RENÉ DEL VALLE BOSAS

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Fue hasta que Andrés Manuel en su mañanera dijo que confía en que Cuitláhuac no cometería una injusticia que se empezaron a escuchar voces veracruzanas a favor del gobernador.

Fue hasta que López Obrador volvió a ponderar varias de las virtudes del mandatario estatal, que se empezaron a oír manifestaciones de apoyo para García Jiménez.

En esa mañanera del jueves se oyó a una reportera preguntarle al presidente su opinión sobre la detención del exalcalde y exdiputado José Manuel Río Virgen y la respuesta del mandatario marcó el banderazo de inicio para otras manifestaciones favorables.

Antes de eso solo se escuchaban voces en contra del gobierno de Cuitláhuac, por supuesto de la oposición y algunas de Morena.

Las críticas en contra de García Jiménez son porque utiliza el aparato del estado para reprimir a sus críticos y a sus opositores, dentro y fuera de su partido y con la detención de José Manuel se trataba de asestarle un golpe a Ricardo Monreal por criticar la figura vigente del ultraje a la autoridad.

Gracias a las críticas del senador Monreal Ávila y a sus acciones legales un juez liberó a cuatro jóvenes detenidos por haber cometido el delito de ultrajes a la autoridad.

El gobernador respondió a Monreal acusándolo de defender a delincuentes, con lo que obviamente el juez que ordenó liberar a los detenidos no está de acuerdo.

El caso de Del Río no está decidido, pues tiene prisión preventiva para seguir su proceso y será hasta que un juez dictamine que se sabrá si es efectivamente un delincuente o no.

Y aunque acá en Veracruz un juez decida dictarle la formal prisión por considerarlo culpable, no hay que olvidar que son varios los reveses que ha recibido la justicia estatal veracruzana por parte de tribunales federales.

El de José Manuel del Río puede ser otro caso de esos en los que o se integra mal el expediente o el acusado resulta inocente.

El caso es que la mañanera en la que Andrés Manuel habló de la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado,   evidencia que el gobernador de Veracruz no tiene ascendencia sobre su equipo o de plano no cuenta con uno que lo defienda.

Diputados federales y locales, senadores, alcaldes, secretarios, directivos de su partidos y de los partidos aliados no hablaron del tema antes de la mañanera del jueves.

Lo empezaron a hacer algunos (no todos) hasta que Andrés Manuel les marcó la línea desde el Palacio Nacional.

LOS INSULTOS NO SON ULTRAJE, TAMPOCO EL “ME VIO FEO”

A propósito del delito de ultrajes a la autoridad, de la explicación que dio el gobernador Cuitláhuac García, se entiende que ni los insultos, ni el “me vio feo” caen en esta figura.

La creación de este delito está dirigido a los delincuentes y se aplica a quien actúe con violencia contra la autoridad, o bien a quien arremeta a golpes o use algún tipo de arma.

La explicación que hizo sobre ese delito en el programa Tele Clic de Al Calor Político, a su muy peculiar estilo, permite entender que en los casos de violencia contra alguna autoridad tiene que seguirse un proceso con medida cautelar en prisión de los presuntos responsables.

Así que ya lo sabe, ningún policía o agente vial puede acusarlo de ultrajes a la autoridad porque usted lo vea fea o le diga palabras altisonantes.

Esta aclaración es oportuna porque ya hay agentes de tránsito y policías viales que tratan de remitir a automovilistas porque, según ellos, la conductora o el conductor lo vio feo o les dijo alguna grosería o simplemente porque les alzó la voz.

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