AUNQUE los esfuerzos gubernamentales para sanear la situación financiera del gobierno del Estado, son muchos, es evidente que los recursos económicos no alcanzan, no son suficientes, para regularizar la deuda que se viene padeciendo desde hace meses y que amenaza con estallar en todos los niveles de la administración pública estatal.
Los diversos compromisos contraídos, han puesto en serio aprieto la tranquilidad de quien, a pesar de todos los problemas, sigue mandando en Veracruz.
Efectivamente, Javier Duarte de Ochoa, reconoce que no ha sido fácil gobernar al Estado de Veracruz, y menos, cuando él mismo ha declarado, que le ha tocado bailar con la más fea, refiriéndose a la situación económica que ha venido enfrentando su administración.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue acechando a este gobierno. No hay, se comenta, posibilidad alguna de solución inmediata, a menos que la propia federación, establezca los mecanismos necesarios para rescatar a la entidad veracruzana, partiendo, primero, de la reestructuración de la deuda pública, donde el mismo gobernante veracruzano, ha iniciado ya la negociación respectiva, la que permita enfrentar este problema con soluciones adecuadas y partir desde un punto más seguro para seguir avanzando en la regularización financiera del Estado.
Lo más importante para todos es Veracruz, por lo que, independientemente, de los propios intereses políticos y económicos, vale la pena que en este momento, surja el respaldo necesario para el ejecutivo del estado, en su intento por salir adelante.
La administración estatal, es cierto, en este momento, no tiene dinero, solo tiene la esperanza de un rescate financiero.
HOY, SE DEBE CONCRETAR la expresa voluntad del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, de buscar soluciones adecuadas al problema persistente de los cuarenta y tres desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
La señal, fue enviada desde hace algunas semanas por el ejecutivo federal, para entablar el diálogo, frente a frente, con los padres de familia y la propia sociedad que espera la verdad de dichos acontecimientos que han cimbrado al país y ha trascendido hacia el plano internacional, donde las críticas no se hicieron esperar desde el propio momento en que se tuvieron noticias de estos hechos.
El problema, como se sabe, sigue latente, porque las investigaciones que se han realizado, no han dejado satisfechos a los familiares ni tampoco a la propia opinión generalizada del país, por lo que en este día, como se estableció por el propio Presidente de la República, se buscará llegar a una conclusión, primero, con los directamente lastimados por estos hechos, es decir, los padres de todos estos jóvenes estudiantes que fueron desaparecidos misteriosamente.
Hasta estos días, no se han dado a conocer investigaciones concretas, sin dudas, respecto al destino de estos estudiantes, porque, aunque el mismo mandatario nacional, ha dicho que él es el primer interesado en que se esclarezcan los hechos, la verdad de las cosas, es que este asunto, se ha complicado más al no haber aceptación de los datos arrojados por las investigaciones ministeriales.
El encuentro de hoy, entre el Presidente de la República, y los directamente afectados por este problema, pone de manifiesto que hay voluntad oficial para darle seguimiento a los resultados, aún cuando éstos hayan generado más incertidumbre por la falta de eficacia en las conclusiones.
Por ahora, aceptar el diálogo con los padres de familia, pone al Presidente de la República, en otra dimensión, frente a la opinión pública nacional e internacional.
INUSUAL MOVIMIENTO se notó ayer por la mañana en Casa Veracruz, donde al parecer se estudiaban las estrategias y acciones a seguir para localizar y rescatar al presidente del fideicomiso del dos por ciento a la nómina, Gustavo Sousa Escamilla, que según trascendió desde el martes por la noche, que había sido levantado por un grupo armado, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. El nerviosismo y la desesperación parecían cundir entre los presentes que acudieron al llamado gubernamental para enfrentar este nuevo reto a la seguridad de los veracruzanos.
Después del mediodía no se tenían datos precisos de los pasos que se estarían dando en relación a este acontecimiento, el cual, sin duda, causa conmoción general entre políticos, empresarios y funcionarios de la presente administración estatal, debido a que se trata de un funcionario de gobierno, lo que pasa a un nivel superior a los hechos que se han dado entre otros veracruzanos.
Aunque, al momento de redactar esta columna, no se había dado información oficial al respecto, se pudo saber que la residencia oficial del Gobernador del Estado, estaba pasando por momentos de gran angustia, pues seguramente, que desde este lugar se buscaba la forma de establecer los lineamientos generales para encontrar una solución a este caso.
La situación, hasta ayer por la tarde, parecía complicada, aunque, no se pudo saber con precisión si los secuestradores ya habían contactado a su familia o al propio Gobierno, para entablar alguna negociación.
Con este caso, la violencia vuelve a manifestarse más aguda y sorprendente, haciendo que las autoridades gubernamentales, tomen en consideración esta nueva ola de inseguridad y violencia en el Estado.
LOS DIEZ AÑOS del hermanamiento entre la ciudad de Xalapa, y la ciudad de Omaha, Nebraska, ha tenido, independientemente de las buenas relaciones amistosas y el establecimiento de intercambios culturales, han servido para la promoción turística de la capital veracruzana, generando, a la vez, beneficios para los xalapeños, como puede considerarse la donación de Omaha, a Xalapa, de cuatro ambulancias, debidamente equipadas, con un valor de por lo menos un millón de pesos, cada una.
Por eso, el alcalde xalapeño, Américo Zúñiga Martínez, fue hasta aquella ciudad, donde entabló conversaciones de apoyo mutuo, refrendando la plena voluntad de seguir fortaleciendo los vínculosde amistad y de compromisos culturales, turísticos y comerciales.
Fue claro el munícipe que los gastos que se generaron con esta visita, principalmente, por la delegación xalapeña, fueron cubiertos totalmente por las autoridades de Omaha, lo que representa, de alguna manera, la buena voluntad de las autoridades anfitrionas para llevar adelante estos compromisos de amistad duradera entre las dos ciudades de Nebraska y Veracruz.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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