alguna manera, insertados en las propuestas que llegaron, incluso, a las manos del Presidente de la República.

Efectivamente, se habla de que ya en estos momentos, la nominación tendrá que ser disputada entre Pepe Yunes Zorrilla, y Héctor Yunes Landa.

Con la llegada de Manlio Fabio Beltrones, a la dirigencia nacional del PRI, parece haber concluido el manoseo de diversas propuestas políticas para renovar el gobierno de Veracruz.

Se ha cerrado, dicen, la inscripción de más aspirantes, porque de acuerdo a los datos y referencias que tiene el Presidente de la República, como dentro del PRI nacional, solo son dos los que tienen esta posibilidad de llegar con fuerza política suficiente al momento de definir quién de los dos será el candidato oficial del partido tricolor, dejando, sin duda, los derechos a salvo de alguno de los dos, para ser propuesto dentro de dos años, a más tardar, para buscar la gubernatura de seis años.

En base a estas condiciones que se presentan en la actualidad, la mayor parte de los veracruzanos, también están de acuerdo que son los dos Senadores de la República, los que pueden ganar ampliamente las elecciones. Cualquiera de ellos, responde a las exigencias del momento político de Veracruz, por lo que también, en opiniones generalizadas, se dice que ni a cual irle.

Sin embargo, mucho se ha manejado la idea de que al no haber acuerdo sobre quién de los dos irá por la de dos, posiblemente, se presentara una solución distinta, es decir, que finalmente, se acordara el respaldo político para otro personaje.

Pero, la pregunta de inmediato se ha soltado ¿Cualquier otro personaje, ganaría las elecciones constitucionales?

Esa es la duda, tanto para el Presidente de la República, como para el dirigente nacional del PRI, así como para la propia militancia priista de toda la entidad.

Desde luego, que todos tienen la razón, a estas alturas, ningún otro personaje de la vida pública de Veracruz, o del altiplano, tendría el tiempo suficiente para posicionarse, más si se trata de un hombre o una mujer, completamente desconocidos.

Además que una solución diversa, solamente postergaría, el mismo problema de los dos precandidatos, que en tan solo dos años, no perderían su fuerza, sino al contrario, incrementarían sus posibilidades de volver a presentarse, en el mismo escenario que ahora, a buscar la gubernatura de seis años.

Vaya, que este lío político, solo tiene un camino, convencer a uno de los dos, que se lance por la de dos, mientras se trabaja para la futura nominación, que sería la de seis.

Esto, desde luego, suena a compromiso netamente político.

Faltaría saber, si dentro de dos años, las circunstancias políticas hayan cambiado y entonces, el sacrificado, podría volver a ser lo mismo, un sacrificado, en caso de que el PRI, se decidiera por otro personaje del momento.

Cuestión de tiempo.

Mientras tanto, pensando en esta posibilidad, ninguno de los dos Senadores de la República, cede ante cualquier propuesta de esta naturaleza.

¿Habría otro candidato independiente?

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DICEN LOS QUE saben, que no es viable que uno de los dos Senadores de la República, Pepe o Héctor Yunes, se vaya por la candidatura independiente.

Sin embargo, es la fórmula perfecta.

Hay que reconocer que ambos contendientes por la candidatura del PRI, para buscar la gubernatura del Estado, tienen la misma fuerza política para ganar las elecciones constitucionales. Ambos tienen experiencia política, preparación académica, oficio político de verdad, gozan casi de la misma popularidad y los dos, de alguna manera, cuentan con el apoyo de su propia estructura política en toda la entidad.

Si no es posible, como no lo es, que los dos sean candidatos del PRI, pues uno de ellos que se vaya por la independiente y que sea, precisamente, el pueblo veracruzano, que decida en las urnas, quien será el nuevo gobernador del Estado.

Así, nadie queda con resentimientos políticos y hasta puede darse la posibilidad de una suma política, mucho más fortalecida, para la futura sucesión gubernamental en Veracruz.

También, de antemano, los veracruzanos, ya tendrían a su candidato para la gubernatura de seis años, sin quebrarse tanto la cabeza, puesto que de esa manera, se matan, como quien dice, dos pájaros de una sola pedrada.

Esta es la propuesta que no verían nada mal los ciudadanos de Veracruz, porque serían ellos, por primera vez, en la historia política de la entidad, los que decidieran sobre sus futuros gobernantes en el Estado.

Queda ver, si como dicen algunos analistas políticos, esta posibilidad es viable, ahora que la ley permite ya las candidaturas independientes.

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EXTRAÑA, SIN DUDA, la declaración del Canciller mexicano, José Antonio Meade Kuribreña, en el sentido de que México, ya recibió la aceptación del nuevo Embajador de nuestro país, en los Estados Unidos, nombramiento que hizo recientemente el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la persona del académico Miguel Basáñez.

Uno se pregunta, ¿No es acaso una facultad del Ejecutivo Federal, de nuestro país, para nombrar, con anuencia del congreso federal, al representante de México, en cualquier nación?

¿Se requiere, primero, que les caiga bien a los vecinos del norte, para que esta decisión presidencial, se concrete, salvo lo que internamente diga el Congreso Federal, el único que, finalmente, podría estar en contra de las decisiones presidenciales, por considerar que no responden a las necesidades del gobierno mexicano, dentro de un país extranjero?.

Pero, independientemente de esto, debemos alegrarnos los mexicanos, que finalmente, los Estados Unidos, aceptan que Miguel Basáñez, sea nuestro nuevo Embajador, en su país.

Y otras preguntas más, ¿Que haríamos, en el supuesto caso de que ningún personaje les cayera bien a los norteamericanos?

¿México, se quedaría sin Embajador, hasta en tanto no dispusiera otra cosa el gobierno de los Estados Unidos?.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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