27 de Abril de 2024
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Urge la censura en las redes
“’Dicen…’ es ya media mentira.” Thomas Fuller
2016-05-07 - 09:14
Vaya escenita que protagonizó en las ya casi imprescindibles redes sociales cibernéticas el secretario general del Sindicato Único de Empleados Municipales del municipio de Minatitlán, Andrés Santos Escandón, al aparecer en unas fotografías celebrando báquica y deshinibidamente, totalmente desnudo y alcoholizado, junto con miembros de su comité y otras personas, también desnudos y borrachos (lo que hace el alcohol).
No me voy a enfrascar en el caso personal de ese líder sindical que ya será sancionado si procede (y moralmente debería proceder).
No debería sorprendernos que el internet se esté utilizando abrumadoramente más para mal que para bien, ya que el ser humano tiende al mal por naturaleza (Génesis 8: 21). Pero en el caso de este invento, que cuando se le utiliza correctamente es algo maravilloso (para obtener información, bajar e imprimir un buen libro, comunicar algo IMPORTANTE a alguna persona o al público en general, etc.), es preocupante la obsesión de algunos de oponerse a cualquier tipo de censura.
Éstos han difundido la noción de que la censura es algo negativo, y en efecto; cuando ésta se ejerce con motivos mezquinos y de poder como ocurre, por ejemplo, en la Cuba de los Castro y demás países comunistas (aunque ya no se ostenten con ese nombre). Empero, la censura tiene su lado positivo para el buen desarrollo de las sociedades, pues las conductas y mensajes nocivos e inmorales existen y la autoridad tiene la obligación de prohibirlos; y éste es otro término que se está satanizando, al que se le está queriendo dar un sentido totalmente negativo: “prohibicionismo” o “prohibicionista”, cuando, repito, dado que el hombre tiende al mal por naturaleza, las prohibiciones son necesarias.
¿Cómo es posible que, con tal de que no haya censura, hay algunos que prefieren permitir la propagación de pornografía infantil y adulta; el reclutamiento de terroristas, y permitir que asesinos múltiples se escapen por no violar la privacidad de los datos personales guardados en la red?
Ha habido casos en que muchachas han subido a las redes sociales fotos o videos de sí misma desnudas o hasta teniendo sexo, y luego denuncian que alguien hackeó su cuenta y difundió e hizo mal uso de esas imágenes. ¿Quién es más responsable en situaciones así? ¿Quién victimario y quién víctima, si es que se puede hablar de víctima y victimario? ¿El chismoso (que siempre los hay) que difunde o el o la desquiciada que sube a la red una foto de sí misma desnuda? Es aquí donde la censura se hace necesaria por el bien de todos.
Y es que se debe considerar que la mayoría de los padres no hacen caso de no permitir utilizar el internet a niños y jóvenes menores de edad sin supervisión.
¿Y los accidentes a veces mortales que han sucedido porque los jóvenes que gustan de embriagarse se avisan por medio de Facebook a dónde se localizan los retenes de alcoholímetro?
En Xalapa se dieron dos casos en que alguien difundió que se estaba dando una balacera frente a cierta escuela primaria. Los padres de los niños acudieron despavoridos al centro educativo y se dio una gran movilización de patrullas de la policía… La información era falsa. Y todavía hay personas que se oponen a que se aplique un castigo ejemplar a quienes incurren en conductas perniciosas como esa.
Con las redes sociales cibernéticas y el acceso a ellas con aparatos celulares que se traen en el bolsillo, hemos transitado de la severa censura gubernamental de antaño (del sexenio de Miguel De la Madrid para atrás) al otro extremo que quizá resulta peor, al libertinaje y cobardía de aprovechar el semi-anonimato del internet para atacar por atacar a los gobiernos de todos los niveles; para mentir y calumniar a funcionarios, empresarios y hombres y mujeres prominentes en general. Es extremadamente difícil encontrar una crítica constructiva, bien intencionada en la dimensión electrónica virtual. Ese instrumento de comunicación se ha convertido en receptáculo y catapulta de envidias, frustraciones y traumas personales; porque por medio de los celulares, minicomponentes, tabletas y ordenadores se dice lo que no se atreverían a decir de frente.
En el Medio Oriente las redes sociales fueron determinantes en la generación de revueltas que destronaron a los gobiernos de Túnez, Egipto y Libia, países que quedaron, los tres, peor de lo que estaban con los gobiernos anteriores, la llamada “primavera árabe” (ojo en México para quienes atacan sólo por atacar al gobierno y el partido predominante, y no meditan si los opositores, la alternativa, pudiesen resultar peor, como suele decirse: “salir de Guatemala para entrar en Guatepeor”.). Y es que a base de información falsa cualquiera puede organizar una manifestación o hasta una revuelta armada; incitar a la violencia.
Me tocó ver en Facebook que alguien publicó la fotografía de un alto funcionario federal actual (me abstengo de dar su nombre para no contribuir al falso rumor) besándose con otro hombre supuestamente en su época de universitario, en lo que claramente se apreciaba que era un fotomontaje. ¿Pero qué sucede? Que el populacho, la gente que suele no meditar y discernir, o peor aún; por inquina, por adversidad ideológica o simplemente por el más destructivo de los sentimientos humanos, la envidia, redifunde el falso rumor como si fuese una verdad comprobada: “Fulano de Tal es homosexual.”
Fue lamentable que los legisladores, tanto federales como locales, por quedar bien con algunos malos periodistas, hayan quitado el delito de CALUMNIA de lo penal, y lo redujeron a una simple cuestión civil que aún resultando culpable, el sentenciado sólo será requerido a pagar una multa bastante accesible. Ahora, las redes sociales cibernéticas facilitan a cualquier individuo la difusión de rumores, calumnias, falsos testimonios.
Como conclusión diré, recalcaré lo que escribí anteriormente: el ser humano tiende al mal de manera natural, por lo que son necesarias las prohibiciones. Y las redes sociales no se deben excluir de la buena censura.
Y hasta el próximo sábado, si Dios lo permite.

raulgm42@hotmail.com

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