HASTA HACE poco, una de las organizaciones más poderosas en Veracruz, hablando electoralmente, lo era, sin duda, la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.
Con el tiempo, la mayoría de líderes improvisados que han llegado a dirigirla, terminaron con su fuerza, con sus primordiales objetivos y hasta políticamente, desviaron el camino para minimizarla.
La mayoría de esos líderes, no provenientes de la lucha agraria, tomaron a la famosa CNC veracruzana, como una importante fuente de satisfacción de sus propios intereses, no tan solo políticos, sino económicos, al grado de que llegó a quedarse el edificio que alberga sus oficinas, en las mismas condiciones, propiamente, desde que nació.
La vieja casona de Alcalde y García, como suele llamarse todavía, al centro operativo de esta central campesina, albergó por mucho tiempo, a cientos de hombres del campo que venían a la capital a buscar solución a sus problemas y servía, asimismo, para que todos aquellos campesinos que no tenían donde guarecerse del frío, porque hasta hace unos años, este clima era propio de Xalapa, lo tenían precisamente en este lugar.
En los últimos tiempos, la era del Tigre Posadas, fue todavía de esos momentos importantes de la Liga, ya que posteriormente, se fue degradando, tanto el compromiso que había con los campesinos veracruzanos, como su propia fuerza organizativa, frente al poder público.
Hoy, la Liga de Comunidades Agrarias, es un membrete, solamente el recuerdo de los viejos tiempos de una organización fundada por UrsuloGalvan Reyes, para defender los derechos de los campesinos.
El último golpe que pretendió desaparecerla, fue precisamente, por la dirigente Bertha Hernández Rodríguez, quien se mantuvo al frente de la organización más del tiempo señalado por sus propios estatutos. Pretendió, asimismo, establecer su propio caciquismo político, impulsando a Edgar Díaz Fuentes, quien por la mala se erigió dirigente estatal de esta organización, sin que, efectivamente, llegara a cumplir con su propósito de mantenerse en ella, debido, sobre todo, a la oposición de ex dirigentes campesinos, que sin otro remedio, tomaron las instalaciones para impedir que se concretara la ambición política de Hernández Rodríguez.
Lo extraño del caso, es que ante estos hechos, ninguna autoridad intervino directamente. La misma dirigente nacional, se mantuvo al margen y tibiamente se hizo presente a través de un Delegado, quien debió tomar las riendas de la organización y preparar el camino para la realización de un Congreso, mediante el cual, se buscara a un nuevo dirigente con la intervención de las bases, principalmente, de los dirigentes de los comités regionales campesinos.
Pero, el asunto, aún no termina. La Liga de Comunidades Agrarias, sigue estando en las mismas condiciones, de tal manera, que no hay definición, ni de allá arriba, ni de acá abajo. Han dejado pasar el tiempo, como único negociador que lo remedie todo.
Sin embargo, hay rumores de que pronto, se retomará la negociación para traer a un nuevo dirigente. Se dice que saldrá del Congreso Nacional de la CNC, el cual te tendrá lugar en la ciudad de Durango, comenzando con sus actividades el próximo miércoles. Se menciona a un precandidato de nombre Juan Carlos Molina Palacios, una nueva imposición, que seguramente será ratificada en Veracruz, en el futuro Congreso, si así fuera.
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MAÑANA, SINO estamos mal, Tomás Ruiz González, todavía funcionario estatal, en su carácter de Secretario de Infraestructura y Obras Públicas, de la presente administración duartista, se reunirá con la mayoría de integrantes de la Asociación de Periodistas de Veracruz, una de las organizaciones más prestigiadas del periodismo estatal.
El funcionario, ha sido invitado para que responda a las interrogantes sobre las situación actual del gobierno del estado, en materia de obra pública, área que le corresponde y de la cual debe tener, sin duda, interesantes datos de lo que se ha hecho y de lo que falta por hacer, cuando se acerca el final de la presente administración estatal.
No se descarta, y esto pareciera ser lo más importante para los comunicadores, el hecho de que Tomás Ruiz González, diga más sobre su aspiración política, la que tiene fijada, primero, como candidato del PRI, a la gubernatura del Estado.
Tomás Ruiz González, es de los precandidatos que se mantienen en la raya, pues se sabe que muchos de los que asomaron la cabeza, en su momento, ya están conscientes de que la candidatura tricolor, para buscar la posición que aún tiene Javier Duarte de Ochoa, se estará decidiendo entre los dos Senadores de la República, y no precisamente, porque éstos sean los únicos o los más renombrados de los recientes tiempos políticos, sino porque, sencillamente, son, cualquiera de los dos, los únicos que garantiza el triunfo electoral para las elecciones constitucionales.
Sin embargo, habrá que escuchar a Tomás Ruiz González, sobre todo, porque insiste en mantenerse dentro del panorama político estatal, con miras a lo que viene.
Uno se pregunta, ¿Sabrá algo el Secretario de Infraestructura, que los demás políticos veracruzanos, no tengan contemplado?
De todos modos, si así fuera, seguramente que no lo va a decir, menos en este momento en que las condiciones políticas se han mostrado reservadas en el caso de la sucesión.
¿Porqué insistir en la candidatura, cuando todo indica que ya se ha reservado para uno de los dos Senadores priistas, veracruzanos.
Es una buena pregunta.
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EL COMPROMISO de los dos Senadores priistas de la República, Pepe y Héctor Yunes, parece ser así.
El proyecto político es de dos, para un solo gobernante, desde luego.
Quien salga nominado de los dos, primero, recibirá el apoyo incondicional del otro, haciendo suyas las propuestas y posiciones políticas de quien quede con sus derechos a salvo.
La gubernatura de dos años, no será mucho tiempo, sobre todo, para cumplir promesas, para concluir obras, pero sí será suficiente para preparar el camino a la siguiente sucesión. Apenas si dará tiempo.
El acuerdo existe, no se ha borrado con el tiempo, sigue vigente y con muchos puntos interesantes, sobre todo, para poner orden en la administración estatal, como alguna vez lo expresara Pepe Yunes, uno de los contendientes.
Esa puesta en orden, parece ser el tema primordial del compromiso, es decir, del acuerdo entre las dos partes. Ambos lo saben y cualquiera de los dos, está consciente de que deberá cumplirlo.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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