El gobernador Javier Duarte esta a unas horas de presentar su V Informe de Labores al frente de la administración estatal de Veracruz, sumido en la peor crisis de credibilidad en todos los rubros de que se tenga memoria.
Veracruz jamás había enfrentado una crisis institucional de magnitudes tan severas, nadie en su sano juicio le cree un ápice al gobierno del estado, a sus funcionarios, las dependencias cargan con la losa de desprestigio, endeudadas hasta el cogote, no se ve la hora de que termine la maldita pesadilla que significa el duartismo.
No es el que escribe el que lo refiere, es la sociedad en su conjunto, que desesperada no ve la hora de llegar al primer domingo de junio del 2016 para cobrar la afrenta.
El nivel de exaltación ante la nula capacidad de concientizar el escenario de cosas que han ido dejando a su paso, ha llegado hasta la misma capital del país, no es posible que medios nacionales, puedan vender una verdad sin haberla comprobado, tan solo a menos de 48 horas de que presentará su informe, el Diario El Universal a través de Oscar Mario Beteta, en su columna En Petit Comité daba cuenta y radiografiaba al gobernador Duarte de Ochoa, advirtiendo lo que se observa desde el mismo altiplano.
No es una casualidad lo que en ella se asegura, “un solo dato debe bastarle: la deuda que tiene Veracruz actualmente supera, oficialmente, los 40 mil millones de pesos. Pero la “no oficial” casi llega a los 100 mil millones. Sólo quien puede saberlo tiene documentado el destino de una muy buena parte de esos recursos. Los más de 20 mil pesos que por ello debe cada ciudadano, sin deberla ni temerla, serían más que suficientes para frenarlo”.
Pero por si eso no dejará en claro lo que desde el centro están observando, el columnista hunde más en el dato, al referir que si continúa deseoso de pretender intervenir en la sucesión algo le espera.
Beteta advierte, Duarte “ha sido claramente advertido. Se le ha reiterado que no trate de meter la mano. Todo lo que haga serviría sólo para echar a perder la estrategia concebida para ganar. Parece dispuesto a disciplinarse. Pero si intenta hacer su voluntad, hay ‘por ahí’ un amplio expediente sobre todo lo que ha hecho indebida e ilegalmente. El sistema lo tiene en un puño. Y él lo sabe…”
¿Pero que informará el gobernador Duarte? Se pregunta la sociedad, sabedora de que nada de lo que dirá se puede apuntar a su administración.
Fuentes cercanas al mandatario habrían revelado que anunciará logros construidos por todos menos por su gobierno, apuntar que la infraestructura hotelera es un logro de su gobierno, es menos que mentirle a la sociedad, suena a burla, en su caso el reconocimiento sería para los empresarios que apuestan por la entidad.
Sumarse logros de ingreso al catalogo de Pueblos Mágicos de tres municipios más, es ofender a las comunas y ediles que se encargaron de gestionar y cumplir con sus requisitos.
Celebrar infraestructura deportiva, que a un se debe, que no se utiliza y que está bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) es de igual modo, la forma más burda y soez de pretender engañar a los veracruzanos.
Logros de estudiantes tecnológicos son también la muestra de la falta total de escrúpulos.
Pero el slogan institucional advierte que “Veracruz ya cambio”.
Mire amable lector, es probable que entendamos mejor las cosas si comparamos los logros estatales con los de alguna otra entidad del país.
Para no ir muy lejos veamos el caso de Puebla, vecino estado, que por su cercanía podemos comprobarlo directamente, tan solo durante este año serán canalizados 2 mil 100 millones de pesos para infraestructura en el municipio de Puebla, de los cuales 700 millones serán aportaciones del ayuntamiento que encabeza José Antonio Gali Fayad.
En su calidad de presidente de la comisión de Infraestructura y Obras Públicas en el cabildo, el regidor Xabier Albizuri Moretto, señaló que los trabajos se llevarán a cabo en coordinación con el gobierno estatal, vía convenios de colaboración en materia de vialidades, espacios educativos, rehabilitaciones de espacios públicos.
Tan solo en este 2015 serán invertidos 203 millones de pesos (mdp) en obra hidráulica; 600 millones para concreto hidráulico; 638 mdp para pavimentación; 142 mdppara educación y 151 mdp para mantenimiento de vialidades, en el municipio más importante de este estado.
De este modo, comparado con el año 2014 en donde se ejerció una cantidad similar de dos mil 100 mdp de empleando convenios de colaboración con el estado, lo que se ha convertido en una extraordinaria fórmula de éxito para el municipio, la cual no pretenden cambiar.
Ahora regresemos a Veracruz, una crisis en materia de infraestructura que provoca ya que dentro del presupuesto 2016 se anuncie un recorte de nueve mil millones de pesos, un incremento real del gasto corriente por 15 mil mdp alerta y alarma.
Aunado a ello, la severa crisis del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), en donde sus directivos simplemente acusan que los patrones pagan salarios de jubilación por encima de cualquier percepción posible, y a ellos como ente responsable omisamente guardan silencio.
Lo que provoca que el IPE se encuentre en la peor crisis financiera de su historia, bastaron 11 años para desaparecer los recursos y el patrimonio de los trabajadores que a lo largo de 50 años habían construido, adiós a terrenos, estacionamientos, edificios, hoteles, cines, vaya no queda nada.
Peor a un la crisis social, financiera y laboral gestada contra la Universidad Veracruzana (UV), evidencia que quienes mandatan, nunca han amado a Veracruz, mucho menos a la institución que le ha dado lo más valioso y talentoso del capital humano al servicio de la entidad.
Los adeudos por más de dos mil millones de pesos, muestran que el gobierno de Veracruz, le importa un pito la educación superior, claro, mucho más cuando ellos no pasaron por ahí.
Más grave aún, la intentona de simplemente desentenderse de la responsabilidad de apoyar a la educación superior, al referir y champar de manera permanente cuanta acción ejecuta el gobierno a favor de la UV.
Vergonzante para quienes hemos tenido que vivir esta lastimosa tragedia, en la que los únicos que perdemos somos los veracruzanos.
Así pues la realidad de dos entidades, y un gobernador, que ven como un estado ya cambio.

Al tiempo.

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