José Luis Ortega Vidal

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Se vive en el Veracruz del 2019 una coyuntura singular dentro de la estructura política, que hasta hoy ha pasado desapercibida.

Desde la Secretaría de Gobierno de un beligerante Erick Patrocinio Cisneros Burgos se acusó la presencia de grupos de poder político detrás de la matanza en el bar “Caballo Blanco” de Coatzacoalcos el 27 de agosto.

La misma hipótesis fue lanzada al público por el encargado de la política interna en el gobierno estatal en torno al asesinato de la alcaldesa de Mixtla de Altamirano y su esposo, el miércoles 25 de abril pasado.

Septiembre ha sido un mes de ajuste en la dinámica del poder local: el día 3 fue dado de baja el Fiscal Jorge Winckler.

El viernes 27 de septiembre la Suprema Corte de Justicia negó a la bancada del Partido Acción Nacional en el Congreso un amparo que buscaba retornar a Winckler al cargo hoy ocupado por Verónica Hernández, pieza clave en el ajedrez del Secretario de Gobierno.

Antes de la decisión de la SCJN fueron emitidas sendas órdenes de aprehensión contra Winckler, Marcos Even Torres Zamudio –ex Fiscal Anticorrupción- y tres personajes más cercanos a dichos ex funcionarios.

Ha quedado claro que detrás de estas acciones estratégicas se encuentra el poder federal.

Desde su par estatal se buscó hacer a un lado al par de fiscales sin obtener resultados en 9 meses de trabajo de la LV Legislatura, no obstante la mayoría de votos de MORENA.

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Ahora bien, la presencia del poder federal en el ámbito político veracruzano no es nueva –a Rafael Arriola Molina lo defenestraron del Senado en la década de los 70s por una declaración pública que no gustó en Los Pinos- ni es inoportuna.

MORENA es un partido nuevo, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez sólo cuenta en su haber con un ligero paso por una Legislatura Federal y se topó de botepronto con el mando en la tercera reserva electoral del país, llena de rezagos históricos en todos los terrenos.

Veracruz, además, se liga a entidades del centro, norte y noreste de México en lo que a aportaciones al PIB nacional se refiere…

Porque en materia de desarrollo no ocurre lo mismo; aquí somos pobres y también pobres extremos como en el sur y sureste de la República.

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El Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL), lo explica así:

Medición de la Pobreza 2008-2018, Veracruz

En el año 2008 la población en situación de pobreza en Veracruz, ascendió a

3 millones 879 mil personas; es decir el 51 % de la población.

En el año 2018 la población en situación de pobreza en Veracruz, ascendió a  5 millones 88 mil personas; es decir el 61.8 % de la población.

En sólo una década el porcentaje de población en condiciones de pobreza en Veracruz se incrementó en un 10 %.

La cifra es trágica y coincide con el aumento de la violencia de la entidad: en crímenes dolosos, secuestros, feminicidios…

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Lo anterior es un vistazo sociológico a partir de datos oficiales relacionados con una de las 32 entidades federativas de México.

Revisar estado por estado; analizar regiones; nexos entre entidades desde perspectivas como la migración interna y la externa, son temas aparte.

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Anotamos al inicio de este artículo: “Se vive en el Veracruz del 2019 una coyuntura en la estructura política que hasta hoy ha pasado desapercibida…”

Luego nos referimos a declaraciones del Secretario de Gobierno Erick Patrocinio Cisneros Burgos.

Aún no se ofrecen resultados sobre lo ocurrido en el bar “Caballo Blanco” de Coatzacoalcos, de modo que aguardamos por información acerca de la presencia política en dicha tragedia.

Pero en materia educativa, en Veracruz están pendientes de asignar 15 mil horas en secundarias y bachilleratos, de acuerdo a lo reconocido por el Secretario Zenyanzen Escobar.

Una fuente del sector explicó al reportero que la solución a esta situación requiere la aprobación de  leyes secundarias en la nueva Reforma Educativa aprobada por el Congreso, donde se echó por tierra la Reforma del ramo elaborada en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El tema no son sólo las horas, ni los sindicatos o corrientes ideológicas y políticas en el magisterio veracruzano; uno de los más numerosos y beligerantes del país.

Aquí sólo la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) rebasa los 100 mil agremiados y hay varios sindicatos más.

La CNTE, por su parte, tiene presencia en suelo veracruzano –menor a la de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, pero la hay- y justamente el hoy gobernador de Veracruz y el Secretario de Educación, lucharon desde el 2013 contra la Reforma Educativa peñanietista desde la trinchera de la CNTE.

Nadie pudo pensar en aquel momento que este grupo de maestros que hoy cuentan con posiciones clave incluso en el Congreso Local -donde MORENA se fortaleció en el mes de la patria- arribarían al poder contra el cual pelearon cinco años más tarde.

Entre los muchos rezagos históricos veracruzanos se cuentan los 560 mil analfabetos reconocidos por la SEV.

Ellos, desde luego, ocupan un lugar destacado entre el 61 % de la población pobre de la entidad.

De este modo podemos visualizar fallas estructurales:

• Macroeconómicas


• Educativas


• Políticas

De las cuales surgen y se entrecruzan circunstancias coyunturales:

• La presunción de grupos de poder detrás de las tragedias de Mixtla y Coatzacoalcos


• El fortalecimiento de la CNTE en Veracruz, al contar con miembros suyos al frente del poder institucional


• Una economía que aporta riqueza a la Federación y contrasta -datos del CONEVAL- con el incremento de su población pobre


• Los obvios nexos dialécticos de la pobreza con el aumento de la violencia