Mentes perversas y oscuras soltaron un borrego ayer que por cierto no tuvo mayor trascendencia pero alerta al Partido Verde Ecologista de que al menos uno de los enemigos está en casa, se trata de Julián Organista Barranco quien fungió como coordinador distrital de ese partido en la pasada elección en San Andrés Tuxtla pero que jamás reportó sus actividades, ahora emite una declaración en la que “destapa” de manera irresponsable al diputado federal por ese distrito, Jorge Carvallo Delfín.
La noticia apenas figuró en un portal de noticias y en las redes sociales, pero sí dejó claro a la dirigencia del Partido Verde, quien juega a favor y quienes buscan intereses personales, la ficha de Organista alías en “Bule” no tienen nada que ver con buenas acciones, ha sido acusado de todo desde defraudador hasta personaje de gustos exóticos, sin embargo, la dirigencia estatal se mostró respetuosa a la libertad de expresión.
El partido que dirige el diputado, Juan Eduardo Robles Castellanos considera una falta a los principios del partido, en una clara muestra de que también buscan desestabilizar o generar conflicto interno en el PVEM.
El Partido Verde, de todos es sabido que no tiene en su plan postular a un candidato a la gubernatura sino tejer una alianza con el Partido Revolucionario Institucional para la renovación de los poderes locales.
Por eso, las declaraciones de un militante del PVEM en San Andrés Tuxtla de promover al diputado federal de ese distrito que milita en el PRI, son irresponsables porque hasta el momento no existe en el Comité Estatal ni nacional ese plan.
El personaje que declaró semejante mentira, es alguien de dudosa seriedad, que en repetidas ocasiones ha quedado mal parado, por mentir, emborracharse y acciones denigrantes. Por mencionar uno de estos hechos, en marzo del año pasado, fue capaz de intentar golpear en estado de ebriedad a familiares de un capitán del ejército.
“El Bule”, como muchos lo apodan, también prometió la llegada de un grupo musical, y para su mala suerte, fue el mismo grupo que desmintió su llegada al municipio, por compromisos en el Norte del país.
Estas acciones, reflejan la falta de credibilidad en las declaraciones que emita, porque no es la primera vez que declara fuera de la realidad.
Lo que sí es un hecho, es que este instituto político está más fuerte y sólido que nunca. Pero también todo se irá dando a su tiempo, porque en este mes se deberán registrar las alianzas, mismas que participarán en el proceso para la renovación del poder en Veracruz; se informará de manera oportuna y en el marco legal sobre los resultados de las pláticas con el Partido Revolucionario Institucional.
No dudamos que se puedan dar esas alianzas, pero primero tendrá que darse bajo una consulta clara y precisa al interior del partido, porque lo que más queremos es que en el próximo proceso electoral los veracruzanos tengan a un candidato que le convenga al Estado.
El PVEM y el PRI se encuentran en negociaciones para una posible alianza en la elección local del próximo mes de junio, que contempla la renovación de la gubernatura por un periodo de dos años y el Congreso local.
HUMOR DE HÉCTOR
Ya cuasi como candidato del PRI al gobierno de dos años, Héctor Yunes Landa no cabe en todo Veracruz, su condición de precandidato trepado a los demás le otorga el “derecho” de ningunear a los demás, así que, si no le agradan los eventos se retira enfurecido, al grado de que a su propia comadre, Yolanda Gutiérrez Carlín le pegó una regañiza en público cuando ésta le pidió ser la candidata a la diputación local por el distrito urbano del puerto de Veracruz.
Enfurecido, el precandidato, manoteó a su comadres y la cuestionó: “quieres jugar o que gané yo la gubernatura”, le dijo fuera de sí, el regaño fue suficiente para que la titular de Protección Civil se alejara del puerto, al grado que ni siquiera en el incendio de seis casas en la colonia Rosa Borunda el pasado 31 de diciembre, se paró ni mandó una sola despensa.
Desde estas fechas, los políticos ya no dan paso sin huarache y por eso nadie acudió a atender el problema de las seis casas que se perdieron en medio de las llamas y que sus propietarios ahora viven arrimados en domicilios de familiares y amistades.

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