(1)
¿Por qué Carlos Vasconcelos Guevara no irá al debate que organiza el OPLE en Coatzacoalcos para este lunes?
El candidato del PRI a la Presidencia del tercer municipio más poblado y con la segunda/tercera economía de Veracruz argumenta que su diálogo es con el pueblo y no desea ir a un evento donde las preguntas y respuestas serán manipuladas…
Una lógica semejante llevó al líder regional de la CTM en el sur de Veracruz a responder a una reportera que lo cuestionó sobre su empleo de una docena de guaruras armados en eventos proselitistas: “porque puedo”.

(2)
Para las ciencias políticas la democracia es todo menos un proceso de colores predecibles, quieto y mucho menos muerto.
De manera permanente la sociedad, los individuos, los grupos y sectores que la conforman se movilizan, cambian, se transforman; son entes siempre vivos y en permanente construcción.
Los partidos políticos son como marcas y los candidatos en época de elecciones son el equivalente a productos.
El PRI, en este momento, es una marca que apesta en todo México y en Veracruz luce podrido.
Carlos Vasconcelos no lo puede reconocer porque sin esa marca, a la que ha pertenecido toda su vida, no podría participar en la búsqueda de la alcaldía de Coatzacoalcos.
Las circunstancias no le han permitido renunciar al PRI.
No es un asunto de lealtad; en política no la hay, ahí todo se mueve por intereses.
Ocurre, simplemente, que Vasconcelos Guevara participaba con el PRI o no participaba por la estructura que dicha marca, a pesar de su hedor, le representa.
El PRI tampoco tiene dinero en este momento pero eso a Vasconcelos le sobra, es el más rico de los participantes algunos de los cuales son clasemedieros.

(3)
Pero volvamos a la ausencia anunciada por el propio Vasconcelos Guevara en torno al debate de este lunes.
En realidad se está justificando, ha inventado un pretexto. Lo suyo no es el debate porque lo suyo no es la democracia.
A lo largo de la campaña Carlos Vasconcelos se ha alejado del PRI, de su marca.
Intenta venderse como Carlos Vasconcelos el producto y se asume como suficientemente bueno para ganar nomás con su nombre, sólo con su dinero.
Es como si el gansito apareciera en la tienda congelado pero sin la envoltura de la marinela; o si el refresco más famoso del mundo se ofertara en una botella transparente sin el nombre de Coca Cola porque los médicos relacionan su consumo con la diabetes, sobrepeso y múltiples daños a la salud.
El malo es el PRI, Vasconcelos es bueno…predica Carlos y evita ir al debate como parte de esa estrategia.
Ahora bien, el 4 de junio, en la boleta electoral será inevitable la vinculación: el elector tendrá frente a sí el logo del Partido Revolucionario Institucional: el de Enrique Peña Nieto, el de Fidel Herrera Beltrán, el de Javier Duarte de Ochoa, el de Karime Macías de Duarte junto al rostro de Carlos Vasconcelos Guevara.
El ciudadano que ya ha decidido no votar por el PRI pero simpatiza con Carlos Vasconcelos se topará con que esa realidad que hoy se busca ocultar son una y la misma cosa, son marca y producto juntos.
¿Cómo actuará ese votante? ¿Cancelará su voto? ¿Abandonará a Vasconcelos, el producto, debido al PRI, la marca?
Ya lo sabremos.
El comportamiento del resto de candidatos en el debate; las encuestas cercanas a la elección nos dirán qué tanto le funcionan a Vasconcelos Guevara su dinero, sus guaruras y el resto de estrategias proselitistas desplegadas hasta hoy.

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