Si de corrupción se trata y de actuar en contra de los políticos corruptos se trata, no se atina a saber quién podrá cerrar la puerta desde fuera.
Los tres presidentes de los partidos políticos más importantes del país, escenificaron una esgrima verbal tendiente a mostrar que en el otro son más corruptos que en el suyo.
Ninguno de los tres se atrevió a negar la corrupción imperante en cada uno de ellos y el reparto de culpas se dio en partes iguales.
Tal vez el más enfático fue el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien trataba de mostrar que si en su partido se acumulan los más corruptos y deshonestos, en los otros organismos políticos también los hay, aunque sean menos.
La televisión abierta mostró los rostros de uno y otro y los esfuerzos estériles por tratar de defender lo indefendible la probidad de sus militantes y cuadros dirigentes.
Ricardo Anaya Cortés, Enrique Ochoa Reza y Alejandra Barrales Magdaleno, presidente del PAN, PRI y PRD, respectivamente, comparecieron en el noticiario de Carlos Loret de Mola, para salpicarse de lodo unos a otros.
Claro que el que recibió metralla fue Ochoa Reza, ya que los recientes casos de denuncias en contra de los exgobernadores de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz y de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, aunado a los de los todavía gobernadores César Duarte Jáquez (hoy dejará de serlo), Chihuahua y Javier Duarte de Ochoa, Veracruz, casi lo dejan sin réplica.
La intentó evidenciando los casos de los perredistas Godoy y José Luis Abarca y del panista exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, pero la acumulación de nombres priistas lo desarmaba.
Y es que se volvió costumbre que en lugar de debatir ideas, los dirigentes de los partidos caigan en descalificaciones del contrario, hagan ver los errores cometidos en sus respectivos gobiernos.
Ninguno de los tres principales dirigentes de los llamados partidos nacionales confrontó ideas o proyectos para el 2018, sino sacaron a relucir números y cifras del pasado y los errores cometidos por unos y otros.
El priista Ochoa Reza sigue mostrando que su llegada a la dirigencia del partido tricolor se debe a su estilo golpeador, mientras que el panista Anaya Cortés ya encontró el flanco débil de los tricolores y por ahí restriega la llaga. Barrales Magdaleno no atina a entrar en la contienda.
Ricardo Anaya encontró una veta rica a explotar y son los resultados electorales del pasado cinco de junio, donde su partido ganó siete gubernaturas de las doce en juego, aunque en cuatro de ellas lo hizo coaligada con otro partido político.
Los priistas no atinan a entender lo que sucedió en esa fecha, mientras que los blanquiazules le sacan hasta la última gota del jugo.
Eso sí los tres dirigentes muestran que la antesala de la confrontación presidencial se encuentra en el Estado de México, sede de la primer refriega fuerte.
Los tres partidos (PAN, PRI y PRD) mantienen la mira puesta en el Estado de México, donde el año próximo el padrón más numeroso (por mucho) de todo el país acudirá a las urnas.
El PRI mantiene la plaza desde hace casi 90 años y sabe que perderla equivale a ser vencidos en la contienda presidencial del 2018.
Los golpes recientes de la pérdida de Veracruz, la constante de Puebla y la de Nuevo León el año pasado, deja a un priismo frágil ante los embates opositores, de ahí que pretende defender a sangre y fuego su máxima joya, el Estado de México.
PAN y PRD lo saben, por lo que estudian la posibilidad de ir en alianza en pos de la máxima joya de la corona estatal y reencauzar su ruta hacia el 2018, con la posibilidad de una nueva alianza.
La realidad es que la contienda presidencial ya se encuentra en marcha y los prospectos de cada partido casi definidos.
Los panista cuentan con una tercia que conforman Margarita Zavala Gómez del Campo, el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle y el dirigente nacional del partido, Ricardo Anaya Cortés. Los priistas redujeron su baraja a dos (aparentemente) el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas (los de Claudia Ruiz (Salinas) Massieu y José Antonio Meade Kuribreña suena a broma) y el PRD reduce su número a uno, Miguel Ángel Mancera Espinosa (Graco Ramírez Garrido y Silvano Aureoles, están sumamente rezagados).
Y aunque no cuenta como uno de los tres principales partidos políticos nacionales, el dirigente de MORENA. Andrés Manuel López Obrador se sostiene como el aspirante presidencial más sólido y él si definido como tal.

RETAN AL GOBERNADOR DE TAMAULIPAS

Como una muestra de lo que le espera en su sexenio, la delincuencia organizada mostró su poderío al nuevo gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
El sitio elegido fue Reynosa, ciudad fronteriza que fue gobernada por el hoy gobernador y donde también llegó por vez primera una alcaldesa, Maki Ortiz, senadora con licencia.
El terror invadió a los habitantes de esa ciudad, luego de que se montaron una serie de barricadas de fuego, hechas con neumáticos en llamas en decenas de avenidas y colonias de Reynosa, mientras que se bloquearon calles, se presentaron persecuciones, tiroteos y vuelos rasantes de helicópteros de las fuerzas federales.
Todo esto se escenificó durante la primera visita del nuevo gobernador a su tierra natal, la que gobernó de 2005 a 2007.
Durante horas, Reynosa se vio cubierta por un denso manto de fumarolas que se veían por todos lados, incluido el Parque Cultural donde cientos de familias se habían congregado para recibir al gobernador.

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